Focusrite Scarlet 2i4 segunda generación

Formato manejable para altas calidades. Hacemos un recorrido por los aspectos realmente importantes, en los tiempos que corren, a la hora de elegir un interface. Demasiados dispositivos en el mercado pero ¿son todos iguales?, ¿qué diferencia a unos de otros?, ¿cuándo compensa pagar un poco más?, ¿qué cantidad es realmente un buen precio?, ¿se me va a quedar corto este interfaz pronto?

¿Qué diferencia a unos interfaces de otros?

Cuando recorremos tiendas virtuales o físicas aparecen una barbaridad de dispositivos aparentemente parecidos o iguales con precios bastante dispares. El interfaz AUDIO / MIDI es uno de los elementos centrales a la hora de recoger, grabar y disparar nuestras señales. No ya solo por sus capacidades de distribución (entradas y salidas), sino por la claridad, “temperatura” y transparencia de nuestras fuentes.

El servicio postventa

Antes de centrarnos en los componentes, versatilidad o elementos propios del hardware, subrayo la importancia de adquirir marcas que están consolidadas y en un estado saneado. Digo esto porque, como sabéis, la tecnología avanza muy rápido. La informática no digamos. Un problema frecuente y acrecentado esta última temporada por la crisis es el retraso o inexistencia de actualizaciones de firmware, drivers para nuestro hardware. Cuantos de nosotros nos hemos quedado colgados durante meses o eternamente, cuando ha salido un nuevo sistema operativo. Diría que, en caso de Mac por ejemplo, yo personalmente he pasado por Maverick, Yosemite y El Capitán, esperando un driver actualizado para mi sistema. El hecho de tener que ir una versión de sistema operativo por detrás de la vanguardia no parece preocupante. Incluso puede ser recomendable hasta que nos aseguremos de que todo va a ir bien. Pero otra cosa es que tu dispositivo se quede colgado u obsoleto porque la compañía que lo fabrica pasa dificultades y deja colgados a sus usuarios. En este sentido, Focusrite ha demostrado mantener una posición sólida, estable y de progreso. De hecho el dispositivo que probamos hoy es compatible con Windows 10, y tiene un asombroso plug-and-play con El Capitán. Enchufar y listo.

Scarlett 214 (2nd gen) es compatible con Windows 10, y tiene un asombroso plug-and-play con El Capitán. Enchufar y listo.

El hardware

Asegurada esa barrera de la actualización de drivers, presente y futura, nos centramos en el propio hardware. Hay algunas obviedades manifiestas:

- La cantidad de entradas simultáneas. Número de canales simultáneos que podemos grabar (determinará el precio en gran medida).

- Cantidad de salidas. Necesarias para conectar varias escuchas simultáneas (parejas de monitores), llevar señales a dispositivos DJ de mezcla, teclados o dispositivos externos de música electrónica etc.

- Salida de auriculares. Número de salidas de auriculares y niveles de volumen individuales de las mismas.

- Alimentación fantasma. Alimentación de micros de condensador, general o individual por canal.

- Pads de atenuación. Ayuda para reducir los niveles de entrada en el caso de instrumentos o señales muy agresivas.

- Entradas Line/Mic. Huelgan comentarios.

- Flexibilidad de conexionado. Tanto con el número y tipo de entradas y salidas analógicas, como con las digitales.

- Tipo de conexión al ordenador. USB; Thuderbolt , firewire etc. El tipo de conexión afectará a la velocidad de trasmisión de los datos entre nuestra interfaz y el software (ordenador, Daw).

- Capacidades de ampliación. O interconexión con otros dispositivos que nos permitan ampliar su capacidad.

Hasta aquí parece bastante sencillo hacer un cálculo de qué es lo que necesitamos y necesitaremos a corto plazo a la hora de elegir. ¿Nuestra configuración es DJ? ¿Estudio portátil? ¿estudio personal fijo? ¿Qué cantidad de músicos y dispositivos participan simultáneamente en nuestras sesiones?. La calidad de los previos y la transparencia cristalina del producto le convierten a nuestros ojos en una interfaz sería y que bien vale lo que cuesta.

Ahora viene la parte más escondida, que no puede verse en el catálogo ni detectarse al ver la carcasa del producto. Sin embargo va a ser la que de sentido real a la relación calidad / precio y la que en gran medida va a determinar la calidad del sonido y la comodidad de nuestro trabajo.

- Los previos de micro. Cantidad y calidad de los previos. Debemos considerar el rango en dB que va a ser capaz de mover el previo. Cuanto puede ayudarnos a levantar una señal y sobre todo, con que calidad / calidez / transparencia.

- Calidad de muestreo. Este apartado es evidente y de fácil comprobación en la ficha técnica.

- Sincronización de sus códigos de tiempo y estabilidad. Es muy importante que la unidad sea equilibrada, que aguante bien el ritmo de trabajo que se supone que admite. Sin tirones y con calidades estables.

- Arquitectura del canal. El diseño de los canales en cuanto a sus componentes y ruteo de la señal, también determinará la calidad final de nuestro sonido. Minimización de ruidos etc. Considera que cada pista que vamos añadiendo va aglutinando esos posibles “defectos”. Cuando la grabación es cristalina, nítida y buena, las posibilidades de mezcla final serán mucho más ricas para conseguir un buen resultado.

- Baja Latencia. Aunque parece que esto está superado, no es oro todo lo que reluce. Incluso marcas de reconocido prestigio tienen ciertos retardos cuando estamos monitorizando, grabando y mucho más cuando usamos efectos a tiempo real. Esto hace que la interpretación, en ocasiones, llegue a ser realmente incómoda y “corte el rollo” del intérprete.

La unidad presenta una impoluta claridad de grabación en la que no existen los retardos. La resolución en latencias es magnífica en Scarlett 2i4 2ª generación

Software

Ahora podríamos sumar las herramientas incluidas en los paquetes del hardware. Si son de calidad, siempre son bienvenidas. En el caso de la unidad que probamos hoy, encontramos una versión libre del Pro Tools First, 2 GB de librerías, sintes virutales de Novation y la Suite Red 2 & 3 de Focusrite entre otras utilidades.

Incluye Red 2 & 3 Plug-in Suite , Softube Time & Tone Pack , Pro Tools First | First Focusrite Creative Pack , Ableton Live Lite , librería Loopmasters (2 GB) , sintetizador virtual Novation Bass Station (VST y AU)

Conclusiones a las pruebas

Destacar que en el apartado acabados, Focusrite ha hecho caso de los comentarios de los usuarios con respecto a la primera generación. Añadiendo potenciómetros metálicos en su frontal y estrías en los mandos que en su primera versión eran más resbaladizos.

Lo que más me ha gustado, sin duda ninguna ha sido su control de latencia y manejo de nuestra escucha cuando grabamos mientras oímos otras pistas previamente introducidas. El control direct monitor permite ajustar la mezcla de monitorización a través del balance de las señales de entrada y reproducción de la estación DAW.

También nos ha gustado el sistema de iluminación del dispositivo. Muy gráfico para controlar qué tenemos pulsado (pads, alimentación fantasma etc.) y especialmente, el sistema de medición visual de entrada y salida, que nos advierte si estamos achicharrando en saturación la entrada / salida o estamos, por el contrario muy escasitos y con margen.

La calidad de los previos y la transparencia cristalina del producto le convierten a nuestros ojos en una interfaz sería y que bien vale lo que cuesta

En el caso de la 2i4, se trata de algo manejable, de casi inmediata puesta en marcha. Ideal para moverlo de nuestro estudio al local de ensayo, al escenario, a las fiestas o sesiones DJ etc. Si estás pensando en un producto que confiera estas calidades, pero con más prestaciones y para instalación fija, podemos ir a las versiones en rack como la 18i20 de segunda generación, u otras opciones intermedias.