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PMC DB1S-A. Los más pequeños de una de las marcas más selectas

¿Cómo se hacen unos monitores selectos? Aislando el altavoz de graves del de agudos, estudiando hasta la saciedad qué material absorbente se debe utilizar (el tamaño del poro, etc.), la longitud exacta de dicho "tubo" y, sobre todo, el diseño del puerto de salida. El objetivo es evitar cualquier coloración indeseada en las bajas frecuencias, así como conseguir que los sonidos que salen a través de dicho puerto lo hagan en FASE con el sonido que emana por la parte frontal del altavoz de medios.

PMC: La compañía
La compañía británica PMC es una de las más especializadas del mundo en monitores y sistemas de escucha profesionales. Uno de los conceptos más innovadores y revolucionarios en el desarrollo de sus productos es su exclusiva y patentada tecnología ATL (Advanced Transmission Line). Dicho desarrollo propone, en boca de la compañía, una perfecta respuesta en la señal, claridad y perfección tonal.

Revisando la lista de clientes internacionales que cuentan con equipos de esta organización, podemos hacernos una idea de por qué “terrenos” se mueven. Por citar algunos como referencia: Bryan Ferry, Brian May, Capital Records (Los Ángeles), Delta Estudios (Australia), BBC, Abbey Road Studio (U.K.), BHF Sport, Gosh Studios (Vienna) y un largo etc. de artistas y grandes empresas de broadcast y producción.

Avanced Transmission Line
Veamos de modo resumido en qué consiste el desarrollo ATL. Para sonar, el transductor de un altavoz necesita "separar" su parte posterior y anterior en función de la longitud de onda del sonido que se va a reproducir. El altavoz ideal, pues, necesitaría una pared de 17 m de ancho para reproducir las más bajas frecuencias. Imposible de instalar en ningún sitio. ¿Solución? Encerrar un altavoz dentro de una caja (por eso "caja acústica" o "recinto acústico"). En altas frecuencias no hay problema, pero en bajas aparece el inconveniente de que la presión sonora que se genera en la parte posterior (es decir, dentro de la caja) impide el propio movimiento del altavoz, por lo que no hay sonido. Para evitar esto y poder reproducir bajas frecuencias, existe la línea de transmisión, que no es más que un "engaño" a la onda sonora que se genera en la parte posterior del altavoz, para que no incida en la anterior y, a la vez, permitir aprovechar esa energía para mejorar la respuesta del mismo.

Una cosa es la teoría y otra la práctica, puesto que suele funcionar pero con recintos muy grandes (más espacio y más material que absorba ese excedente energético). Eso sin contar con el "diseño teórico" que demandaría de un recinto de longitud casi infinita. Se transforma la línea de transmisión en un conjunto de túneles que van haciendo forma de S, para aprovechar al máximo el espacio que "sobra" dentro del pequeño recinto acústico (como un laberinto).

PMC ha desarrollado de forma excepcional esta técnica con ATL: aislando el altavoz de graves del de agudos, estudiando hasta la saciedad qué material absorbente utilizar (el tamaño del poro, etc.), la longitud exacta de dicho "tubo" y, sobre todo, el diseño del puerto de salida. El objetivo es evitar cualquier coloración indeseada en las bajas frecuencias, así como conseguir que los sonidos que salen a través de dicho puerto lo hagan en FASE con el sonido que emana por la parte frontal del altavoz de medios.

El resultado es excelente, puesto que se consigue una muy armoniosa reproducción de las bajas frecuencias, increíble en un recinto de dicho tamaño. No hay distorsión por la capacidad de controlar la presión del aire en la parte posterior, así como permitir un retroceso del cono rápido y libre.

El concepto: DB1S-A
Se trata del más pequeño de los modelos de monitor activo de campo cercano presentados por PMC. La compañía asegura que ningún otro monitor de este tamaño ofrecerá prestaciones de tanta calidad. Un poco más abajo detallaremos nuestras impresiones sobre las escuchas que llevamos a cabo con este y otros monitores de reconocido prestigio.

Un monitor de reducidas dimensiones que encierra el lujo de la tecnología más avanzada. Se ofrece como solución para aquellos lugares en los que el espacio manda sobre el tamaño de los equipos que se van a instalar. Recintos pequeños, pero en los que la calidad es un parámetro que no puede quedar desatendido. Un monitor de campo cercano, activo, de dos vías y que cuenta con una potencia de 120w.

Combina fabricación tradicional a mano, para los procesos más meticulosos, con la tecnología más avanzada mediante el diseño asistido por ordenador. Lo que se pretende es la perfección, la estabilidad total en cualquier volumen y la eliminación radical de cualquier tipo de coloración no deseada. Puedes entrar en su web www.pmcloudspeaker.com para curiosear más detalles técnicos de fabricación. En ella se puede encontrar información adicional acerca de su cuidada selección de materiales, tipos de soldaduras con materiales óptimos, explicaciones detenidas del desarrollo tecnológico de los sistemas y un largo etcétera.

En la práctica
Ya habíamos tenido la oportunidad de pasar por banco de pruebas otros productos de PMC. El análisis anterior se realizó sobre un producto de gama más alta (también precio más alto, claro). Los resultados de las pruebas fueron extraordinarios, aunque personalmente no tuve la oportunidad de asistir a las escuchas, ni participar en dicho test. Lo cierto es que me quedé con grandes ganas de oír aquellos monitores ( AML1) personalmente.

La escucha
Para las pruebas, en esta ocasión, instalamos los monitores junto a una pareja de Mackie HR624. Tras adecuar los DB1S-A a su posición óptima, procedimos a seleccionar el material que íbamos a escuchar.

La forma que suelo utilizar para familiarizarme con la respuesta de monitores que no conozco se basa en pasar diversas piezas de muy diferentes condiciones. Quiero decir: temas acústicos, temas que combinan lo acústico y lo eléctrico, pases vocales, pases de guitarra cristalina, pases de música pesada, etc.

Preferentemente suelo buscar pases de instrumentos acústicos muy naturales. Aunque también me gusta conocer la respuesta en producciones complejas con compresiones y dinámicas extravagantes. La idea es percibir con claridad si los monitores invitados son fieles, acentúan de alguna forma ciertas frecuencias y, en definitiva, saber si son realmente fiables.

Aún sin pretender establecer una comparación entre los dos (cuatro) monitores, he de confesar que la respuesta es radicalmente diferente. Es curioso cómo, en ocasiones, dos escuchas pueden ser válidas y fiables para una mezcla, siendo al tiempo tan distantes.

Nuestras impresiones tras pasar una buena cantidad de piezas (muchas de ellas grabadas en este mismo estudio) se resumen en una impresionante transparencia del sonido. Una sensación cristalina nos inunda cuando escuchamos a través de estos PMC. La imagen que los DB1S-A proyectan es realmente impresionante. Tienes la sensación de situar mentalmente a cada músico que está tocando las diversas pistas. Nos gustó mucho esta transparencia que describimos. Creo que no hemos escuchado monitores que brindaran más capacidad de detalle y una definición tan irreprochable.

La referencia de mezcla es realmente interesante. Hago este comentario pues, cuando escuchas una mezcla mala a través de esta pareja, se realzan considerablemente los errores. Esto significa que nos dejan ver muy claramente en qué se nos está yendo la mano, en qué nos hemos quedado cortos, qué molesta y qué falta.

La parte que menos nos ha convencido es la presión e impacto del sonido. Estoy convencido de que la elección de unos monitores profesionales debe barajar varios parámetros. La definición, la claridad, la nitidez, la proyección de las imágenes estéreo, la potencia (en función de las necesidades) etc. Pero, además de estos y otros factores, hemos de sumar uno realmente importante: el gusto personal de cada productor. Con esto quiero decir que es muy importante trabajar cómodo. Primero debemos evaluar si utilizaremos los mismos monitores para grabar y mezclar o manejaremos varias parejas, en función del proceso de producción que vayamos a realizar en cada momento. Una vez definidos estos aspectos (que tal vez dependan del presupuesto) debemos considerar qué tipo de señal (todas ellas fieles, definidas e impolutas) nos es más grata para trabajar.

En este aspecto, creo que los Mackie HR624 y los PMC DB1S-A son polos opuestos. Bajo unos considerables parámetros de calidad en ambos casos, los primeros nos muestran un sonido contundente, con gran presión. Sin perder la definición, el sonido a volúmenes potentes es de esos que despeina. En el caso de los DBS1-A, su máxima cualidad se muestra en forma de nitidez y transparencia. Se hace sencillo localizar cada plano de cada pista, aunque el proceso se hace, en general, más científico y hay a quien le puede parecer falto de calidez. De ahí mi discurso sobre la importancia del parámetro “gusto personal” dentro de los de alta calidad.

Se ha de subrayar que las cajas PMC en test son de escaso tamaño y que están concebidas para solucionar con eficacia, ocupando poco espacio. Obviamente, unas cajas de esta firma con mayor tamaño mostrarán más profundidad, acción y carácter. En cualquier caso, estoy seguro de que la máxima cualidad de PMC no es la presión y la energía, sino la radical nitidez de la “imagen” sonora.

Conclusiones
Después de trabajar con diversos monitores, te planteas cuál es la prioridad. Sabiendo de antemano que lo que se necesita es una referencia cierta y clara, lo suyo es que el trabajo se te haga agradable (que no cargante) cuando escuchas. El oído se acostumbra mucho a unas referencias y cuando cambias de forma tan extrema de un tipo de sonido a otro, el impacto es importante. Una vez que llevas tiempo habituándote, en este caso a los PMC, empiezas a cogerles gran cariño por su exquisita definición. Creo que me quedaría con ambas parejas (me refiero a las probadas y mencionadas en este test), precisamente por su oposición. Contrastando las mezclas de una escucha y referencia a otra. Lo más delicado es la inversión que se debe realizar para conseguir este abanico tan sugerente de escuchas.

Antes de finalizar, mencionar que los DB1S-A nos parecen unos monitores también excelentes para trabajos surround (contando con el número de piezas adecuadas) por su más brillante característica: la perfecta ubicación de cada plano en la mezcla y su exquisita transparencia.

 

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