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Takamine EG540C. Mucha acústica por pocos euros.

Txt: Jorge Quesada

Introducción
La firma Takamine se ha hecho un importante hueco en el sector de las guitarras acústicas. Pocos son hoy en día los guitarristas que no conocen o han oído hablar de esta marca. En números anteriores han pasado por nuestras manos otros modelos de esta compañía, dejando un buen sabor de boca tras las pruebas. Se trata de instrumentos bien fabricados, con buenos resultados y, tal vez lo que mejor ha enganchado con la mayoría del público, un precio bastante competitivo.

Dada la promoción ISP en la que regalamos esta guitarra (puedes informarte en la página 41), qué mejor que ponerla a prueba antes, para saber con certeza de lo que estamos hablando.

Primeras impresiones
La guitarra llegó rápida y perfectamente embalada. Tal vez os pueda parecer una anotación de poco interés pero, por el contrario, nos dice mucho de las condiciones en las que se mueven los instrumentos antes de llegar a las tiendas y la rapidez en su distribución. Datos que se deben tener en cuenta.

Al desembalar nos encontramos una guitarra de buenos acabados, aspecto natural terminado en brillo. El enfoque de esta serie, según el fabricante, es el de instrumentos para el guitarrista semi y profesional, en formatos Jumbo, Nex y Western. Nuestro caso de hoy, EG540C, pertenece a la categoría Jumbo. Entre sus peculiaridades encontramos la cejilla modificada, lo cual ayuda a la consecución de una óptima afinación y octavación.

Tocando desenchufados
Bajo un tacto medio, ni especialmente duro ni básicamente blando, pasamos las primeras frases tras afinar. Aportar aquí el dato de su facilidad de afinación; me desesperan las guitarras que se "vuelven locas" y se resisten a ser afinadas. No es el caso de nuestra invitada, que se prestó dócil y amistosa a su templado.

El sonido es muy definido y matizado. Tal vez algo duro, lo cual, bajo mi punto de vista, se adapta estupendamente a unos tipos de interpretaciones o estilos más que a otros. En cualquier caso, con una personalidad concreta. El empaste entre cuerdas es bueno y la relación de volumen (o estridencia) entre agudos medios y graves está equilibrado, es decir, no existen cuerdas o notas chillonas.

Terminando el apartado del sonido sin amplificar, comentar que encontré calidades más que razonables con relación al precio de venta. Se trata de una guitarra de precio medio y, por tanto, hay que exigirle calidad sin perder de vista lo que cuesta. Siempre que pruebo acústicas me detengo especialmente en tres resultados: la guitarra en acordes (abiertos y cerrados), arpegios y solos. Cuando tocas en acordes abiertos se percibe bien la profundidad, cuerpo y volumen del instrumento; tocando acordes cerrados percibo si el sonido se queda demasiado "seco" y en solos busco la definición de la nota y el timbre que me brinda. Frente a estas tres escuchas, la Takamine mostró volumen sobrado en abiertos, cierta necesidad de presión en los acordes de cejilla y sonidos en solo muy brillantes y definidos. El apartado de melodías fue el que más me gustó de todos.

El previo y su sonido enchufada
Se trata del nuevo previo de Takamine TK40. Bastante completo pues nos brinda las tres bandas de ecualización, control de ganancia, atenuador de medios, filtro de acoples, bypass, indicador de batería y algo que siempre se agradece: el afinador incluido.

He de confesar que me sedujo más el sonido electrificado que el acústico. Tal vez porque pude manipularlo a mi antojo, adaptando los niveles de graves, medios y agudos según mis preferencias. Me gusta la claridad y precisión de las notas emitidas. Esa dureza sonora, de la que os hablaba en la sección anterior, también se manifiesta en este apartado, aunque con la versatilidad que nos brinda el previo podemos "reajustarla".

No me ha parecido una guitarra especialmente dulzona. Aunque responde bien en ritmos como "colchones" en una base (de un tema) si la recortamos un poco en frecuencias estridentes. De forma contraria, ese exceso de brío es magnífico para hacer solos con una, dos y tres cuerdas, mostrándose con ventaja frente a sus competidoras en estilos musicales en los que demandemos carácter y cierta dureza tímbrica.

Acabar elogiando el previo, pues parece muy fiable para sesiones en directo y capaz de controlar a la perfección los acoples.

Conclusiones
La elección de una guitarra acústica es, para mi gusto, especialmente personal. Las variaciones en el sonido dentro de las mismas calidades y precios son realmente notables. Esto no quiere decir que una guitarra sea peor que otra; seguramente para determinados gustos y estilos irá mejor un sonido duro, para otros dulce y meloso, brillante, apagado, etc.

Por tanto, y dado que el gusto de cada uno en cuanto al sonido no influye en las calidades, baso mis conclusiones en parámetros como la buena octavación, su estabilidad, la buena calidad del previo y sus amplias posibilidades, los buenos acabados y, como no, un precio muy sensato para tratarse de guitarra semiprofesional.

 

17/07/2006

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