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Monitores PCM AML1, gama alta

Nombrar algunos de los clientes que utilizan productos de la Professional Monitor Company probablemente despierte el interés sobre los monitores AML1: Sony Mastering en Nueva York, Digidesign UK, la ORF de Viena, Paramount Mastering en Los Ángeles, Abbey Road Studio de Londres... Y estos son sólo algunos de los nombres que componen el impresionante y extenso currículum de la compañía. Desde que fuera fundada en 1990, PMC ha ofrecido productos de alta calidad orientados tanto a los profesionales del sonido como a audiófilos. En su afán por reducir las diferencias entre el estudio de grabación y el salón de casa (su lema es "Escúchalo como fue concebido y no como una pobre interpretación"), todos los productos de PMC emplean los mismos transductores y principio de funcionamiento: las líneas de transmisión acústicas.

Así, desde los impresionantes BB5-XD activos hasta los más pequeños DB1S, pasando por el caso que nos ocupa, los AML1, todos los modelos están basados en la Advanced Transmission Line.

Líneas de transmisión acústicas
A lo largo de los años el diseño de las cajas acústicas ha ido evolucionando.

En un principio se empleaban cajas cerradas (sealed), en las que no existía ningún orificio por donde pudiera escapar el aire. Puesto que los altavoces emiten tanto para adelante como para atrás, toda la energía radiada al interior es desaprovechada.

El siguiente paso fue abrir un orificio en la caja (puerto bass reflex), para que toda la energía del interior se sumara a la radiada al exterior. Debido a la diferencia de fase con que sale la energía por un lado y por otro, estos puertos deben ser diseñados de manera precisa para controlar las cancelaciones en frecuencia.

Los modelos con puerto bass reflex mejoran la eficiencia y extienden la respuesta en las frecuencias más bajas, pero presentan el problema de que la resonancia del tubo colorea las frecuencias medias y la respuesta en fase no es del todo precisa.

La evolución del bass reflex son las líneas de transmisión acústicas, consistentes en crear un recorrido dentro de la caja que simula que el altavoz estuviera en una cavidad más grande de la que en realidad está. El efecto es que la respuesta en las frecuencias bajas se extiende considerablemente, pero de manera muy controlada y con buena respuesta en fase.

El problema, lógicamente, es que la construcción de estas cajas es mucho más compleja y costosa. Requiere de fuertes inversiones en investigación y desarrollo, ya que hay muchas variables que influyen en el comportamiento de la línea de transmisión: la longitud de la línea, su sección, el grosor de la madera que la conforma, con qué material se rellena, la densidad y ubicación del mismo, etc. Por todo ello, no es de extrañar que los monitores basados en líneas de transmisión acústicas no sean los más comunes.

El desarrollo de PMC se denomina Advanced Transmission Line (ATL), y es el fruto de tres años de trabajo. En este diseño la línea es fuertemente amortiguada con material absorbente, para atenuar las frecuencias graves superiores, de tal forma que por el extremo contrario al woofer sólo emergen las frecuencias más bajas, actuando como un subwoofer.
El control de las frecuencias en la línea reduce el movimiento indeseado del cono, y por tanto la distorsión. Las frecuencias graves-medias y medias no son enmascaradas y se obtiene más SPL, permitiendo una respuesta más plana en distintos niveles de escucha.

Los AML1
Un rápido vistazo a los monitores basta para darse cuenta de que son de buena casta. Lo primero que llama la atención es el altavoz de graves, que presenta una superficie totalmente plana. Aún cuando todos sabemos que no se debe hacer, es imposible evitar acercar nuestra mano para comprobar delicadamente el tacto de la superficie mate. El ligero contacto es suficiente para insuflar algo de aire dentro del monitor y hacer que sea devuelto con un profundo suspiro. Empiezo a tener muchas ganas de verlos en acción.

El tweeter de 32 mm -algo más grande de lo normal- está protegido por una superficie metálica, perforada para mejorar la dispersión. Debajo de los dos transductores, el puerto de salida de la línea de transmisión equilibra el frontal de los monitores.

La parte posterior está prácticamente cubierta por un disipador, que cuenta con una chimenea interna para mejorar la ventilación. Debajo de ella encontramos la toma de corriente y un conector XLR junto a un pequeño diagrama indicando el cableado del conector.
Los controles de nivel y ecualización se encuentran en la parte superior de los monitores, ocultos tras una tapa con cierres magnéticos para evitar vibraciones. Se agradece la ubicación de estos controles, que los hace mucho más accesibles que si estuvieran como es habitual en el panel trasero.

Profundizando
El PMC 6.5, así se llama la unidad de graves de 165 mm, está construido en una mezcla de fibra de carbono y Nomex® que lo hace extremadamente ligero y rígido. Estas cualidades son esenciales para su uso en líneas de transmisión: debido a la gran masa de aire que el altavoz de graves debe mover para que la ATL resulte efectiva, la presión detrás del woofer es muy alta. Los diafragmas en forma de cono no soportan bien esa presión y se comban, provocando distorsión. Un disco plano de ¼ de grosor proporciona la solidez necesaria para soportar las presiones generadas en la línea.

Sin embargo, el pistón de graves presenta un inconveniente: la respuesta en las frecuencias medias-agudas no es del todo buena. Por ello se eligió un tweeter algo más grande como compañero del PMC 6.5: la respuesta de la unidad de agudos permite situar el cruce en una frecuencia inusualmente baja -1.4 kHz- de forma que los medios más altos los proporciona el tweeter. De este modo, el woofer no se ve obligado a reproducir frecuencias que le resultan incómodas, mejorando su rendimiento y disminuyendo la distorsión.

El crossover es un filtro activo con una pendiente de 24 dB por octava que alimenta dos amplificadores (100w RMS para graves y 80 w RMS para agudos), capaces de ofrecer un nivel de presión sonora de 106 dB a un metro de distancia, con una distorsión menor del 0.009%. Estos amplificadores han sido desarrollados por la prestigiosa empresa Bryston, y utilizan condensadores de alta gama OS-CON® en las zonas claves de su electrónica.

La longitud efectiva de la línea de transmisión (1.7m) extiende la repuesta en graves hasta unos sorprendentes 33Hz, mientras que el límite superior se sitúa en 25 kHz.

Para ajustar a nuestro entorno de escucha esta respuesta disponemos de tres controles de ecualización. El primero es un filtro paso alto (LF Roll) con frecuencias de corte de 0, 50, 80 y 160 Hz. Las frecuencias hasta 500 Hz pueden ser alteradas en cantidades de -9, -6, -3, 0, +1.5 y +3 decibelios con el LF Tilt. Por último, el HF Tilt permite aplicar ganancias de -5, -2.5, 0 y +2.5 dB a las frecuencias por encima de 1kHz.

Un detalle que destacar es la inclusión de un interruptor para activar o desactivar la ecualización. Este control nos permite puentear esta etapa si no necesitamos utilizarla (como fue mi caso), evitando así la electrónica de los filtros a nuestra señal. El interruptor también resulta muy útil para comparar rápidamente la señal plana con la ecualizada.

Continuando con los detalles, los transductores son emparejados de manera manual, y el fabricante guarda diagramas de la calibración de cada unidad, para que, llegado el caso de tener que reemplazar alguna, el sustituto se ajuste perfectamente al entorno de trabajo.

El panel frontal está cuidadosamente fijado para evitar resonancias, e incorpora guía ondas para mejorar la dispersión. Las esquinas redondeadas y las curvas de gran diámetro de la superficie también ayudan en esta tarea.

La escucha
Como no podía ser de otra forma, lo primero que llama la atención son los graves. Profundos, muy definidos. Potentes y extremadamente claros. Si tienes ocasión de probar estos monitores, probablemente te descubras sonriendo ante esas frecuencias que más que oír, las sientes.

Las líneas de bajo se presentan tal como son, y los bombos suenan limpios y transparentes. Cualquier pequeña deficiencia salta rápidamente a la vista, haciendo evidentes las diferencias de calidad entre unos discos y otros.

El resto del espectro también se reproduce de forma fiel: no hay rastro de enmascaramiento en las frecuencias medias, y las agudas son agradables y precisas, conformando una amplia ventana de escucha.

Y es que en este caso, la palabra ventana es más que acertada, ya que realmente puedes asomarte a ella y observar. El panorama estéreo es amplio y profundo, rotundamente preciso. Puedes adentrarte en él e indagar entre los distintos planos sonoros en busca de los más pequeños detalles.

Pese a que los discos que probé en los monitores eran viejos conocidos míos, me sorprendió descubrir matices que nunca antes había escuchado: sutiles colas de reverb, pequeñas aspiraciones en la voz, ligeros cambios en el panorama estéreo... Detalles que siempre habían estado ahí pero que hasta ahora no había escuchado. Todo un placer.

Conclusiones
Unos buenos monitores de estudio deben mostrar el audio tal cual, sin maquillaje. Los AML1 son extremadamente precisos y presentan las cosas como son. Las buenas mezclas suenan bien. Las malas no.

Riqueza de detalles excepcional. Imagen sólida y profunda. Graves potentes y definidos. Sonido equilibrado en distintos niveles de escucha. Fiables y exactos...

Lamentablemente, esta calidad tiene un precio, y el de los AML1 probablemente los sitúen fuera del alcance de muchos. Las buenas herramientas de trabajo son caras, y esta no es una excepción. En cualquier caso, aunque el presupuesto no te los permita, pásate por la tienda y solicita una demostración. Merece la pena.

Especificaciones

Respuesta en frecuencia: 33 Hz - 25 kHz

Paso alto: 0, 50, 80 y 160 Hz

EQ baja frecuencia: -9, -6, -3, 0, +1.5 y +3 dB hasta 500 Hz

EQ alta frecuencia: de -5, -2.5, 0 y +2.5 dB por encima de 1kHz

Transductor graves: Pistón plano 165 mm de fibra de carbono y Nomex®

Tweeter: Cúpula de seda de 34 mm

Sensibilidad: 0.775V para 106 dB SPL a un metro

Potencia etapa graves: 100w RMS

Potencia etapa agudos: 80w RMS

Distorsión: <0.009%

Relación señal ruido: 90 dB (ref. 0 dBu)

Longitud efectiva de la ATL: 1.7 m

Conectores de entrada: XLR balanceado

Crossover: 1.4 kHz 24 dB/Octava

Material de la caja: MDF (Medium Density Fibreboard)

Dimensiones: 400 x 200 x 363 mm

Peso: 16 Kg. Por caja

 

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