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ARX DDP 1: compresor

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Las ventajas de utilizar un compresor de audio en aplicaciones de directo o estudio son enormes. Nos permiten conseguir un mejor control de la dinámica de la señal, además de conseguir curiosos y deseables "efectos" en según qué fuentes. Muchos somos los que casi de manera automática comprimimos bombos, cajas, bajos eléctricos, vientos y voces, buscando ese sonido deseado en la amplia amalgama de sonidos que nos llegan a una cónsola.

Para quien suscribe estas líneas, el compresor es sin duda una atractiva herramienta, casi imprescindible en muchos conciertos.

Básico
ARX nos propone para este cometido el DDP 1 (976 euros +IVA), un procesador de dinámica dual. "Dual" porque en realidad son dos unidades de compresión/puerta/limitador, algo habitual en otras realizaciones incluso de diferentes fabricantes. De hecho, son dos compresores idénticos en una unidad de rack, con la ventaja de poder asociar los ajustes de un canal idéntico al segundo, útil por ejemplo en aplicaciones estereofónicas (como comprimir por igual un subgrupo donde enviamos toda una sección de vientos).

En el panel posterior encontramos todo el conjunto de conexiones, incluyendo una toma de corriente vía IEC. Cada canal dispone de entrada y salida mediante jack y conexión XLR ambas balanceadas, además de la entrada Sidechain en modo insert (que nos permitirá controlar la compresión en función del nivel de señal que en esta entrada apliquemos). Panel correcto similar a lo estandarizado.

El panel frontal dispone de todos los controles básicos necesarios para su ajuste, siendo idénticos para cada canal. De izquiera a derecha encontramos un potenciómetro para el nivel de threshold de la puerta (de -60 a +6 dB) y un conmutador que la desactiva o activa a voluntad. Quizá por su orientación "básica", no disfruta de otros controles que muchos profesionales utilizamos para perfilar aún más la dinámica de la señal, ya que por ejemplo eché de menos un control que me permitiese ajustar el tiempo de respuesta de esta puerta. Sería el súmum si además dispusiera de un potenciómetro para el nivel de atenuación aplicado, pero esto sería otro cantar.

La siguiente sección es la que se refiere explícitamente al compresor. Dispone de los controles más comunes: nivel de threshold (de -40 a +20 dB), relación de compresión, nivel de ganancia de salida (+/- 20 dB) y limitador (de -3 a +18 dB). En la parte central dos hileras de LEDs que nos informarán del nivel de entrada y salida (en función de la posición de un conmutador) y el nivel de compresión aplicado. El segundo canal es idéntico en prestaciones. Sólo añadir el conmutador que permite el enlace estéreo (Stereo Link).

A prueba
Utilicé en varias sesiones el DDP 1 de ARX, todas ellas en aplicaciones de sonido directo. El compresor tuvo que comprimir la fuerte dinámica de un bombo y un bajo, o en otra situación, controlar los niveles de un frágil coro juvenil compuesto por aproximadamente 20 jóvenes.

Seguramente porque estoy acostumbrado a utilizar un compresor específico, repito que eché en falta algunos controles. Quizá por ello, la puerta de sonido del DDP 1 me resultaba muy brusca, evidente en el coro obligándome a desactivar dicha función (el cierre de la puerta era evidente, ya que el ruido ambiental era notorio). Tampoco conseguí el contundente y preciso sonido del bombo al no poder controlar con precisión los tiempos de apertura del compresor, aunque, eso sí, resultó muy fácil dar con la combinación perfecta para un sonido efectista aunque menos preciso (lo que me invita a pensar que este DDP 1 es ideal para quienes quieran empezar a utilizar un compresor por primera vez, ya que éste es uno de sus puntos fuertes: su manejo resulta fácil y rápido). Una de las cosas que me sorprendió fue el uso del LED verde en la sección In/Out (conmutador). El LED se enciende en verde cuando no está funcionando el compresor, apagándose cuando sí lo activamos. Un poco raro.

Aun así, el DDP 1 tiene más ventajas. Primero que en su interior hay un filtro pasivo RFI que antes de ejecutar ninguna acción discrimina gran parte de las interferencia radio-eléctricas que puedan aparecer. De esta manera, podremos eliminar fácilmente algún que otro ruido parásito. También útil es su modo "sliding bias", que conmuta a modo AB cuando los niveles de señal están por debajo de los 4 dB y en modo A cuando superan esa cifra. Esto asegura una mínima adición de ruido y la menor incidencia de nuevos niveles de distorsión a cualquier nivel de señal (sobre todo en lo que a bajos niveles se refiere).

De hecho, estas ventajas me inducen a proponer su uso en etapas finales de mezcla, ya sea en aplicaciones de directo justo antes de atacar una etapa de potencia o filtro divisor; o en estudio como paso previo al registro final (por ejemplo, en la entrada de un grabador de cinta).

Conclusión
Los procesadores de dinámica como el aquí analizado (que incluye puerta, compresor y limitador) son herramientas necesarias en muchas aplicaciones de audio, tanto en directo como en estudio. El ARX DDP 1 nos será útil en etapas finales de mezcla, independientemente del ámbito de uso, aunque resulta básico cuando uno quiere ser preciso y clínico insertado en ciertos canales. Teniendo en mente este fácil manejo, de seguro satisfacerá a su poseedor.

 

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