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Matchless Spitfire. Menos es más

Matchless SpitfireEn amplificación hay espacio para todo tipo de productos: si te gusta el heavy, el blues, el jazz… si tu presupuesto anda justo o si te puedes permitir el lujo de conducir un Ferrari (metafóricamente hablando y desde el punto de vista de la guitarra). Es precisamente en este último caso donde nos encontramos ahora, en el supuesto de que tu presupuesto ronde los 2000€. El modelo de amplificador es un Spitfire de 15W clase A, con un solo canal y un altavoz de 12”.

¿Para qué?
Una de las preguntas que suelo hacer cuando alguien me cuenta cómo suena tal o cual guitarra, amplificador o pedal es: ¿Para qué puedo utilizarlo?, ¿Para qué sonidos o estilos me podrá venir bien? Si aplicamos estas preguntas al Spitfire, la respuesta es muy clara y sencilla: para grandes sonidos limpios. Partimos de que es un amplificador de un solo canal, que suena increíble, pero también tenemos en cuenta que la saturación la conseguiremos estrujando el previo del ampli y controlando el master. Por tanto, es ideal para sonidos pop con cierta reminiscencia british (el típico sonido con una Strato® y sus campanitas)o para un sonido blues a lo Robbert Cray, donde la Strato® suena limpia. Si le conectas una Telecaster®, te puede sonar incluso con un deje country muy especial. Si saturamos el previo, te aportará un sonido mucho más cremoso, con unos graves muy presentes, donde puedes notar el empuje del altavoz.

¿Con qué?
Otras de las preguntas que me asaltan cuando tengo algo nuevo en las manos es con qué combinarlo. Si tus guitarras van armadas con pastillas EMG o superdistorsión, quizás no sea el amplificador más conveniente. Pero si tus guitarras tienden a un sonido limpio, muy poco procesado y prácticamente crudo, éste puede ser uno de tus amplificadores. Hay que pensar que el amplificador va a ser muy respetuoso, para lo bueno y para lo malo; hará que tu guitarra suene como debe sonar. Para las Stratos® y Telecaster® suena increíble; a la 335 le da un color grave, perfecto para el jazz /fusión; si le conectas una Grestch, te va a sonar a Fender vitaminada.

Y, ¿qué ponemos en el suelo?, es decir, ¿qué pedales pueden acompañarnos? La respuesta es muy sencilla: todos aquellos que no saturen demasiado, sobre todo por graves. Es decir, cualquier ligero boost o algún overdrive que tenga un color gracioso. Vibratos y delays también acompañan, pero no son tan cruciales como las distorsiones.

Qué nos encontraremos
Vamos a ver qué nos encontramos en el amplificador, qué controles y potenciómetros vamos a tener, qué botones podremos tocar, etc. El Spitfire, como buen Matchless, no está concebido como algo rebuscado y con mil controles, sino que está más bien diseñado con la idea de “menos es más”. En el frontal del amplificador tenemos:

1) Volume. Es el volumen del previo, es decir, cuánta señal pasa del previo a la etapa, lo que nos permite elegir cuánto queremos saturar. Es un control que acentúa en gran medida la saturación o la limpieza del sonido.
2) Master. Es el volumen de la etapa, es decir, el sonido final. Cuanto más alto esté, menos opciones de saturar tendremos (sin quedarnos sordos, claro está). Con el master simplemente aumentarás la potencia de salida del amplificador.
3) Tone Switch. Este potenciómetro nos permite controlar el tono del amplificador y, por tanto, poder manejar cada sensación tímbrica con referencia a la ecualización. He de comentar que es realmente sensible y que, al modificarlo, puedes ver cómo la onda va alterándose.
4) Tiene dos entradas de instrumento. Una de ellas es la principal, la que da la potencia del amplificador y con la que es más fácil saturar. La segunda entrada se usa para sonidos más suaves y dulces.
5) El interruptor de encendido y apagado, acompañado del stand by, como en todos los amplificadores de válvulas.

Panel trasero

Una entrada de 220W y un fusible
Salida de los altavoces de 4, 8 y 16 Ohm, es decir, máxima versatilidad
Combo que incorpora un altavoz de 12”, con la caja abierta por detrás, con lo cual es mucho más fácil empastar, aunque perdamos, al mismo tiempo, un poco de empuje.


Dejando a un lado los controles, Matchless pone su toque particular al añadir una luz a todos sus equipos, haciendo que se ilumine todo el frontal y se puedan ver desde cualquier parte, dentro del propio escenario e incluso desde las últimas filas del público. Esta iluminación interior procura, además del efecto estético, una buena localización de potenciómetros y sus ajustes en un escenario o sala oscura. Tocando en directo, podemos dar un vistazo rápido y tener control, incluso con poca luz de ambiente.

Otro factor que tenemos que tener en cuenta es que, como buen amplificador a válvulas, posee dos grandes trasformadores y un altavoz, por lo que es algo pesado. De hecho, salta a la mente la pregunta “¿Si son 15W, cómo puede pesar tanto?” En este caso, veo su peso como un síntoma de buena salud, ya que esos dos grandes trasformadores son los responsables de su gran sonido (no debemos olvidar nunca que el sonido de un amplificador a válvulas se debe, en gran medida, a sus trasformadores).

¿A qué suena?
Nos metemos de lleno en el sonido. Da igual lo bonito o lo feo que sea, lo importante es cómo suena, y si el sonido encaja conmigo o no. Podemos decir que el amplificador suena completamente a Matchless (no es tan obvio como parece, ya que el Clubman, otro integrante de la familia, y dentro de estos referentes, tiene un color a Marshall®). El hecho de que suene completamente a la firma que le da nombre se nota por la cantidad de armónicos y por la gran contundencia en graves que aporta. Al mismo tiempo, tiene un color completamente cremoso y redondo. Quizás donde sobresale más es en los medios; tenemos suficientes medios como para conectar una SG y tocar “You shook me all night long”. Una gran contundencia, sobre todo para los sonidos más rítmicos. Al ser un combo relativamente pequeño (15W), el lugar en el que lo coloques puede ser decisivo, ya que su proyección puede verse interrumpida por cualquier elemento. Es cierto que este tipo de amplificadores suena realmente bien con un poco de distancia de tu oreja al cono, ya que, al tener una pegada tan contundente, puede hacer que tu oído no sepa ni qué nota está dando, así que, cuando tienes un poco de aire entre el oído y el altavoz, lo puedes disfrutar más.

Si te surge la duda de si con 15W tendrás suficiente para cualquier situación o no, quédate tranquilo, ya que, teniendo en cuenta su arquitectura, se te va a oír por todo el escenario o garito. Eso sí, siempre y cuando tu estilo esté comprendido entre el blues, pop, rock, jazz, etc. y no sea un estilo metalero. ¿El motivo? El empuje o contundencia que tiene cualquier amplificador de metal no aparece en este amplificador o, si aparece, es con otro color.

Para las pruebas, me armé con un par de guitarras: la Strato® y la 335, que tienen dos colores completamente distintos y extremos, con lo cual me podía hacer una idea de lo que era capaz el amplificador. Con la Strato®, conseguimos un sonido completamente limpio, fino pero con cuerpo, y con las campanitas típicas de Fender®. Al sonido que estaba consiguiendo sólo le faltaba un bajo que empastase con ese timbre (en muchas ocasiones, cuando estoy probando un equipo, si me vienen a la cabeza mil ideas y ya veo casi el tema terminado, es que ese equipo tiene algo que me atrae). Con la 335, el amplificador se comportaba completamente distinto: conseguimos una gran cantidad de graves definidos y claros. El sonido que, por naturaleza, conseguía sin demasiadas vueltas era jazz/fusión a la Scofield. Si elevaba un poco el previo y lo hacía saturar, nos pasábamos al lado Robben Ford, BB King, etc., consiguiendo unos sonidos muy controlados en las cuerdas más graves, y salvajes en las cuerdas más agudas.

Conclusión
Después de exponer lo que tiene y lo que no tiene, vamos a pensar en la moraleja de este pequeño combo. Lo primero que tengo que decir es que es un amplificador construido para un fin claro: blues/rock/pop/funk/jazz; no está pensado para el metal y derivados. Un solo canal y 15W te serán más que suficientes para resolver casi cualquier situación. El ampli te hará tocar de una manera especial donde no valen las mentiras, y podrás disfrutar de aquella guitarra que tanto te gusta y suena tan bien. Hay que plantearse el precio, ya que no es un amplificador barato. No dudes en probarlo si quieres una máquina de no mucha potencia pero de una calidad suprema.

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