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No me entero de nada

  • Publicado en Didactica grabación
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Es frecuente que encontremos material escrito en el que resolver alguna de nuestras dudas. Aunque, generalmente, se da por hecho que quien lee se entera de todo porque conoce los conceptos básicos. El otro día me encontré con un amigo que me hacía unas preguntas sorprendentes. Tiene su estudio de artista (home studio) desde hace tiempo y, por este motivo, yo daba por hecho que conocía lo básico. Mi sorpresa vino cuando comenzó a preguntarme algunas cosas realmente básicas. Me dijo, “Carlos, háblame en cristiano”. Comprendí que no se nace aprendiendo. Para los que os encontráis en un caso parecido, ahí van algunas de las cosas que generalmente pasamos por alto por básicas y elementales. Una configuración equilibrada te evitará volverte loco. Es necesaria para poder centrarte en el aprendizaje y manejo de las diferentes herramientas que irás instalando. Evitad problemas de configuración. ¿Cómo?

Mi ordenador ya tiene tarjeta de sonido ¿esa me vale, no?
Muchas veces aparece el nombre “Realtek” junto a esta pregunta. Y suele aparecer por ser la marca que, por defecto, viene instalada en muchos equipos como hardware básico multimedia. Generalmente (y sin entrar en detalles, pues variará según modelos), estas tarjetas básicas están pensadas para solucionar las necesidades domesticas de audio: Escucha de música, grabación básica con un micro, etc.

Son muchos los usuarios que instalan un software musical específico, como Cubase, Sonar o Logic (en versiones compatibles), sobre el hardware doméstico básico y, por lo general, encuentran errores de funcionamiento debidos a la falta de capacidad o compatibilidad de los programas musicales específicos con tarjetas de audio de tan bajas prestaciones.

Actualmente existen gran cantidad de dispositivos económicos (y menos económicos) que solucionan este problema. Lo recomendable, por tanto, es hacerse con un hardware musical específico que asegure buena compatibilidad con el software musical previsto.

¿Qué tipo de hardware compro para empezar?
Lo primero que necesitas es asegurar la compatibilidad con el software. Pregunta en tu tienda habitual (especifica de música, evita grandes superficies y lugares no especializados). Debes calcular qué software manejarás: Cubase, Pro Tools, Sonar, Logic, y ratificar que el hardware es compatible y tiene drivers actualizados que funcionan con el programa que vas a utilizar. Si compras un dispositivo específico musical, como M-Audio, Presonus, etc., lo más probable es que no tengas problemas con ningún programa. Suelen estar preparados exactamente para estos fines. En el caso de Pro Tools deberás hacerte con hardware Digidesign compatible.

Por tipo de conexión
Encontrarás una buena variedad de opciones, desde dispositivos sencillos previstos para guitarristas (preparados para conectar al ordenador mediante jack – USB), pasando por tarjetas PCI, conexiones mediante firewire, etc. Evidentemente, tendrás que elegir aquél que puedas conectar a tu ordenador. Asegurándote de disponer la entrada necesaria para el hardware que elijas USB 2.0., firewire, slots PCI libres... Las diferencias entre unos y otros, según el tipo de conexión, son básicamente la facilidad de instalación (más fácil USB que PCI) y la velocidad de transmisión de datos. Así, un dispositivo Firewire será capaz de transmitir de forma más holgada y rápida la información al ordenador que uno USB.

Por entradas, salidas y accesorios
Si estás empezando, te recomendaría que no te liaras mucho: Algo barato que funcione bien y sea estable. Lo más sencillo será un aparato que te permita conectar dispositivos MIDI (como tu teclado) y enchufar también tus instrumentos audio (micrófonos, guitarras, bajos, etc.). Por tanto, lo básico será una entrada y salida MIDI (MIDI IN y MIDI OUT), dos entradas de audio (para fuentes estéreo como mínimo) y dos salidas de audio para conectar tus altavoces o monitores también en estéreo.

A partir de aquí, podrás ir añadiendo prestaciones. Como, por ejemplo, que el dispositivo en cuestión tenga al menos un previo de micro. Con él podrás aumentar la ganancia de las señales. Es decir, regular con qué intensidad envías la señal de tu instrumento o micro al ordenador para que éste lo reciba en condiciones óptimas. Cada instrumento o fuente emite señales más o menos débiles, y con el previo puedes ajustarlo a tu conveniencia. Puestos a pedir, iría bien que contarás con alimentación fantasma. Se trata de una corriente de 9 V que necesitarás proporcionar a determinados micrófonos (de condensador) para que funcionen. Es algo muy común y no tardarás en necesitarla. Salida de cascos: al menos una y, preferiblemente, con control de volumen de salida independiente. Podrás así trabajar con auriculares y controlar el nivel de señal de salida de forma independiente a la salida de auriculares o monitores.

Si sigues sumando posibilidades (y elevando seguramente el precio) a tu elección… podrás disponer de dispositivos con más entradas, más salidas para monitorear, más salidas de cascos, más cantidad de previos (y de mejor calidad), etc. ¿Y para qué sirve todo esto? Cuantas más entradas tengas (y más previos), más cantidad de instrumentos podrás grabar de forma simultánea. Como supones, grabarás por pistas, por tanto con un pequeño dispositivo de dos entradas también podrás ir grabando (por partes, uno a uno) todos los instrumentos. Pero no al tiempo (una banda, batería con varios micros...). Con respecto a las salidas, si dispones de varias podrás enviar todas las señales a diferentes escuchas. Esto será útil, por ejemplo, para enviar la señal a varias parejas de monitores (obteniendo así diferentes referencias de mezcla según el caso) o para enviar la señal de salida a cualquier tipo de dispositivo que en el futuro incorpores a tu estudio. También podrás encontrar hardware con varias salidas de cascos y todas ellas con volumen independiente. Esto te permitiría preparar diferentes escuchas (simultáneas) para varios músicos al tiempo.

Variedad de conexionado. Cuanto más complejo sea el “artefacto” más posibilidades te brindará. Entradas o salidas TRS ? (jack), XLR, RCA, digitales, etc. Sobra decir que cuanta más versatilidad en este sentido, más facilidad para conectar diversos aparatos sin necesidad de conversores (de una clavija a otra).

¿Superficies de control? ¿Eso qué es?
La superficie de control es el dispositivo que te permite tener tacto físico sobre tu software. Esto no es muy frecuente en niveles básicos. No obstante lo comentamos para que sepas lo que es, si es que aún no lo sabes. En el ordenador controlamos todos los programas mediante el teclado (del ordenador) y el ratón. Para diversas funciones, como las de mezcla y edición, aparecieron este tipo de “cacharros”. La idea es controlar todo el software (o gran parte de él) mediante una mesa de mezclas que controla remotamente el programa. Cuando pasas muchas horas frente al ordenador, elementos como este reducen considerablemente las tareas repetitivas y tontas. Mediante atajos, funciones abreviadas, etc. Además, el tacto real de mezclar y/o manejar tu estudio con las manos, y no con el ratón, suele ser una experiencia que agrada a muchos. Lo conveniente, si te decides a mirar este tipo de aparato, es que tenga los faders motorizados. Es decir, que se muevan de forma automática en perfecta sincronía con tu software. Cuando mueves algo del programa con el ratón se mueve a la vez en la superficie de control, y viceversa.

Soluciones completas
Saliendo de precios moderados, encontraremos soluciones compactas. Artefactos que serán un todo en uno: interfaz y superficie de control, y que pueden llegar a la complejidad (y precio) más extrema que te puedas imaginar; manejar 24 canales o más al tiempo en una misma vista, grabar ocho, 12, 24 instrumentos de golpe… Pero hablar de esto no es hablar de lo básico, así que lo dejamos para otro capítulo.

Monitores. La eterna pregunta
Hemos recibido muchas consultas básicas sobre este tema. Tales como ¿puedo conectar el ordenador a mi equipo Hi-fi? ¿para qué sirven los monitores?

Es posible que al principio te cueste diferenciar el sonido emitido por unos buenos monitores de referencia (de estudio) y unos altavoces Hi-fi. Incluso puede darse el caso de que te guste menos el color y sonido de los monitores con respecto a tus altavoces de la cadena. Lo que tienes que tener en cuenta es que lo que necesitas es una escucha real. Para saber realmente cómo suena tu trabajo necesitas tener una escucha “verdadera”. Si tu equipo da color, añadiendo graves, medios, eliminando agudos, etc., es posible que, en tu casa, lo oigas como estás acostumbrado a oír la música, pero no escucharás la realidad de lo que estás preparando. Esto te llevará, por ejemplo, a encontrarte con una sorpresa cuando bajes tu CD terminado al coche o a otro equipo. Habrás preparado tu mezcla para que suene bien en el equipo de tu casa (que es dónde la concebiste), pero no has tenido una referencia plana y cierta para conseguir un trabajo “equilibrado”, que suene lo mejor posible en cualquier sistema de escucha por el que tu CD vaya pasando en el futuro (esperemos que sean muchos). Por tanto, es recomendable (y con el tiempo lo irás descubriendo), tener unos monitores de estudio planos, reales y que te ofrezcan una imagen fiable de tu mezcla. De ahí que existan interfaces con varias salidas, para varias parejas de monitores. Somos muchos los que tenemos varias parejas de monitores, o incluso alguna otra escucha “guarra” añadida. El propósito, pasar la mezcla por varios sistemas de referencia para saber cómo responderá en otros equipos.

Mac, PC, Windows XP, Vista ¿Qué es mejor?
La parte fundamental es que tengas un ordenador fiable, estable y lo más rápido posible. Actualmente, tanto en MAC como en PC existen alternativas muy aceptables, con altos rendimientos. Existen algunas diferencias en cuanto a la forma de utilizar o procesar la RAM (entre PC con Windows XP y MAC). Aparte de otras consideraciones, como la estética, el espacio que puede ocupar un ordenador u otro, o el precio, podrás montar perfectamente tu estudio de artista (potente) en cualquiera de los dos formatos.

Es importante que tengas la tecnología más avanzada posible. Es decir, si dispones de un procesador DUAL CORE, dos núcleos o un cuatro núcleos, pues mejor que mejor. Más que nada porque todo esto evoluciona a una velocidad de vértigo y si tu ordenador es una reliquia es probable que no tire con el software actual. Esto te pasará en música y en cualquier otro entorno, claro.

Importante que tengas al menos 2 GB de RAM. Para procesar todos los elementos que te ofrecen casi todos los programas musicales actualmente necesitas disponer de RAM, para que la máquina no se quede “petada” nada más empezar.

En cuanto al sistema operativo, debes estar muy seguro de las compatibilidades y existencia de drivers de tu hardware con el sistema que elijas. Por ejemplo, es posible que compres una magnifica interfaz Digidesign para manejar tu Pro Tools LE y un divino ordenador de última generación con Windows Vista. Siguiendo las probabilidades del desastre (momentáneo), es posible también que no existan drivers tan modernos para tu hardware, y éste, por tanto, no “rule” con el Vista. Así que asegúrate, una vez más, de las compatibilidades entre: HARDWARE (INTERFAZ)-SOFTWARE-MAC o PC-SISTEMA OPERATIVO ELEGIDO.

¿Plug-ins, instrumentos virtuales?
Una de las ventajas más notorias (entre otras, claro) de la combinación ordenador y música, es la posibilidad de ir actualizando tu sistema, tu estudio, tus capacidades de grabación e incluso tus efectos, instrumentos, los sonidos que utilizas...

Una de las preguntas que recibí el otro día versaba sobre este tema: ¿Qué son plug-ins? ¿Qué son instrumentos virtuales y para qué sirven? Existe una gran cantidad de fabricantes y desarrolladores de aplicaciones informáticas para la música. Digamos que bajo un programa maestro que nos hará las funciones de sistema básico y central (como Cubase o Pro Tools), podremos añadir pequeños parches o subprogramas que irán llenando de herramientas nuestro estudio. Desde pequeños plug-ins que nos sirvan como ecualización, compresiones vintage, efectos típicos de guitarra, efectos de modulación, reverbs/delays, etc. Podremos, por tanto, ir añadiendo efectos y procesadores del mismo modo que si compráramos aparatos físicos, sólo que (seguramente) con mucho menor coste.

En cuanto a instrumentos virtuales, no te puedes ni imaginar la cantidad de ideas e inventos que aparecen todos los meses. Suele tratarse de librerías sampler, es decir, muestras de audio fraccionadas y “disparables” desde tu instrumento maestro MIDI. Incluso “disparables” desde el propio instrumento virtual (es decir, a través de la pantalla del ordenador). Al ser muestras de audio de gran calidad, suelen ofrecer unas características de realismo realmente impresionantes. Por citarte algunos, puedes encontrar desde voces femeninas/masculinas cantando, coros, guitarras y sonidos rock (reales), a por supuesto baterías de calidades sorprendentes, pianos, cuerdas, metales, librerías de sonidos “de los Beatles”, sonidos de pianos que se destrozan con un martillo o motosierras, acid, loops discotequeros, rollos funk, librerías de bajistas legendarios, instrumentos virtuales para generar guitarras (reales) acústicas y muchísimo más. En los que encontrarás casi cualquier cosa que puedas buscar.

Conclusiones
Puedes dar con configuraciones medianamente baratas para adaptar a tu ordenador. Si es Windows, intenta que esté limpito, sin cosas piratas y sin muchos periféricos. Compra material específico para música (aunque sea sencillo y barato), no utilices software piratas (te volverá loco por malos funcionamientos). Ve poco a poco, experimenta y busca desde el principio un sistema estable.

Podrás encontrar más información en www.ispmusica.com , tanto en las secciones de artículos didácticos, como en los bancos de pruebas y, por supuesto, en el foro. Lugar en el que podrás hacer directamente tus preguntas personalizadas o contestar las de aquellos que atraviesan conflictos que tú ya has aprendido a solucionar.

No te desesperes, paciencia y a por todas. Si quieres tener tu propio estudio, no te arrepentirás.

 

Revista ISP Música ®
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