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Alhambra Cross Over. Cruce de acústica y clásica.

Hemos recibido de manos de Alhambra una guitarra para realizar un banco de pruebas. He de confesar que, hasta el momento en que la desembalé, no sabia de qué se trataba, y puedo garantizaros que fue grande mi sorpresa. Nada más abrir el paquete, lo primero que me llamó la atención fue su estética, en especial el bonito diseño de la pala y el puente, con una curiosa combinación de ébano y arce para este último. Lo siguiente que observé fue que el mango era más estrecho que el de una clásica y que el diapasón de ébano no era plano; entonces comprendí el porqué de su nombre: esta guitarra es el cruce de una clásica y una acústica. A continuación la describiré parte por parte.



Tapa
La tapa es de abeto, presenta una veta bastante apretada y libre de nudos u otro defecto. El abeto tiene un timbre más brillante que el cedro, pero a diferencia de este, necesita de más tiempo para dar todo su potencial una vez que la tapa es montada en la guitarra. En este caso, el timbre es muy agradable y el sonido muy vivo y con sustain, por lo que creo que promete mejorar con el tiempo y el uso. Las barras armónicas y el varetaje en abanico están pulcramente encolados y han sido correctamente labrados, lo cual, sin duda, contribuye a la buena respuesta acústica de la tapa que, además, presenta una buena estabilidad estructural. Como ya comenté anteriormente, el puente tiene un original diseño que se sale de lo convencional, combinando arce y ébano, el cual está perfectamente en sintonía con el diseño de la boca, que es de ébano y está circundada por una bonita y discreta cenefa, así como por un fileteado en arce y ébano.

Aros y fondo
Los aros y el fondo son de Palosanto de India y están correctamente emparejados.
La unión de los aros en la culata está rematada con una pieza de arce, el mismo material que es utilizado para el perfil de contorno.

Examinando el interior, nos encontramos con la misma pulcritud que en la tapa. Los contra-aros, refuerzos que sirven para unir tapa y fondo a los aros, son de madera maciza, y los rebajes donde se alojan las barras transversales están correctamente hechos, además, se han añadido refuerzos verticales entre los contra-aros de fondo y la tapa, dando así más estabilidad estructural a la caja de resonancia.

Mango, diapasón y zoque
El mango, como ya he comentado, es más estrecho que el de una guitarra clásica, y el diapasón tiene un radio o curvatura de 14 pulgadas, por lo que los músicos que estén acostumbrados a las guitarras acústicas y eléctricas se sentirán como en casa. El reducido grosor del mango, unido a la curvatura del diapasón, hace que la ejecución sea muy cómoda, pero al llegar al zoque, concretamente en la zona del cutaway, cuesta un poco más tocar sobre los últimos trastes, lo que quizás se solventaría vaciando un poco más la madera en esta zona, para permitir que el dedo pulgar se posase de manera más cómoda; aunque aquí me temo que estoy pecando de perfeccionista y es un pequeño detalle que, a no ser que vayas buscándolo, como es el caso, a buen seguro pasa desapercibido. La cabeza presenta una chapa de palosanto con una pieza de arce en la que se inserta el logo del fabricante, otro acierto en cuanto a estética por parte de Alhambra. El diapasón de ébano presenta un color uniforme, los trastes están bien instalados y rematados en sus extremos, y sin ninguna arista que raspe la mano al deslizarla por el mango.

Acabado, clavijeros y huesos
La guitarra tiene un acabado brillante, el cual está correctamente aplicado y aparenta no tener demasiado grosor, otro factor que ayuda a mejorar la respuesta de los instrumentos acústicos. Desconozco la marca de los clavijeros, pero realizan su función perfectamente y están en armonía con la estética general del instrumento. La cejuela y la silleta del puente tienen en su parte superior la misma curvatura que el diapasón, lo que permite que las cuerdas tengan una altura proporcional sobre el mismo. Están construidos con material sintético de calidad, opción preferida por muchos constructores como alternativa al tradicional hueso y que, en muchos casos, proporciona mejores resultados que este último, especialmente a la hora de trabajar con sistemas de captación piezo eléctricos y similares.

Tacto y sonido
Como ya he comentado, el mástil tiene un tacto muy similar al de una guitarra acústica o eléctrica, pero la acción viene ajustada de fábrica un poco alta, con unas medidas de 3,8 mm para la sexta cuerda y 2,8 mm para la primera. Midiendo desde la parte superior del doceavo traste hasta la parte inferior de la cuerda, se podría reducir esta altura en casi un milímetro sin problema, e incluso un poco más en caso de no utilizar púa o hacer rasgueados muy agresivos; asimismo, la altura de cuerdas en cejuela también podría reducirse.

El sonido “sin enchufar” ya ha sido comentado en el apartado dedicado a la tapa, por lo que pasaré directamente a comentar cómo es a través del sistema Fishman, en este caso, el modelo Prefix Problend, el cual aúna la captación por micrófono y pastilla bajo la silleta del puente. Para la pastilla del puente, Fishman no utiliza el tradicional sistema piezo eléctrico, que capta las vibraciones únicamente a través de la silleta y por la presión que ésta ejerce sobre él, en su lugar se emplea un sistema desarrollado por la firma que capta las vibraciones de la silleta y de la tapa armónica a través del puente y en toda la longitud de la pastilla, lo que se traduce en una respuesta más natural. El micrófono va montado en el chasis del previo, y usado con mesura permite, en combinación con la pastilla del puente, añadir aún más naturalidad al sonido. En primer lugar, comentar que el manual de usuario de Fishman trae varias ideas para ajustar los controles del previo y son de gran ayuda a la hora de tener un punto de partida sobre el que ajustar de forma más precisa los mismos.

Tras poner la ecualización plana en mi amplificador habitual, comienzo con hacer unos ajustes preliminares en el previo, tal y como el fabricante recomienda, y a ajustar el volumen del amplificador, ligeramente más alto que el que reproduce la guitarra acústicamente. A partir de aquí, paso a realizar ajustes más precisos, básicamente de oído; para ello situó la guitarra sobre un soporte, quedando el instrumento a mi derecha y el amplificador a mi izquierda, todos los ajustes son realizados mediante los controles del previo Fishman y dejando la ecualización plana. Primero pruebo con las cuerdas al aire y voy subiendo, nota por nota, a través del diapasón, utilizando una cejilla mecánica. Mediante el control “blend” voy mezclando la señal de pastilla y micrófono hasta dejarla aproximadamente a una proporción de 60 y 40%; con los controles “notch” y “phase” voy controlando el feedback y las resonancias indeseadas.

Cuando percibo que el sonido que me llega por el oído derecho es similar al que llega por el izquierdo, decido que es el momento de coger el teléfono y llamar a un amigo guitarrista para poder tener una percepción más real y contrastar la mía con la suya.

Tras probar con diferente estilos, técnicas y pequeños reajustes en el previo conseguimos reproducir, si no igual, si de manera muy similar el sonido de la guitarra a través del sistema Fishman. Este método para ecualizar es muy recomendable, ya que así conseguimos interiorizar el sonido del instrumento y saber qué es lo que queremos oír, independientemente del sistema que utilicemos de amplificación, siempre y cuando éste tenga una mínima calidad; asimismo, podemos mejorarlo aún más si disponemos de una buena EQ y procesadores de señal. Pop, jazz, bossa y, en general, la fusión de estilos son muy bien recibidos por la Cross Over; no cabe duda que esta guitarra será de especial interés tambien para los cantautores. Tanto con púa como con dedos, o combinando ambos, se puede sacar timbres muy agradecidos. Para mi gusto, como mejor sonaba era con dedos con un poco de uña, ya que el sonido era cálido pero con definición. Éste es un instrumento ideal para todos los guitarristas eléctricos o acústicos que tenga interés por el timbre de las cuerdas de nailon, ya que la técnica de su mano derecha se verá escasamente afectada, gracias a las medidas de mango y diapasón, y les hará seguramente explorar otros territorios. Yo, por mi parte, ya he sacado del armario un método en DVD de Bossanova y un libro de fingerstyle jazz, la navidad está cerca y, la verdad, este año he sido muy bueno.

 

16/12/2007

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