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Audio-Technica AE5400 y AT2020.

Más microfonía de calidad de la mano de la empresa japonesa Audio-Technica. El AE5400 y el AT2020 son un ejemplo de su inclusión entre los grandes fabricantes de micrófonos. La empresa Nipona Audio-Technica comenzó su andadura en el mundo del sonido a mediados del siglo XX con la fabricación de material para fonógrafos, en concreto, de las tres piezas más importantes para su buen sonido: el motor, la bocina y el cartucho, siendo este último el más importante al ser el responsable de hacer la primera conversión desde la superficie del disco al sonido mediante la aguja

Con esta experiencia siguió avanzando y se enganchó a la moda de los pickups magnéticos, o dicho de otra manera más coloquial, la cápsula y aguja de los giradiscos encargados de transformar la vibración en corriente eléctrica, sistema muy parecido al del micrófono, hacia donde continuó su evolución. Ésa es precisamente la base del diseño de los micrófonos, auténtica revolución de las décadas posteriores.

Gracias a la buena calidad de sus productos, la empresa se extendió por Europa y, lo que era todavía más importante, por Estados Unidos, ambos suculentos mercados. Actualmente Audio-Technica es una gran multinacional con representación en todo el mundo. En España, esta tarea recae en la empresa Lexon, quien la ha recibido recientemente.

Mucho tiempo ha pasado desde estos orígenes y desde entonces el catálogo de productos se ha ampliado considerablemente, siendo en la actualidad uno de los fabricantes con una mayor variedad de micrófonos, desde los de flexo para conferencias pasando por los de superficie, de mano, de diadema, colgantes, de condensador, de corbata, inalámbricos y un largo etcétera que cubre cualquier necesidad normal en grabación, broadcast o directo, que podamos imaginar.
Englobado en la serie Artist Elite y orientado hacia el sonido de voz en directo, el AE5400 es un micro de mano para usos vocales, que está situado en lo más alto de la gama por sus características compitiendo con modelos como el SM-86 de Shure o el C 900 de AKG. El AT2020, orientado por el contrario a aplicaciones de estudio, se encuentra asimismo en la gama media-alta de la marca por sus prestaciones y precio. Ambos son el resultado del último desarrollo introducido en el mercado por la marca nipona. El AE5400 fue lanzado al mercado a finales de 2004 mientras que el AT2020 acaba de ser presentado en sociedad.

Misma tecnología, aplicaciones diferentes
A pesar de haber sido diseñados para usos distintos, ambos micrófonos se basan en la misma tecnología de condensador como mecanismo fonocaptor. Esto indica la tendencia cada vez mayor de los fabricantes de emular las prestaciones propias de las cápsulas dinámicas con un mecanismo de condensador, cuya fabricación es sensiblemente más sencilla y económica y permite conseguir las prestaciones de los micrófonos dinámicos con costes más reducidos. Esta práctica es habitual en el área donde más difícil es la consecución de este objetivo, es decir, la fabricación de micrófonos para vocalistas de pop y rock-roll, aunque a veces para lograrlo sea necesaria la utilización de una compleja circuitería ecualizadora como la que incorporan tanto el 5400 como el 2020.

Resulta curioso comprobar que si no fuese necesario alimentar el micro con alimentación phantom muchos técnicos tendrían dificultades para diferenciarlos. Tal es el nivel de perfección actual. La claridad de un micro de condensador en directo es algo quizá no muy valorado en España, aunque también cuenta la dificultad para evitar los temidos acoples. Quizá éste, junto con la capacidad de trabajar con presiones sonoros extremas, sea el gran reto a conseguir para reducir drásticamente los precios de muchos micrófonos entronizados a lo largo de los años por muchos músicos y muchos técnicos. Ya se sabe que en este mundillo parece que existe la creencia de que si es tal o cual marca es bueno, si no, mejor no utilizarlo. Pero ésa es otra historia...

AE5400, Condensador/Cardioide

El cuerpo del micro incorpora dos interruptores muy visibles. Uno es un atenuador de 10 dB por si se ve expuesto a grandes presiones sonoras (aunque posee un gran rango dinámico: 133 dB SPL y la máxima señal de entrada alcanza los 147 dB SPL con un 1% de T.H.D.). El otro interruptor es un filtro paso alto que evita los indeseados zumbidos de red y otras bajas frecuencias.

La alimentación necesaria para este micro puede estar entre 11 y 52 voltios D.C., lo cual le confiere una versatilidad importante en la conexión a cualquier consola del mercado.

Por último y acabando el cuerpo del micro por su base, se encuentra el conector XLR macho que incorpora pines bañados en oro para una mejor transmisión de la señal y resistencia a la corrosión.

Al escucharlo, el 5400 se comporta muy bien incluso con poca ganancia. Es sabido que a mayor ganancia, mayor amplificación del ruido de fondo más el ruido ambiente captado, por lo que conviene no elevar más de lo necesario la señal de entrada y sacar luego el partido en la señal amplificada. El patrón polar, es decir, la capacidad de captación tridimensional del micro, es cardiode, y al probarlo se comprueba que lo respeta absolutamente. Sin efecto proximidad apreciable (mayores graves cuanto más se acerca a la boca), se nota, sin embargo, menor respuesta en la parte más alta del espectro de frecuencias.

Con un peso de 330 gr, un extraordinariamente bajo nivel de ruido (14 dB), unas dimensiones muy comedidas (no llega a los 180 mm) y unas prestaciones competitivas, el 5400 se conforma como una buena opción a la hora de elegir el micro para el próximo directo.

AT2020, la otra opción en el estudio
Saltamos de las tarimas del directo a las moquetas de los estudios y de nuevo estamos ante una apuesta de la marca para captar un mercado muy competitivo. El AT2020 está orientado a un público que demanda cierta calidad pero también un precio ajustado. Desde luego, la relación calidad/precio de este micro supera ampliamente a otros similares. El trabajo en estudio requiere un buen conocimiento del micro que debemos utilizar así como de la acústica del recinto. Con un patrón polar cardioide y sin posibilidad de cambiarlo, el 2020 ofrece unas características muy buenas con unos precios más terráqueos que astronómicos.

De elegante diseño y construcción compacta, es un micrófono de captación lateral, ideal para instrumentos como guitarra, percusiones o flauta. La rejilla trasera permite la captación posterior necesaria de la acústica de la sala y su calidez.

La cápsula que incorpora es mediana (16 mm) y ofrece una respuesta sorprendente hasta los 20 Khz. El 2020 también incorpora una circuitería interna que incluye protección para la radiofrecuencia y aunque su peso es de 345 gr, no parece demasiado si tenemos en cuenta la dureza que inspira su chasis.

Necesita una alimentación phantom de 48 v lo que, a diferencia del 5400, puede resultar un inconveniente pues algunas consolas o alimentadores externos económicos dan menor tensión.

Con una gran capacidad de entrada de señal (144 dB SPL a 1KHz 1% T.H.D.) y un rango dinámico de 124 dB, resulta favorablemente sorprendente a la hora de manejar grandes niveles de presión.

En la prueba auditiva, al igual que el anterior modelo, no se necesita dar mucha ganancia para obtener un buen nivel de señal, lo cual siempre redunda en la calidad del producto final. La sensibilidad para captar hasta los más mínimos detalles es algo que, si no estamos acostumbrados, nos puede resultar incluso chocante.

A tenor de su patrón polar, hay que tener cuidado con las reflexiones traseras, pues dada la extremada sensibilidad de este micro parecería que tiene doble cápsula en vez de una lateral. Recordemos que debe cancelar señales erróneas procedentes de reflexiones traseras, por ello es recomendable utilizar el 2020 relativamente cerca de la fuente de sonido para aprovechar mejor sus características.

Aunque en graves la respuesta no es tan buena como el 5400 (su enfoque no es el mismo), en agudos nos da una claridad inmejorable. Por debajo de los 200 Hz la señal se ve ligeramente recortada, lo cual puede provocar la ausencia de efecto proximidad. Aunque a veces es deseable este efecto, lo cierto es que para la voz femenina y para instrumentos de cuerda resulta muy lineal y agradable.

En lo que respecta a los accesorios, este micro incluye una montura para pedestal giratoria con rosca que hace que la colocación sea precisa y cómoda cuando tenemos que situarlo correctamente en el estudio frente a un instrumento. También incluye bolsa de transporte.

Detalles adicionales
Tanto el 5400 como el 2020 incluyen en sus embalajes instrucciones de manejo y características técnicas en español, aunque resultan un poco escuetas y se echa un poco en falta más carácter divulgativo en las mismas.

De todas formas, una buena referencia es la página web del fabricante en la que siempre podemos recalar para encontrar más información que complemente nuestra búsqueda. En este sentido, Audio-Technica ofrece una página vistosa y correcta, donde si buscamos un poco podemos encontrar manuales para aprender más a cerca de micrófonos, cómo son, cómo se emplean o la mejor manera de elegir un micrófono, incluyendo los sistemas inalámbricos que, por su naturaleza electrónica, quizá sea menos conocido su funcionamiento.

También sería de agradecer que al menos el AE5400 incorporase una caja de transporte dura ya que se supone que se va a utilizar en giras donde seguramente sufrirá golpes por el transporte continuado.

Conclusión
En opinión de quién escribe este artículo, el AE5400 demuestra un buen comportamiento, aunque resulta un poco caro con respecto a los micrófonos dinámicos preferidos para los escenarios. Si los micros de condensador no ajustan más su precio, posiblemente consigan poca incursión en el mundo del directo. Por otro lado, el AT2020 nos parece una buena elección si nuestro presupuesto es limitado y queremos conseguir fidelidad en estudio.

Para ver la ficha técnica y tabla de valoración descarga la Revista en PDF

 

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