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Yayo Morales. Baquetas que regalan pasión, creatividad y técnica.

Desde entonces ha trabajado en sesiones de grabación y actuaciones en vivo con artistas y grupos muy variados y dentro de una amplia gama de estilos musicales (Jazz, Flamenco, Pop, Latin, Reggae , Rock ,etc).

Es difícil no haber oído hablar de Yayo, pues su magia se mueve por los circuitos profesionales desde hace ya mucho tiempo. En nuestro caso, conocemos perfectamente su trayectoria, pero fue cuando le vimos en directo cuando sentimos su gran poderío. No es muy usual encontrar un músico que reúna una buena dosis de diversos componentes: técnica, versatilidad, creatividad y, todo ello, arropado por la entrega y la pasión. Yayo, es uno de ellos, pues es capaz de poner tus "pelos de punta", convirtiendo la base rítmica en un centro claro de atención, sin salir de la total corrección del empaste con la "banda".

Entrevista
Estimado Yayo, en primer lugar, darte la bienvenida a nuestro círculo entre músicos y para músicos, tus palabras, experiencias y vivencias serán aprovechadas por todos nosotros.

Me parece especialmente loable el hecho de que los instrumentistas de percusión, con formación rítmica, dirijan sus esfuerzos también hacia la composición, pues parece que la batería es un instrumento más complejo para llegar al proceso de creación melódica. ¿Cómo has llegado al interés por la creatividad? ¿En qué instrumentos te apoyas para la composición de tus propios trabajos?
Bueno, creo sinceramente que todo baterista y percusionista debe, de forma obligatoria, tener un contacto directo con algún instrumento armónico (piano, guitarra, etc.) que le permita a su vez entender un poco más la esencia de la música en otros de sus aspectos, que no son solamente rítmicos sino más bien armónicos y melódicos. De esta forma se comienza un proceso (complementario) para el baterista y percusionista que conlleva un entrenamiento auditivo, distinto al rítmico. Dicho entrenamiento no es cosa de unas semanas, es un proceso largo, sobre todo para nosotros que pasamos muchas horas trabajando y estudiando la batería y no podemos estar todo el tiempo necesario en contacto con un instrumento como el piano. No obstante, este proceso es muy apasionante, pues uno comienza a descubrir esas sonoridades que hacen de la música un algo divino.

Luego, una vez encaminado este proceso auditivo, es cuando debemos interesarnos en el análisis armónico y melódico, el cual es también muy apasionante y gratificante y a la vez requiere muchas horas de dedicación.

Resumiendo, los que tocamos un instrumento como la batería (que yo me atrevo a definir como un instrumento armónico pero de sonoridad indeterminada) necesitamos ese contacto con la armonía y la melodía para llegar a entender mejor la música en sí y poder, de esta forma, contribuir en el aspecto rítmico de la misma enriqueciéndola, en la medida de lo posible, desde nuestro instrumento.

Yo, personalmente, utilizo el piano para el trabajo en mis composiciones. No soy pianista ni mucho menos pero me ayudo de él para componer. Ahora bien, los arreglos son un tema aparte, primero busco la inspiración (que suelen ser unos segundos) y luego trabajo sobre ella (que suelen ser horas).

En cuanto a la vida del músico profesional, creo que muchos de los lectores sentirán gran interés por conocer cómo se desarrolla un músico desde el "despertar musical", pasando por el aprendizaje y llegando a la vida profesional. ¿Podrías relatarnos tus experiencias al respecto? ¿Qué consejos darías a aquellos que quieren abrirse camino para vivir de la música?
Bueno, comenzaré por la última pregunta… Mi consejo a todos los que quieran dedicarse a la música es el siguiente: Si llegas al punto de tener claro que quieres no sólo vivir de la música sino entregarte a ella, entonces no pares hasta conseguirlo, no importa lo que te digan los demás, no dejes nunca que la inseguridad de los otros te haga mella. Por supuesto que es más sencillo el decidirte por estudiar una profesión que te garantice unos buenos ingresos al final de cada mes pero eso tampoco es lo más relevante, sólo importa el hecho de haberte decidido por algo en lo que crees, algo que te hace sentir bien, que te hace sentir especial y sobre todo feliz por estar haciendo lo que te gusta... El resto viene después, poco a poco pero viene.

Respecto a mis experiencias en el aprendizaje y desarrollo de la música, puedo resumir diciendo que sentí el llamado de ésta cuando era niño, aproximadamente a los 9 años de edad. Me encantaba estar en el coro del colegio. Curiosamente uno de los regalos navideños que recuerdo con gran nitidez es de cuando tenía 7 años. Mis padres nos regalaron a mí y a mi hermano mellizo (José Luis) unas baterías de juguete. Qué ilusión nos hicieron a ambos. Mi hermano también se dedica a la música, es bajista y un sesionista muy cotizado en La Paz (Bolivia).

Pero fue a los 13 cuando me decidí por la batería. Con otros cuatro amigos del colegio formamos una banda de rock ("Trueno Azul"). Allí comenzó todo, de pronto me di cuenta que, aun sin haber aprendido con un profesor, tenía facilidad para el instrumento y podía, medianamente, copiar los ritmos de los bateristas de mis grupos favoritos. Luego ingresé en el Conservatorio Superior de Música de La Paz y estuve estudiando durante cerca de tres años pero seguí siendo autodidacta con la batería hasta que me vine a España en 1990, que es cuando estudié con profesor (Carlos Carli) durante cerca de dos años. Hay gente que piensa que cuando uno dice "autodidacta" es como si dijese que no ha estudiado música. Yo opino todo lo contrario. Me parece muy importante estudiar la música, como bien dije previamente, en todos sus aspectos, teóricos y prácticos, pero también me parece muy válido el acercamiento al instrumento de forma directa, es decir, aprender a tocar un instrumento a base de pasar horas y horas experimentando con él, ahora eso sí, con una disciplina y metodología propia, no al libre albedrío.

Una vez instalado en Madrid, ingresé en la E.M.C. (Escuela de Música Creativa) donde actualmente soy profesor en los campos de Educación del Oído (ritmo, batería y ensamble instrumental -combo-). Y tuve la suerte de tener muy buenos profesores. En aquel entonces y durante cerca de tres años ininterrumpidos mi dedicación al estudio fue a tiempo completo (entre nueve y doce horas diarias).

Luego comencé a trabajar. La Escuela me sirvió de mucho a nivel de estudios y posteriormente de contactos y terminé tocando en el trío de maestro Miralles. También trabajé en el cuarteto de Dan Rochlis y Tony Haymer… y con un sinfín más de grandes músicos que me llamaban para tocar con ellos. Eso fue lo mejor que me pudo pasar pues aprendí de ellos mucho más de lo que se aprende en clase. Es como si las cosas conceptuales de la música no estuvieran escritas en los libros y se aprenden teniendo la fortuna de tocar con gente más experta que uno mismo, absorbiendo este concepto tocando y experimentando en los ensayos.

Y así, desde entonces, trato siempre de intentar tocar con gente que tenga más nivel que yo y seguir aprendiendo y absorbiendo información, a la vez que entregando todo lo que me sea posible aportar a la música que estoy tocando.


Vayamos al instrumento. Hay grandes grupos de opinión respecto a la importancia de la calidad del mismo. Hay quien opina que el instrumento es secundario y que la importancia está en la capacidad del músico y por el contrario existe otra opinión sobre la gran relevancia del mismo, pues siendo bueno (o digno) facilita la interpretación e incluso despierta el feeling del músico al tocar. ¿En qué grupo estás tú?
Para mí es indiscutible el hecho de que un buen instrumento es muy importante a la hora de buscar un sonido más óptimo y una respuesta del mismo más definida y precisa a nivel profesional pero obviamente esto no lo es todo. Yo siempre digo que el sonido de un baterista está más en sus manos que en el instrumento. Personalmente puedo decir que soy un músico muy preocupado por el sonido. Siempre intento buscar, no sólo la afinación que me gusta, sino más bien el timbre que me hace sentir a gusto tocando y para ello experimento con distintos tipos de parches y distintas alturas de afinación. Sin embargo, honestamente donde más le doy vueltas es en el asunto de los platos… son mi pasión y siempre que puedo intento hacerme con uno, pero dentro de unos varemos que son los que me gustan.

Por partes ¿qué buscas tú en cada pieza del set? ¿Qué esperas de un bombo, de los aéreos, del base?
Para mí cada elemento de la batería se mueve dentro de unos rangos muy similares entre sí, me explico: lo que diferencia a dos bombos del mismo tamaño (pongamos 20") aparte del parche o algún aditamento es, sin duda, la madera. Un bombo de nogal sonará mucho mas seco y con muchos más medios que uno de abedul, que suele tener más cuerpo y más graves y aun así no tanto como uno de arce, que tendrá un sonido mucho más cálido y redondo. No obstante, habrá similitud entre ellos pues el sonido será el de un bombo de 20" más o menos redondo, con más o menos cuerpo pero un bombo de 20" al fin, es decir, ese bombo tiene un rango de afinación donde suena bien. Si intentamos hacer que suene como uno de 18" o de 22" sonará peor pues estará fuera de su rango de afinación. Lo mismo pasa con los toms aéreos o bases, sonarán bien dentro de su rango y con las características que les dé la madera y los parches. Ahora bien, hay toms, bombos y cajas que responden mejor que otros, la diferencia... la calidad del material, que normalmente suele ir acompañada de un incremento en el precio. En resumen, lo que busco, ya sea en un bombo, aéreos o bases, es que respondan dentro de su rango con un buen sonido, tanto PP(Piano) como FFF(Fortísimo). Lo demás (afinación, timbre, color, etc.) depende de cada baterista. Personalmente, cada vez me inclino más por las medidas pequeñas en general.

La caja. Creo que merece una pregunta en solitario. Madera, metal, pulgadas ¿Qué debe entregar una caja para Yayo Morales?
La caja sí la entiendo como algo más personal, no tanto como los platos, que son, en mi humilde opinión, los que definen más el sonido propio de un baterista, pero definitivamente la caja es algo muy de cada uno. Me gustan ambas, de madera y de metal, dependiendo el tipo de grabación o música en general que uno esté tocando.

Lo que más me interesa de una caja, independientemente del timbre, afinación, tamaño o material del que esté hecha, es la respuesta del bordón. Una buena caja para mí ha de tener una respuesta inmediata del bordón con el solo roce de un dedo sobre el parche superior. Esto es algo que a simple vista no se suele notar al probar una caja; dándole con una baqueta el bordón responderá sin duda, pero ¿y si tocamos ppp (pianísimo) y no responde? O más aun ¿y si tocamos con escobillas y lo único que escuchamos es el barrido por el parche superior y no así la bordona?

Ahora mismo tengo tres cajas MAPEX, una de 12" x 8", otra de 14" x 5" y la última de 12" x 5".

Vamos con los platos. Este número ofrece a los lectores un especial sobre platos así que aprovechamos tu grata presencia para preguntarte tu opinión sobre las necesidades que deben cubrir los mismos. ¿Eres partidario de un gran set con abundantes platos de efectos o crees que con un buen charles, ride, crash y un splash cualquier situación puede resolverse? ¿Los platos caros son los buenos?
Yo soy partidario de tener un set de platos muy variado y que éstos cubran la gama de sonoridades que uno quiera. Los platos en general son una enorme fuente de sonidos y timbres. Un solo plato puede generar una gama de colores como la de un arco iris! Y efectivamente, con un buen ride, un buen crash, un splash y un buen hi hat, podemos resolver cualquier situación. Pero si queremos adornar la música o en su caso ésta requiere de más sonoridades y timbres, entonces necesitaremos más platos, de efectos o no, pero más platos.
Siempre nos topamos con el tópico de que las cosas caras son mejores que las baratas y es que lógicamente, en general, es así. No obstante, toda regla tiene su excepción y en el caso que nos atañe de los platos no podía ser de otra manera. Digamos que a partir de cierta línea, todos los fabricantes de platos ofrecen un producto que cumple con los requisitos para ser usado a nivel profesional. Ahora bien, los platos son una cosa muy pero muy personal de cada baterista y entre gustos y colores no han escrito los autores…así que a algunos les gustará un plato con ciertas características y a otros con otras distintas, es normal. Lo que sí sería un error es escoger un plato por el simple hecho de que sea caro. Mi plato favorito lo compré de segunda mano y me salió tirado de precio.
Como curiosidad puedo decir que hoy por hoy me he decantado por un sonido de platos muy definido, tirando a seco algunos y otros mas abiertos, pero eso sí, poco brillantes. Nunca me han gustado los platos muy brillantes ni con mucho ping aunque reconozco que para tocar pop uso un ride más brillante porque no abre tanto (cuando digo abrir me refiero a los armónicos del plato).

Hace unos días mantuvimos una interesante conversación (tú y yo) sobre cómo encaja en la cabeza del baterista el concepto de la batería digital/midi. Ya hemos descubierto las interesantes aplicaciones de la misma aunque tu punto de vista me parece una aportación para aquellos que se quejan de la falta de realidad. ¿Puedes contárnosla?
Seguro que sí, será un placer. La industria del audio digital avanza a pasos agigantados. Hoy en día cualquiera puede disponer de grandes facilidades para grabar todo tipo de músicas (buenas y malas) en casa sin necesidad de tener que ir a un estudio profesional y con una calidad que hace unos años atrás hubiera sido inimaginable. Pues bien, este avance ha propiciado cosas muy buenas y cosas muy malas. Las buenas son que los músicos contamos hoy en día con un sinfín de herramientas nuevas para hacer música, una de ellas es la que nos ocupa ahora mismo: la batería digital, electrónica, virtual o como queramos llamarla . Las malas son que hay mucha gente haciendo estragos con la música por el solo hecho de tener un ordenador y saber programarlo pero sin tener la mas mínima idea de las reglas mas básicas de armonía (la música hecha por no-músicos).
Volviendo a las baterías electrónicas, podemos decir que las mismas han evolucionado rápidamente hasta llegar a unos niveles muy pero que muy óptimos de expresividad. Ahora bien, por supuesto que no es como una batería acústica… menos mal!!! Ésa es la diferencia que importa, es decir, cuando uno asume que existen dos tipos de baterías, acústicas y electrónicas, se soluciona todo este conflicto de querer tener una batería electrónica que suene, responda y exprese como si fuera acústica. Entonces pregunto, ¿qué opinión tendríamos de un guitarrista si éste nos dijese que desearía que su guitarra eléctrica sonara como una guitarra acústica o viceversa? Pues bien, ahí está la respuesta. ¿Por qué afanarnos en buscar un sonido, respuesta y expresividad acústicas cuando lo que realmente interesa es todo lo contrario?
Desde mi punto de vista, la batería electrónica es otro instrumento distinto que hay que aprender a tocar y a sacarle el mejor partido posible. Si alguien está interesado en escuchar algunas demos que he hecho usando una batería electrónica y disparando distintos sonidos puede hacerlo visitando mi página web http:www.yayomorales.com (ver iDrummer®).

En cuanto a tus proyectos personales ¿en qué estás trabajando actualmente? ¿bandas propias? ¿de gira con...? ¿grabaciones en estudio sobre las que estás trabajando?
Actualmente estoy haciendo algunas galas con "La Calle Caliente", que es una banda de Latin Jazz y uno de los trabajos a nivel musical más reconfortantes que tengo. También he estado haciendo algunas presentaciones con Enrique Heredia (El Negri), cantante de "La Barbería del Sur", que acaba de sacar su primer CD en solitario. Por otro lado, en verano he estado trabajando en los arreglos y programación del disco de un cantante de Mozambique llamado Wilson, en el que han participado entre otros Carlitos del Puerto (bajo) y Vinnie Colaiuta (batería). Asimismo, me he encargado de la producción de unos temas bajo encargo de Javier de Juan, gran baterista y productor de la "Década Prodigiosa".
Además, sigo intentando divulgar mi nuevo CD "Los Andes Jazz Project", que es un disco basado en ritmos y estilos afro-andinos y andinos en general en el que participaron entre otros Jerry González, Bob Sands, Norman Hogue, Germán Kucich, Caramelo Massó, Manuel Machado etc., y por el cual he tenido el enorme privilegio de aparecer mencionado por el escritor y crítico de Jazz Luc Delannoy en su último libro publicado en agosto 2005 "Historia del Jazz Latino" (Volumen 2).
Asimismo, vengo ya trabajando en un nuevo proyecto, mi segundo CD con "Los Andes Jazz Project", que esperemos pueda ver la luz antes de fin de año.

Por último, dejar este espacio abierto para tus libres comentarios dirigidos a todos los lectores ISP, dejando constancia de nuestro agradecimiento y cariño por poder contar hoy con el saber hacer de Yayo Morales.
Ante todo quiero daros las gracias a toda la gente de ISP por brindarme esta oportunidad de contacto con vuestros lectores y sobre todo por el trato tan encantador que habéis tenido conmigo.
También desde aquí quiero hacer llegar mi cariño y agradecimiento a toda la gente de Garijo-Euromúsica (MAPEX y MEINL) que siempre han tenido un trato para conmigo tan cariñoso y especial. Sois los mejores!!
Y a todos los lectores bateristas y no bateristas, nada más que decir, salvo expresar mi deseo más sincero de haber podido llegar de alguna manera a aportaros algo de forma positiva y que os sirva en la medida de lo posible. Mil gracias!

Yayo Morales

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