Digisynthetic. No todo en Asia es romper los precios de la competencia.

Digisynthetic, un marca China fabricante de material de sonido profesional y DSP´s OEM, fabrica etapas de potencia de gama alta, pero a precio asiático, ¿Curioso no?. Digisynthetic es un importante fabricante de material de sonido profesional en China, que desarrolla además de sus propios diseños, otros productos OEM a medida para otras marcas, nada nuevo que no sepamos de los fabricantes asiáticos. Digisynthetic, uno de los grandes fabricantes asiáticos, en España no es en absoluto conocida y nos suena a chino, y entre que los europeos no mostramos curiosidad alguna por dónde ni cómo se fabrica el 90% del material de sonido que consumimos, y que ellos que tampoco se prodigan en explicaciones, trabajamos sobre ideas preconcebidas y estereotipos, con lo peligroso que ello resulta. Como contrapunto a la idea preconcebida sobre todo el producto asiático está esta etapa de potencia que en este artículo se prueba, la DSP 1200 de Digisynthetic.

Un DSP y una etapa de potencia cogidos de la mano
Los DSP´s han sido desde su aparición comercial en el mercado del audio, una revolución parecida a la que causó la entrada de los transistores de silicio en la electrónica a mitad siglo XX. Los DSP´s disponen de una mayor capacidad de trabajo sobre el sonido, más rápido y en mucho menos espacio y más baratos que su circuito símil analógico, argumentos sin duda demoledores. Su desarrollo se debe a los militares, en el análisis de las señales captadas por los radares y en los sonares de los submarinos y barcos.

Lo que ocupa esta prueba es un desarrollo mixto entre lo analógico y lo digital: una etapa de potencia convencional, junto con un procesador DSP, una unión que aunque no es nueva, si es poco conocida. Estos dos elementos unidos bajo un mismo chasis, forman una combinación especialmente útil, al poder integrar las funciones propias de un crossover activo y amplificación en un solo bloque y por ello exentos de cables.

La primera sorpresa de este amplificador es su peso, 31 kilos, este dato es bastante inusual para un amplificador de un potencia de 300 vatios a 8 ohmios, un peso más normal en etapas muy superiores. Todo este peso, sólo puede tener un responsable directo, la fuente de alimentación y más concretamente el transformador, o mejor dicho, los dos transformadores que usa esta etapa, ambos de un tamaño más que considerable.

Filosofía de diseño
La filosofía de construcción y los materiales utilizados son un contrasentido para lo que se está acostumbrado a ver en los aparatos asiáticos, más pequeños y livianos, ya sean con nombre propio o bajo marca de otros. No hay que olvidar, continuando con el transformador, que el cobre, su principal materia prima, es un mineral escaso y caro por ello, pero a ese elevado coste hay que unir el gasto añadido de trasportarlo, en barco habitualmente, donde el peso de lo que se trasporta incrementa sustancialmente su precio. Por ello, llevar cobre desde por ejemplo Chile, uno de los principales productores, hasta China donde es manufacturado, para luego, una vez convertido en transformador y formando parte de un aparato, volver a meterlo en otro barco rumbo a Europa, América, Australia, etc, se convierte en un coste añadido que incrementa significativamente el precio final del aparato, dejándolo fuera de mercado con facilidad.

La DSP1200, también difiere del modo habitual asiático en su filosofía de diseño y fabricación, que recuerda claramente más a la manera de fabricación japonesa de aparatos de gama alta. Los componentes electrónicos de esta etapa, no son los habituales SMD, exceptuando la placa del DSP, su tamaño es el estándar, aunque insertado en placas en una manera similar al SMD. Una forma de fabricar más propia de marcas japonesas de gama alta y cortas tiradas, por su mayor calidad, pero mayor coste de montaje también.

Mirando por dentro
Retirando la tapa superior, lo que más llama la atención a primera vista son los dos enormes transformadores y un radiador de temperatura que ocupa el 50% de la etapa, debajo del cual se encuentra la electrónica de amplificación. Entre la fuente y el disipador hay una plancha metálica de separación, que además de darle firmeza al conjunto del chasis, sirve de soporte a cuatro ventiladores que crean un flujo de aire que al pasar por el disipador de calor al que están unidos los transistores de potencia o finales, los refrigera. Sin esa evacuación de calor la vida de éstos sería breve.

La disposición de estos ventiladores centrados dentro del chasis consigue disminuir el ruido de ventilación, muy reducido ya de por sí.

En la parte trasera y bajo el disipador, están los componentes de la etapa: transistores, resistencias condensadores, etc. Para llegar a estos, hay que retirar la tapa inferior del aparato, que una vez abierta descubre la placa principal, en ella, se disponen todos los componentes.
Especialmente evidentes a la vista por su mayor de tamaño, están los transistores finales. Poco se puede saber de éstos, ya que el fabricante ha borrado deliberadamente su nomenclatura, pero es de esperar, que en manual de servicio sí estén identificados a efectos de mantenimiento. Pero lo que más sorprende en ellos es su número, cuando la mayoría de las etapas de esta potencia usa habitualmente dos o cuatro transistores de potencia por canal, Digisynthetic introduce 10, aumentando su número en modelos de mayor potencia, donde llega a doce por canal.

Software de control
El software de control es bastante sencillo, con él, una vez conectada la etapa al ordenador por un cable y con el programa que suministra el fabricante, se puede controlar la ecualización, niveles y fase entre otros.
La pantalla principal del programa, ofrece la posibilidad de procesamiento de la señal entre varias posibilidades. El orden de los procesamientos no es modificable y se encuentra tal y como se describe a continuación: ganancia general, ecualización, filtro divisor de frecuencias, retardo, control de fase y limitador de nivel.

La ecualización está compuesta por tres puntos de actuación, cada uno de los cuales, tiene una ganancia entre 12 dB positivos y negativos y una curva de campana o "Q" variable en ancho, desde el más estrecho con un valor de 128, hasta el más amplio de 3. El siguiente control es el divisor de frecuencias, trabaja con un banco de curvas fijas de ecualización Butterworth, LinK-Riley y Bessel, pudiendo variar la frecuencia de corte, en dos opciones, pasa altos y pasa bajos. El resultado de la división de las frecuencias se muestra en la pantalla con un gráfico sencillo pero efectivo.

El retardo de la función delay, se puede elegir entre valores de distancia en metros, hasta 2.400 metros, o en tiempo hasta 7 segundos, más que de sobra para cualquier posición de refuerzo sonoro. Tras él, está el control de fase, con solo dos opciones 0º y 180º. Finalmente hay un limitador de señal, con los tres controles habituales de: mantenimiento, ataque, caída y nivel, con valores este último desde +3 dB hasta -61dB.

Este equipamiento de procesamiento de señal está orientado hacia el trabajo típico de un crossover, no pareciendo en principio muy apropiado para sustituir a un ecualizador general para la salida estéreo, lugar donde todavía cuentan con las preferencias de muchos técnicos el convencional ecualizador analógico de tercio de octava, de toda la vida.

Prestaciones
El procesador DSP está colocado detrás de los controles de ganancia de la etapa y es un diseño propio de Digisynthetic como no podría ser de otra forma. Tiene unas características de conversión digital de 48. Khz de frecuencia de muestreo y 24 bits de cuantificación.

Se echa en falta la entrada de sonido digital directamente al DSP, con ello, se conseguiría en entornos de equipos digitales, cada vez más habituales, no romper la cadena digital del sonido. Esta opción es habitual en los circuitos DSP, por lo que no constituye un esfuerzo tecnológico ni económico importante para el fabricante y sí, una mejora sustancial de las prestaciones del equipo.

En cuanto a la amplificación, el fabricante cita una potencia de 300 vatios por canal a 8 ohmios, pero a falta de una medida con el material de adecuado para confirmarlo, la potencia de este amplificador está por encima de esos valores en una apreciación auditiva comparada con otros aparatos de potencias similares, dos circunstancias inducen a esta reflexión: dispone de una fuente de alimentación con unas características de suministro de energía muy por encima de las necesidades de esa potencia y en segundo lugar los transistores finales, son más adecuados por cantidad para potencias muy superiores, por encima del doble, si lo comparamos con la media de modelos de otras marcas.

Conclusión y sonido
La sensaciones que esta etapa de potencia ha ido trasmitiendo a lo largo de la prueba, han sido muy positivas, el sonido ha sido excepcionalmente bueno, con una dinámica espectacular y claridad. Se notaban los recursos de suministro de energía de la fuente de alimentación, que hacían que los sonidos contundentes como un golpe de bombo, o las notas más graves de un bajo, fueran reproducidas con fidelidad, sin ahogos y sin enmascarar a otros instrumentos con registros más suaves.

Por otro lado, la circuitería y el despliegue de transistores de potencia en cantidad y calidad, consiguen mantener el control sobre la señal, siendo capaces de, tras un aumento de la energía para cubrir un pico de señal, recuperarse rápidamente y seguir la forma de onda de la señal a amplificar. La dinámica es otro apartado de gran calidad gracias a unos valores de elevación de la energía de 20 voltios por 1 microsegundo e igual capacidad para el trabajo contrario: descender al mismo ritmo.

El trabajo del DSP es correcto y de calidad, situación por otra parte normal ya para cualquier DSP mínimamente profesional. Lo raro sería lo contrario.

Un producto sin duda peculiar, para lo que estamos acostumbrados desde Asia: aparatos rompe precios de una calidad siempre en tela de juicio. Un buen material sin duda, a la altura de cualquier otra marca de gama alta.