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Bogey acoustic AC30R, coqueto y a buen precio.

Curioso y sorprendente. Desde luego los 206 € (iva incluido) de este amplificador dan bastante de sí. Comenzamos resaltando la diferencia entre Mesa Boogie y BOGEY, dado que pese al parecido del nombre en las marcas, los amplificadores son diferentes y marcas bien distintas.

Hecho este matiz, nos centramos en el análisis en profundidad de este pequeñin de aspecto muy cuidado, estético y bastante completo.

El look
Lo cierto es que al abrir la pequeña caja de este combo, compacto y ligero me sorprendió su agradable acabado. De color marrón y con el panel de control (metálico aparentemente) con acabado en símil madera. Abajo una rejilla negra que protege y salvaguarda los altavoces. Una práctica y cómoda asa se eleva en la parte superior de este amplificador, lo que facilita (como en la mayoría de los combos) su transporte, aunque en este caso sus reducidas dimensiones y peso le hacen ideal para deambular junto a su guitarrista de un lado a otro.

A prueba
Conexiones
Enchufado el Bogey AC30R a la red eléctrica y con nuestro jack/jack como cordón umbilical hacia la guitarra, comenzamos nuestro repertorio de pruebas. Por una parte resaltar la buena conjunción de entradas y salidas: formatos XLR, Jack ¼ y RCA. Éste abanico nos garantiza una buena flexibilidad de entradas y salidas para guitarra, micro e incluso algún "cacharro" auxiliar.

Ecualizador y Notch
Superada la fase de conexiones nos detenemos en el ecualizador que junto al potenciómetro "NOTCH" (60 Hz -1kHz) confiere una absoluta ductilidad al sonido de nuestro instrumento. Si enchufamos nuestra guitarra acústica o cuerdas de nylon (clásica, flamenca...) - instrumento ideal a amplificar por este Bogey - , obtenemos excelentes resultados. Poco más que añadir al respecto, calcula tu sonido lineal en la acústica y ahora piensa en poderlo moldear mediante 5 bandas de ecualización y Notch.
Quedé gratamente sorprendido con la buena definición y facilidad de moldeo del sonido de mi guitarra a través del AC30R.

Los efectos
Rizando el rizo y terminando de obtener el calificativo "coqueto" por su agradable look y lo cuidado de sus prestaciones, el panel de control nos brinda el efecto "CHORUS" manejado a través de un pequeño interruptor que lo activa/desactiva y dos controles: profundidad y velocidad. Gracias a ellos manejamos un chorus sencillo pero que se deja escuchar con agrado.

Sección dos: EL DELAY. Nuevamente dos controles (profundidad y velocidad) nos ayudan a matizar el delay. Como imaginas nos hacemos con el control del volumen del efecto con respecto a la señal original y con la velocidad de las repeticiones. Un delay sencillo, pero funcional y agradable como extra.

GAIN. El control de ganancia es un operador muy suave que actúa junto al volumen master para definir la señal de salida de la guitarra. Una ganancia leve, moderada y que en ningún caso nos procurará efectos overdrive como objetivo. Considerando su concepción acústica, parece del todo razonable.

Sonido y conclusiones
Como siempre, partamos de la base de sus 206 € (precio venta público). El sonido es más que aceptable. Los 30 w no dan de sí para un local de ensayo con un batería tocando a toda tralla o un bajista con un monstruo de 300w, pero para ensayos moderados, grabaciones en estudio y como sistema de amplificación que puede acompañarnos allá donde vayamos para componer etc.. esta perfectamente bien. Como claras ventajas subrayaría su precio, el sonido claro y nítido, la buena ductilidad por su ecualización y lo completo del ampli al incluir chorus y delay. El lado crítico, un cierto ruido cuando utilizamos frecuencias muy altas en suma a los efectos, cosa que se soluciona tocando el ecualizador y bajando una "chispa" los agudos. En definitiva, creo que no se le puede pedir más a 200 € (aprox), podemos amplificar acústicas e incluso eléctricas limpias y definidas. El ampli es coqueto, funcional, ligero y barato.

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