Martin DCX1E. Una Martin es una Martin.
- Escrito por Román Vega
- Publicado en Guitarras acústicas
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Antes de someter una nueva guitarra Martin a banco de pruebas, estuvimos dudando entre probar la DXE de 848 €, la DCX1E de 1019 €, la 00016GT de 1499 € o la JC16GTE de 2147 €. Finalmente optamos por probar una cosa intermedia en precios para que tuvierais una referencia de un punto equilibrado. No obstante como veis, existen alternativas más económicas y (como era de esperar) más altas de precio.
Ya se han realizado con anterioridad algunos bancos de pruebas de estas conocidas guitarras acústicas. En torno a ellas se suele debatir entre los parámetros "son las mejores" o " tienen mucha fama pero son caras". Digamos que este enunciado es el esqueleto de la polémica habitual entre guitarristas que ha-blan de Martin.
Al margen de mi opinión personal, a las pruebas me remito. Lo cierto es que cuando abrí la caja me inundó un esplendoroso olor a maderas nobles, tras sorprenderme por ciertos detalles que os relato más abajo, rápidamente afiné la guitarra y pasé algunos acordes, arpegios y frases. Mi impresión inicial tras tocar con la DX1E fue la de: "el debate dirá lo que quiera, pero una Martin es una Marin". Parámetros de sonoridad, dulzura, perfecto empaste, octavación, cuerpo, brillo... en fin, una maravilla de guitarra.
Está claro que cuando una firma rebota de boca en boca y se convierte en una marca legendaria es por algo. Cuando tocas con una Martin, independientemente de si te gusta más o menos su sonido, te das cuenta de por qué todo el mundo habla tan bien de ellas.
Desembalando, acabados y aspecto
Este es uno de los puntos que más me sorprendió. El acabado es natural pero, natural natural. Lógicamente el instrumento está protegido por los barnices apropiados, pero su look es de madera natural, casi parece recién lijada. Se aprecian las vetas de las diferentes maderas empleadas (tapa, aros, fondo, mástil) y su aspecto es totalmente "crudo". Acabados mate y, por tanto, de escaso brillo.
En cuanto al diseño, tiene su toque personal ya que es algo más "plana en curvas" que otras guitarras de la competencia. Una guitarra ligera, de tacto (en maderas) muy agradable y con un buen diseño en curvaturas, incluyendo el cómodo cutaway que apreciáis en las fotografías.
Materiales de construcción y tacto
Ese olor que os describía al inicio ya era significativo, pues hablaba de riqueza en sus materiales. Tapa sólida de abeto y costados y fondo acabados en patrón de caoba. Al hilo de sus materiales y ensamblaje viene atada la perfecta octavación, su gran estabilidad de afinación, el equilibrio tonal entre sus cuerdas, el cuerpo magno (grueso, rico) en su sonido y la dulzura de sus agudos, nítidos, definidos, pero nada estridentes.
Otro aspecto que ha llamado poderosamente mi atención es la suavidad de su tacto. Cuerdas extremadamente flexibles (para tratarse de una acústica). Una guitarra cómoda de tocar y que no requiere apretar con toda tu alma para conseguir sonidos limpios.
El sonido desenchufada
No he podido contenerme en párrafos anteriores y he ido desvelando algunos de sus secretos. Para ser sinceros, en la última temporada he estado tocando con acústicas de renombre de la competencia de Martin. El sonido me resultó bastante distinto. Inicialmente me parecía poseer menos cuerpo, pero no. Tocando un poco más descubrí que existía un notable cambio de frecuencias entre otras guitarras de otra marca y ésta. Lo que fui consolidando en mi cabeza es que su equilibrio entre agudos, graves y medios era mucho más natural y empastado de lo que conocía en otros modelos. Tal vez, esta circunstancia hace "peor" el sonido para pasajes muy concretos, pero sin duda convierte a la Martin DX1E en mucho más versátil, o mejor, en un instrumento de resultados más ideales en una gran variedad de estilos.
Coincidiendo con mi experiencia tocando otras guitarras de esta firma, encontré la característica dulzura Martin. Me gusta mucho este sonido. Experimenté la sensación (que pocas veces recibo) de disfrutar de lo que estaba tocando con añadidos tímbricos que me regalaba la Martin; cada vez que tocaba algo pensaba: "que bien suena esto".
Resumo en un sustain muy prolongado, cuerpo abundante pero dulce, definido y nada opaco. Ahora sumamos una definición de agudos muy "relajante" (permitidme el uso de esta palabrería para intentar describir el sonido). Agudos con presencia, definición y sobre todo, dulzura. El conjunto de todos estos elementos configuran unos rasgueos especialmente atractivos, bajo mi punto de vista. El resultado es parecido en arpegios, dulzura, mucha definición, perfección de afinación y empaste. Con respecto a los solos o frases de una cuerda, se hace agradable lo blando en su pulsación a través del diapasón. Tal vez, en este último campo he encontrado más rotundidad en otras (solos), pero cuando en Martin combinas el sonido de una cuerda entorchada con una lisa, se produce una magia difícil de superar por otros instrumentos. En definitiva, he disfrutado de cada nota que he pulsado en este modelo de la compañía.
El previo y sonido enchufado
Inicialmente tuve la impresión (a la vista) de un previo muy sencillito y básico. Sus parámetros son: volumen, presencia, agudos, medios y graves. Antes de emitir juicios enchufé los jacks y me puse una base sobre la que estoy trabajando. La intención, comprobar cómo encajaba la guitarra en un entorno de trabajo.
Mi opinión sobre el previo varió. Lo cierto es que es en efecto sencillo, lo que pasa es que el sonido en plano de la Martin es tan adecuado, que con los elementos de control de los que disponemos en el Fishman (previo) tenemos más que suficiente para hacer lo que nos dé la real gana.
Me gustó mucho como se adaptaba la guitarra a los diversos temas que le iba "proponiendo". En otras ocasiones (y otros instrumentos), he tenido que recurrir a micros para quitarle grosor o estridencia a las acústicas, puesto que si grababa directamente con el previo (especialmente rasgueos), posteriormente tenía que pasar horas trabajando la EQ y compresión para que la acústica no se "merendara" todas las pistas (es decir que no tapara todo por sonido gordo y chillón). Con esta guitarra, he notado mejor empaste y una menor demanda de retoque posterior en el entorno de la grabación.
Conclusión
Tras este banco de pruebas se refuerza mi idea (ya forjada anteriormente) sobre las excelencias de Martin&Co. Este modelo me ha sugerido ese encanto especial que me trasmiten algunas guitarras por la belleza de su sonido y lo bien que suena todo cuando tocas. Para los retractores por precio, está claro que no se trata de un instrumento barato, pero discrepo radicalmente de la idea de que las Martin viven de la fama, pues tienen mucho que ofrecer. Esta guitarra vive de su gran calidad y los euros que pagas te brindarán notables recompensas, al menos esa es mi opinión. Tras probar una buena guitarra siempre queda en mi cabeza la idea de que es mejor tener un buen instrumento que tres mediocres y, por tanto, a veces merece la pena esperar para ahorrar. Finalmente, concluyo en que lo ideal es probar la guitarra y comprobar personalmente si el sonido encaja, pues habrá a quien le vaya mejor y a quien peor; en cualquier caso es una cuestión de gustos, pues la guitarra, de cualquier forma, es una joyita.