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Javier Catalá y su guitarra: una historia de amor

Javier catala ispmusica

Habla de ella como de una novia: “La guitarra está ahí, esperándome….” Su instrumento y él son una sola cosa. “Cada vez que cojo una guitarra es como si fuera la primera vez”… Casi como para sonrojarse. Javier Catalá no va de gira, él se lleva de gira a su guitarra, y con ella al hombro ha recorrido medio mundo acompañando a grandes artistas del panorama musical nacional e internacional: Miguel Bosé, Alejandro Sanz, Ricky Martin, Antonio Flores, Marta Sánchez… Javier Catalá es un músico que se atreve. Con una energía que se desprende de él en todas direcciones, no se cansa de contar cuánto se ha enriquecido trabajando en proyectos tan diferentes con artistas tan dispares. Ahora está preparando un proyecto personal, con una propuesta musical que lleva algún tiempo elaborando, sin prisa pero sin pausa, porque sabe que con esta fórmula es como nacen las cosas buenas. Aún en fase de maquetación, lo madura en directo, actuando en solitario sobre los escenarios. Buscando y buscándose...

Y esto lo compagina con grabaciones como guitarrista y arreglista en los estudios PKO, trabajando de director musical de Andy & Lucas y girando con Rosana, con la que acaba de regresar de América. Este músico, que ha tocado en lugares como el Madison Square Garden de Nueva York, se siente bien y seguro en una profesión en la que, según él, lo importante es mantener los pies en la tierra aunque estés volando. Ha dirigido bandas en algunas giras y sabe bien de lo que habla. Girar y viajar son dos de las facetas que más le gustan de su trabajo. Y si por viajar entendemos moverse, desplazarse, avanzar, Javier Catalá debe de sentirse muy satisfecho. Pocos países le quedan por recorrer. Y allí donde vaya él va su guitarra, poco importa si se trata de un avión, de un estudio o de un escenario. Dondequiera que estén, y siempre que estén los dos, todo acaba siendo una gran fiesta.

¿Cómo se convierte un loco de la guitarra en un codiciado músico de sesión?
Cada vez que cojo una guitarra es como si fuera la primera vez; es algo que ni pienso, pero es una sensación muy grata. Creo que es el secreto para mantener bien viva la motivación. Con los años, vas descubriendo el universo que encierran esas seis cuerdas y te das cuenta de que cada vez eres más loco de la guitarra… Ya sea grabando en estudio, en giras… o en el sofá de tu casa.

¿Qué camino ha de seguir un músico para crecer?
Todo pasa por la formación, el talento y la experiencia que vas adquiriendo. Nada viene solo; la constancia, la ilusión, la vocación… son la base de cualquier músico. Ser músico es un estilo de vida, cuando creces como persona, creces como músico.

¿Qué opinas del término virtuoso? ¿Cómo manejas la balanza expresión vs velocidad/técnica?
El virtuosismo bien entendido es una maravilla, pero es insoportable si es sólo una exhibición o demostración del ego. Hay músicos increíbles que huyen del virtuosismo y otros menos increíbles que se enredan en escalas imposibles intentando demostrar qué sé yo… En la balanza expresión vs velocidad, sin dudar me quedo con lo primero; la música es expresión y la velocidad te va a permitir expresarte o no, pero siempre será secundario.

La gente suele confundir la técnica con la velocidad, el virtuosismo con las semifusas. Hay muchos más aspectos que consolidan el peso de un guitarrista. A tus ojos, ¿cuáles son?
Atreverse y mirar hacia adentro, proyectarlo hacia fuera y ver lo que pasa. Y corregirse. La guitarra está ahí, esperando, es como un espejo. Es increíble el vínculo tan íntimo que se llega a tener con el instrumento. Es una maravilla.

Nuestro amigo Pedro Barceló escribió un interesante artículo que llamó “Ser batería y, sin embargo, músico”. ¿Percibes diferencia entre un instrumentista y un artista, músico o creador?
Pedro Barceló es un excelente batería y un gran músico. En su comentario va implícita una gran ironía… Y es que no siempre se dan ambas cosas: ser instrumentista no significa ni garantiza ser buen músico, ni artista, ni creador. Ser músico va más allá del dominio de las técnicas de un instrumento. La línea que separa lo bueno de lo malo, cada cual la pone donde quiere, pero sinceramente creo que falta un poco de honestidad en este sentido.

¿Cómo se cultiva un músico completo (profesores, escuchar mucho, ser humilde, reconocer los errores, saber valorar a los demás…)?
Desde luego, yo no tengo ni idea, ni mucho menos la fórmula, pero sí sé reconocer cuando un músico lo es por derecho y con mayúsculas, y cuando no. Desde luego, la humildad, humanidad, honestidad, formación e información ante la prepotencia y vanidad de un ego engordado de aplausos marcan la diferencia.

¿Qué opinión te merece el término mercenario referido a un músico de sesión?
El término mercenario, en principio, es descalificativo. Un mercenario, en sus orígenes, trabajaba por dinero sin importarle sus ideales, especialmente en conflictos bélicos; eran soldados que se ponían del lado del que les ofreciera mayores beneficios. En cualquier caso, y desde cualquier punto de vista, es peyorativo.
Es absolutamente lícito grabar desde un bolero a un tema heavy, siempre que domines ambos estilos. Imagino que en otro tiempo, en el que importaba mucho defender o abanderar una estética o un estilo determinado, estaba mal visto que un tipo con el pelo largo, lleno de tatuajes y pendientes, con pantalones de cuero, tocara un tema swing.
Lo importante es ser honesto e involucrarse con sentido y coherencia en lo que haces. Personalmente, lo de mercenario me parece una tontería.

¿Se nota la crisis en lo escenarios y estudios?
La crisis se nota, por supuesto. Gastos como comprar un disco o ir a un concierto son evitables, a no ser que el disco se descargue de Internet o que el concierto sea gratis. Es un problema, porque tanto la industria discográfica como la iniciativa privada de conciertos están desapareciendo. Por un lado, estamos sufriendo una crisis a nivel global que afecta a todos y, por otro, la crisis en el sector afecta a la venta de discos, que directamente perjudica a las grabaciones en estudios, presupuestos, etc. Las grandes compañías no generan el dinero deseado y compiten con producciones de muy bajo coste, que son las únicas sostenibles económicamente, pero cuyos recursos son menores y los resultados, peores. Y, aunque aparentemente parece suficiente para el consumidor, dejan en dique seco a estudios de mayor envergadura, que no ven recompensada su inversión. Tenemos que encontrar una fórmula y reciclar el sistema… El actual se acabó.

¿En qué momento decides dividir tu trayectoria entre tus proyectos personales y los proyectos ajenos?
Desde el principio. Dedicarse a la música y vivir de ella no es fácil. No en vano, alguna vez y en algún país he tenido que oír eso de: “…lo de ser músico está bien pero, ¿a qué te dedicas?” Uno no siempre puede mantener proyectos personales como única opción, y trabajar en otros proyectos te enriquece mucho musicalmente y te permite aprender y crecer, como músico y como persona.

Hay músicos que no quieren trabajar con según qué artistas. ¿Crees que se trata de orgullo o crees que, efectivamente, la imagen de determinados artistas puede dañar tu carrera?
No creo que un artista pueda dañar tu imagen, pero sí creo que a la hora de elegir o aceptar un trabajo te estás involucrando mucho, vas a dedicar tu tiempo y tu proyección como músico para ese artista, y eso merece algo de reflexión. Debes sentirte a gusto. Cada uno va haciendo su camino.

Hablando de tus proyectos, ¿qué tienes entre manos?
Siempre estoy dándole vueltas a eso. Es muy difícil llevar a cabo un proyecto instrumental que sea rentable, y no siempre tienes tiempo y recursos para dedicarte a ello. Al final acabas por atender los compromisos que te van surgiendo. Tengo entre manos un proyecto absolutamente personal, fruto de mi más estricta intimidad (no se me ocurre cómo podría ser más personal). Voy despacio, no tengo prisa. Poco a poco va tomando forma y, ante mi sorpresa, definiéndose: mezclo temas instrumentales más cañeros y temas con voz absolutamente acústicos. Para la voz estoy contando con colaboraciones de cantantes con los que tengo muy buena relación y se suman al proyecto. Con los temas instrumentales me siento más cómodo, y eso me da la confianza necesaria para aventurarme y arriesgarme mucho más… me dejo llevar.

¿Qué evolución personal/musical has experimentado a lo largo de tus grabaciones propias?
Evolucionar, en general, te hace ser mejor persona y mejor músico. Cada vez que entro en estudio y grabo uno de mis temas soy consciente de que el resultado me está definiendo, y con el tiempo pensaré que podía haber cambiado tal o cual cosa… pero es mejor no entrar en eso. Cada grabación refleja un momento determinado y ya está, y a veces te sorprendes.

¿Hay gira? ¿Dónde podemos verte en directo?
Acabo de regresar de una gira de un mes por América con Rosana, que nos ha llevado por México, Argentina y Chile, recorriendo gran parte de su geografía. Ha sido una gira apasionante, un placer. Y ahora, a principios de año, empezamos la gira de Andy&Lucas por España. Con Andy&Lucas llevo algunos años trabajando y es una gozada, somos como de la familia. Alterno esto con conciertos puntuales que hago con mi proyecto personal. En mi página web ( www.javiercatala.es) se puede ver con anticipación las fechas de los conciertos.

¿Qué características crees que hacen destacar a un guitarrista?
Su interpretación.

¿Qué crees que define tu estilo?
Mi interpretación.

¿Qué le pides a una guitarra? ¿Y a un ampli?
Es alucinante como una misma guitarra puede sonar tan diferente dependiendo de quién la toque… y no hablo de mejor o peor, que también, hablo de distinto. De cómo imprimes más o menos presión con la púa, cómo utilizas la mano izquierda y, por supuesto, cómo mezclas pick-ups y efectos, aunque curiosamente igual ocurre con una guitarra acústica a pelo.
Como he dicho antes, una guitarra es como un espejo, proyecta lo que le das. En este momento utilizo guitarras Music-man; siento que se me adaptan como un guante, por su tamaño, sonido… Sobre su mástil parece que todo fluye. En cuanto a amplificadores, llevo Vox AC 30 por su calidez y calidad. Un amplificador debe tener esa mezcla de limpieza y grano que dé un sonido cálido, para que luego puedas añadir efectos y no pierda esa calidad. También me gusta la potencia de una cabina de 4x12 con un buen cabezal a pelo. En estudio, siempre grabo a pelo, sin efectos. Suelo grabar en los estudios PKO y La Casa de los 1000 ruidos.

¿Podrías citarnos a algunos músicos que sean, para ti, referentes?
Pat Metheny, Mike Stern, Scott Henderson, Jeff Beck, John Scofield… Y, en un contexto más rock, Steve Vai, Eddie Van Halen, Richie Blackmore, Santana, Jimi Hendrix… Por nombrar sólo guitarristas y sólo a algunos. La lista sería interminable.

¿Qué tiene que tener una banda para sonar potente?
Escucharse unos a otros. Suena irónico, lo sé, pero lo contrario ocurre más de lo que parece. Hay músicos que tocan sin importarle demasiado que no estén solos o que el mundo no gire en torno a ellos, pisando musicalmente a los demás y provocando una anarquía que hace que una banda no suene compensada. Tener claro el papel de cada uno es fundamental, buscar los sonidos, el equilibrio, los volúmenes… y respetarse. Una banda puede ser de tres músicos o de diez y, evidentemente, es muy distinto. Cada músico tendrá que saber cuál es su función. He dirigido bandas en algunas giras y siempre he tenido muy presente todo esto.

¿Qué opinas de la importancia de la sencillez?
Pues que, muchas veces, menos es más. La sencillez es muy transparente, te desnuda. Tocar algo sencillo y que sea completo es difícil, pero no por eso es peor lo contrario. En el equilibrio, como casi siempre, está la virtud.

¿Inspiración o trabajo?
Mucho se ha escrito ya sobre este tema. Sin duda, me quedo con la máxima de Picasso: “Si la inspiración existe, que me pille trabajando”. Creo que lo dice todo.

Por último, dejamos nuestro habitual espacio para que brindes libremente tus consejos y comentarios a todos los que te leen en este instante. La vida artística es complicada, y compartir las experiencias nos ayuda a sentirnos motivados para pelear.
Me gustaría acabar aportando un poco de optimismo a todos los que nos dedicamos a esto de la música. Cierto es que hay momentos en los que te cuestionas todo, pero yo siempre llego a la conclusión de que somos muy afortunados. La música es vocación, y ser músico es una forma de vivir. Merece la pena pasear tu guitarra por todo tipo de escenarios, desde el Madison Square Garden a un garito en un pueblo costero del mediterráneo y mantener el mismo espíritu. Cuando empezaba a tocar, leí con admiración a uno de mis ídolos que decía que una de las cosas que más le fascinaba de salir de gira era que podía conocer el mundo, y me emocionaba imaginar que algún día pudiera dar la vuelta al mundo con mi guitarra al hombro. Un sueño que cumplí hace unos años en una gira mundial. Conforme pasa el tiempo, vas acumulando experiencias que te llenan a un nivel existencial, diría yo. Y merece la pena.

Las tertulias entre músicos de ISP habrían quedado incompletas sin tu presencia. Muchas gracias por compartir con todos nosotros tu gran experiencia y trayectoria. En nombre de todos los lectores y del equipo ISP, gracias.
Quiero agradecer a todo el equipo de ISP la invitación de participar en esta entrevista. Ha sido un honor.

Fotografía: Fran Santander

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