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Entrevista José Fernández Torres “Tomatito”

Jose-Fernandez-Torres-ISPMusicaUno de los guitarristas con más duende del mundo
Es una gran satisfacción para nosotros poder ofreceros hoy nuestra entrevista a otro de los grandes guitarristas del panorama actual.

Poner barreras nacionales a este artista sería una locura, y por tanto, podemos afirmar que a lo largo de estas páginas, disfrutaréis de los consejos y experiencias de uno de los guitarristas con más duende del mundo. Antes de comenzar, y como es costumbre en nuestras tertulias entre músicos en ISP Música, ofrecerte nuestra hospitalidad y empatía por tu excelente trabajo, al tiempo que agradecemos tu amabilidad por brindarte a compartir tu magia con todos nosotros.


¿En qué momento intuiste que éste sería tu camino profesional?
Pues casi desde que tengo uso de razón –¡incluso antes quizás! Yo crecí rodeado de guitarras y de cante y baile. Mi padre era músico profesional de la banda municipal aquí en Almería. El tenía conocimiento profundo de la teoría musical, aparte de su afán por el flamenco; en fin, me viene de herencia, de sangre, de genes –algo que tenía que ser por las fuerzas divinas.

 

A lo largo de tu trayectoria, ¿qué media de horas diarias has dedicado al estudio del instrumento?
Yo, cuando no estoy o comiendo o durmiendo o cumpliendo con obligaciones familiares (¡tengo 6 hijos y soy abuelo con 45 años!), estoy tocando y estudiando la guitarra. ¿Una media de horas? Entre cinco en un día normal y nueve o diez cuando estoy ensayando para algo, y, luego, cuando estoy en fase de preparación de algún proyecto espacial, mi disco, el disco con Camilo, las incursiones con Carles Trepat en el ámbito clásico y de Piazzollay, ahora, que estoy terminando otro disco nuevo, pues nada, guitarrica de día, de noche y a todas horas.

 

¿Qué influencias han marcado tu estilo?
Mi estilo fundamental lo marcó José Monge Cruz “Camarón de la Isla”. Esa huella divina la llevaré toda la vida. Soy incondicional de Paco de Lucía porque cambió para siempre el concepto intrínseco de la guitarra flamenca y sigue siendo para mí el no va más. En cuanto a influencias externas, me siento identificado con las músicas del mundo árabe y he tenido la suerte de escuchar incluso tocar con grandes figuras de esa esfera. El jazz es un mundo que por defecto abre el oído a una gama de posibilidades armónicas enormes en cuanto a la improvisación, no solamente porque conozco de fondo la obra de Wes Montgomery, Pat Methenty, George Benson, Django Reinhardt, por citarte a cuatro figuras muy diferentes en su ideología guitarrística, sino también por el legado de grandes leyendas como Miles Davis, Charlie Parker, Mingus y todos esos genios. Mi amigo argentino Luis Salinas me ha animado e inspirado mucho en esa dirección. Luego, el trabajo con Michel Camilo me permitió salir de la rigidez rítmica del flamenco, entender mejor el concepto latino, el bossa nova. En definitiva, todo lo que escucho e incluso cada vez que coincido en un evento con gente de otros estilos se queda de algún modo en mi memoria subconsciente. Dicho esto, mi lema es “un flamenco tiene que tocar flamenco” y como eso es lo que yo soy, me permito el lujo de explorar, tentar, observar, coger prestado, sin pretender en ningún momento desviarme de mi identidad propia.

 

Existen abundantes diferencias técnicas entre la ejecución del guitarrista flamenco y un guitarrista “eléctrico” ¿Crees que es compatible, o por el contrario crees que se trata de dos “especialidades” demasiado diferentes como para ser compatibles entre sí?

Es cierto pero creo que la “compatibilidad” puede existir independientemente de lo que es la estricta técnica. El entendimiento musical entre dos o más músicos nace a otro nivel, surge o no surge en función del paralelo que pueda haber en lo creativo. Todo es posible, siempre que radique en una sinceridad artística.

Hay momentos en los que un guitarrista se siente encerrado entre sus escalas y fraseos preferidos o habituales, cerrándose las puertas a la evolución como músico. ¿Qué recomiendas para conseguir la ampliación de recursos y evitar el encajonamiento?
Sí, todos pecamos de estancarnos en algún momento. Incluso hay falsetas o acordes que personifican el artista y sabes quién está tocando sin que te lo digan. Es fundamental tener la mente abierta y no hacer concesiones al temor. En alguna ocasión he cogido un tema estándar tipo “Bésame mucho” y al principio es raro, ¿qué hago yo haciendo esto? Y me la aprendo y encuentro un acorde que siempre he utilizado pero con cambios de raíz, lo pruebo cambiando de clave, metiéndolo por un formato rítmico flamenco. Mente abierta, corazón abierto, oído abierto ... es la única manera.

 

¿Crees en la inspiración, y, en ese caso, que la monotonía puede llegar a bloquearla?
Naturalmente he pasado rachas de inapetencia creativa. Tengo la suerte de tener una vida profesional muy variada y viajo constantemente. Luego, la inspiración me puede venir en cualquier momento inesperado y no necesariamente vía la música. El paisaje, las vibraciones de una ciudad nueva, un cuadro o una escultura, charlando con amigos, incluso viendo a mi niño jugar. Aunque mi capa exterior lo oculte, dentro hay una sensibilidad aguda.

¿Cuáles son tus guitarras preferidas y qué buscas en ellas?
¡Tengo una pila y me gustan todas! Ahora mismo estoy con una de Hermanos Conde. Busco la excelencia en el mecanismo de afinación, facilidad de movimiento para la mano izquierda (mástil, diapasón...), y una resonancia que le vaya bien al sonido flamenco, que no pierda nitidez con o sin amplificación.

Muchos guitarristas de blues, te han mencionado como uno de sus guitarristas preferidos, lo cual, en parte (y solo en parte, ya que me sumo esta elección) me ha sorprendido al tratarse de una rama alejada del flamenco. En tu caso, ¿qué guitarristas nacionales e internacionales destacarías?
El flamenco ortodoxo y el blues nacen de la opresión y del sufrimiento. Los dos comparten un elemento de “duquela” (pena) y es normal que se reconoce mutuamente ese sentimiento. Son músicas jondas.
Aparte de los anteriormente citados, admiro a monstruos como Santana, B.B. King, Chuck Berry, Eric Clapton, John Williams. Aquí hay talento pa’ reventar y un montón de jóvenes increíbles. Moraito chico, su hijo diego, mi primo Raimundo Amador..., una lista interminable de compañeros y colegas. ¡Y Paco de Lucía!

Hablando de tu último trabajo discográfico, ¿qué evolución crees que podemos percibir en él, y qué parte de tí encontramos en el disco?
Estoy metido en faena a ver qué sale. De momento, me está saliendo una cosa muy flamenca, sin colaboraciones del jazz. Sólo puedo decir que habrá buenos cantaores ahí conmigo. He trabajado también con Paco para el disco que va a sacar ahora en otoño. Hemos hecho una bulería en la que hemos cogido cosas de Camarón para homenajearlo. Eso ha sido la gloria. Ha quedado un disco precioso. Se lo he dicho a Paco: hace mucho tiempo, que no me emociono con un disco de guitarra y con este sí.

En cuanto a directo, ¿en qué puntos de la geografía podremos verte a partir de diciembre de 2003?
Pues ahí estamos apuntando cosillas que van saliendo; a principios de año voy a Istanbul nada menos. Las fechas que se van cerrando definitivamente aparecen en mi pagina web ; espero ir por toda España como pasa cada año. Me apetece Galicia, País Vasco y sitios así, que me encantan y tengo poca oportunidad de ir. A ver lo que va saliendo tras el lanzamiento del nuevo disco. En junio estreno “Sonanta suite” en el Auditori de Barcelona. Por primera vez toco con orquesta sinfónica, que es toda una aventura pero con el maestro Joan Albert Amargós al timón, pues está la cosa bendecida. Luego hay cosillas en Japón, Austria y a lo mejor vuelvo a EE.UU., donde hice una mini gira en primavera.

Satisfaciendo la curiosidad de nuestros seguidores más encaminados al audio, ¿cuál crees que es la mejor forma de amplificar y/o grabar una guitarra: dos micros, previos, previo y micro, otras...?
Mi gurú técnico es Pepe Paradas, que viene conmigo adonde voy. Él me trae un Neumann KM 184 y utiliza un previo Avalon VT 737. Para las grabaciones tengo un estudio en casa en el que hago cosas digitales, pero normalmente me dejo guiar por el productor de la grabación y lo vemos desarrollando juntos en función del resultado o del aire que queremos conseguir.

Por último y con carácter de pregunta abierta, para que añadas aquello que te apetezca transmitir a todos nuestros lectores, ¿qué recomendarías a todos aquellos músicos, sean guitarristas u otros instrumentistas, que luchan por aprender y hacerse un hueco en el sector profesional?
Humildad, sinceridad y hacer cosas por el simple hecho de darte el gustazo de estar y participar. El dinero es lo de menos al principio. Todo esto es, en definitiva, cuestión de suerte y circunstancias, el momento y lugar adecuado.

A lo largo de mi trayectoria personal como músico, he aprendido muchas cosas que no esperaba como relacionadas con la música, y que, por el contrario, ahora forman parte de los principios que más estima tengo dentro de los relacionados con ella: el respeto, la conexión humana entre músicos y la capacidad de entendernos profundizando, atravesando la superficie y siendo capaces de conocer una parte del alma del artista al que escuchas, por el simple hecho de entender su lenguaje sonoro, pese a que no cruces palabras. De esta forma y en nombre de todo el equipo y habituales seguidores de Instrumentos y Sonido Profesional, te ofrecemos nuestro humilde pero completo reconocimiento. Gracias a José Fernández Torres, Tomatito.

Notas biográficas
José Fernández Torres, "Tomatito", nació en Almería en 1958, en el barrio de Pescadería. Su familia, vinculada a Almería desde bastantes generaciones, posee una larga tradición musical, sobre todo en lo que al toque de la guitarra se refiere. Ya su abuelo Miguel Fernández Cortés era habitual en las fiestas privadas de principios de siglo y muy conocido entre los jóvenes aficionados a las rondas nocturnas, que en nuestra capital eran tradicionales, por hacer dúo con su hermano Antonio Fernández Cortés, que tocaba la bandurria.

Su padre José Fernández Castro era aficionado a la guitarra en la intimidad de su hogar y tocaba el clarinete en la Banda de Música de Almería. Hermanos de éste, y por tanto, tíos de Tomatito son Antonio, que tocaba la bandurria en su juventud y que ha desarrollado su carrera como guitarrista en Francia, tocando para tan grandes artistas como Paco Isidro, y “El Niño Miguel”, virtuoso de corte clásico que ha desarrollado su carrera en Huelva, donde reside en la actualidad.

José crece en un entorno íntimamente relacionado con la música y especialmente con el flamenco. Sus primeros acordes los aprende de su padre y de su abuelo, mostrando desde pequeño una gran intuición musical y una habilidad casi innata.

Su debut como guitarrista de acompañamiento no se hace esperar. Lo presenta José Sorroche en la peña “El Taranto” con sólo 10 años de edad. Este recital, donde se presenta como Pepín Fernández, fue ampliamente cubierto por la prensa local, como si el caprichoso destino quisiera que este personaje gozara de cierta notoriedad ya desde su primera intervención pública. A partir de este momento, su relación con dicha peña es estrecha, y es reclamado para acompañar a muchos de los cantaores que ésta contrata.

En 1970, su padre, “El Tomate”, en 1970 se ve obligado a trasladarse con toda la familia a Málaga, donde trabaja tocando el clarinete en distintas orquestas de esta ciudad. Allí entabla conversaciones para que su hijo trabaje en el local de La Cañeta ubicado en Marbella, y Tomatito asiste diariamente a este tablao acompañado por su padre.

Posteriormente es contratado en la Taberna Gitana incorporándose al cuadro flamenco del local Bailaban la Kika, y Pepito Vargas, entre otros, y tocaba la guitarra Pedro Escalona. Además de acompañar al baile, Tomatito hacía un sólo que generalmente era “Entre dos aguas” de Paco de Lucía. Completaba su formación en esta época con Pedro Blanco y Enrique Naranjo. Esta etapa, que duró 3 años, es esencial en su carrera ya que, con espectadores de excepción como Pansequito, Lebrijano, Paco de Lucía y el propio Camarón de la Isla (figuras señeras que conformaban su máxima referencia), acompaña a cantaores de reconocido prestigio. A Paco de Lucía lo conoció un día que apareció acompañado de Los Marismeños en la caseta que la Taberna Gitana montaba en la feria de Málaga. Camarón, que entonces trabajaba en el Torrebermejas, viajaba a Málaga con asiduidad. Cuando José contaba con 15 años, Camarón de la Isla se encontró sin guitarrista en un festival que tenía lugar en Málaga; alguien expuso la idea de llamar “a ese chaval de la Taberna Gitana que tocaba bien las cosas de Paco”, a lo que Camarón accedió. Éste sería el primer encuentro que Tomatito tendría con José Monge Cruz, en una relación profesional que duró 18 años, hasta la trágica desaparición del genial cantaor.

A partir de ese momento, Camarón lo empieza a llamar esporádicamente, cuando Paco Cepero, entonces su guitarrista habitual, tenía otros compromisos profesionales. Algunas de estas actuaciones tuvieron lugar en Salamanca, Valencia, Festival de Alhaurín de la Torre, etcAbandona la Taberna Gitana para ir a Madrid con Pansequito, permaneciendo con éste durante 5 meses. Ésta es la primera y única Navidad que José pasa fuera de su casa. Esa noche estuvieron en Los Canasteros, disfrutando de una actuación de la Susi.

En su trayectoria con Camarón, Tomatito ha alternado los multitudinarios recitales con éste por España y el extranjero con actuaciones en peñas y festivales, acompañando a grandes figuras del flamenco como Enrique Morente, la Susi, Vicente Soto 'Sordera’, Pansequito, José de la Mercé, Chano Lobato, Terremoto de Jerez, Antonio Mairena, Juanito Villar, Rancapino y un largo etcétera.

  • En el certamen "El Giraldillo del Toque de la III Bienal de Arte Flamenco de la Ciudad de Sevilla" en 1984, con Juan Villar al cante y Farruco al baile.
  • Las efectuadas en Madrid durante los festivales de la Cumbre Flamenca en el Teatro Alcalá Palace en 1985.
  • En el V Festival de Jazz de Madrid en 1986 con la orquesta Ray Barretto.
  • En el Festival de Verano de la Villa del Ayuntamiento de Madrid en 1991.
  • Y en Teatro Lope de Vega de Sevilla, con Parrita al cante.

    En esta última actuación, habiendo empezado José a tocar, no entendía que el público se exaltara de pronto. Su sorpresa fue descubrir que Camarón había subido al escenario y se había sentado a su lado sin que nadie lo hubiera contratado. Cuando después preguntaron al cantaor por su inesperada aparición, contestó que “no siempre se canta por dinero”. Ésta es una de las muchas muestras de los lazos que unían a ambos artistas y de su calidad humana.

    Por su estrecha relación con la Peña el Taranto de Almería, obtiene en 1985 el emblema Taranto de Oro y en 1988 el Premio "Lucas López.
    Durante esta época, Tomatito se configura como uno de los más prestigiosos guitarristas de acompañamiento del panorama nacional. Su estética musical aparece perfectamente ensamblada con la de Camarón, con un sonido propio, flamenquísimo, en el que consigue integrar los silencios como parte de la melodía, así como aprovechar con absoluta sintonía la cadencia de los cantes desarrollados por Camarón.
    "La leyenda del Tiempo" de 1979 es el primero de una amplia discografía acompañando a Camarón. En "Como el Agua" (1981), tiene la oportunidad de trabajar con su ídolo, Paco de Lucía, con el que establecerá a partir de ese momento una relación de respeto y profunda admiración. Siguen en la lista Calle Real (1983 Viviré (1984), Te lo dice Camarón (1986), Flamenco Vivo (en directo, de 1987), Disco de Oro (recopilatorio, de 1988), Soy gitano (1989), Autorretrato (mezclas, rarezas, 1991), Potro de Rabia y Miel (1992), última grabación de Camarón donde vuelve a encontrarse con Paco de Lucía, Camarón Nuestro (1993), París 1987, Directo (1999) y Camarón, Antología Inédita (2000).

 

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