La segunda edición del Festival Electrónica en Abril tendrá lugar los días 31 de marzo, 1 y 2 de abril en el Espai Cultural de Obra Social Caja Madrid en Barcelona. En total, se ofrecerán nueve conciertos punteros en música electrónica experimental, en un festival que recorre el estado actual de la electrónica de forma viral, buscando los contagios e infecciones de estilos que han convertido este último año en uno de los más atractivos e interesantes que se recuerdan.
El repertorio lo encabezan, el jueves 31 de marzo, Rene Hell, Forest Swords y Cooly G. Los conciertos que se llevarán a cabo en la Sala B del Espai Cultural Caja Madrid son Rene Hell, el último alias del ruidista norteamericano Jeff Witscher, y Forest Swords, el enigmático productor y músico que teje sonidos ricos en texturas que se van hilvanando a partir del suntuoso legado musical de la ciudad del Mersey. El concierto del City Hall, estará a cargo de Cooly G, futbolista semiprofesional y productora/dj procedente de Brixton.
Para la sesión del viernes 1 de abril, en el Espai Cultural Caja Madrid tocarán Raime, un dúo rodeado de misterios que busca reconfigurar la composición electrónica como una fuerza inquisitiva física y emocional, y, en segundo lugar, será el turno de Hyetal, capaz de combinar de forma brillante post dubstep, nugarage y electrónica efervescente. Y en la sala City Hall, sonará Anika, proyecto de una periodista y cantante que ha contado con la producción y apoyo de Geoff Barrow (miembro de Portishead) y su banda de Bristol Beak.
El último día del festival, sábado 2 de abril, la música de Eleh, espectro sonoro y resonancia en estado puro, y el guitarrista vanguardista Kevin Drumm serán los encargados de cerrar los conciertos en la Sala B. El último grupo en actuar del ciclo son Elektro Guzzi, un trío austríaco que sólo con guitarra, bajo y batería es capaz de recrear lo mejor del techno. La última actuación tendrá lugar en la sala del City Hall.
Noise, kosmische, dub vestido de pop bastardo, drones, dusbtep, funky, techno, no wave, minimalismo, hauntology, R&B... Lo mejor es olvidar las etiquetas y disfrutar de este nuevo presente, que es paradigmático por la forma en que los diferentes estilos y registros musicales actúan como auténticos virus, multiplicando sus formas al influir sobre otros estilos. La red y los nuevos modos de consumo han hecho posible todo esto.
Si la electrónica del siglo XXI es más que nunca un cajón desastre en el que se mezclan muchos estilos no siempre bien definidos junto a lenguajes perfectamente codificados, es sobre el escenario donde las ideas cobran ahora una nueva dimensión, sintomática de que la distancia que separa a artista y público es cada vez más pequeña. Nos encontramos ante un cambio de paradigma en lo que a la música se refiere, mucho más evidente en la escena electrónica.
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