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El inicio de la familia Yamaha Tyros

  • Publicado en Teclados y síntesis
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Yamaha Tyros5Posiblemente, el teclado más completo y versátil de toda la marca hasta la fecha de su aparición en 2003.  Si tienes ocasión, “Believe your ears”. No pretende ser una definición exagerada de la genial obra de la marca de los tres diapasones. El eslogan elegido para esta máquina todo tiempo es “Believe your Ears”, y no tendremos más remedio que hacerlo (creer a nuestras orejas), porque el torrente musical que nos ofrece el Yamaha Tyros es prácticamente inagotable.

Cuando crees que ya lo has visto todo, resulta que no dejas de impresionarte y de preguntar cuándo tocaremos techo. Por lo pronto, disfrutaremos en las próximas líneas detallando los prodigios de este milagro de la técnica.

Para ser más exactos, el Tyros pertenece a la familia de teclados Portatone serie PSR. Sin duda, es su buque insignia y aquí le vamos a dar un buen repaso. No nos vamos a aburrir, porque este teclado hace de todo; es un auténtico teclado workstation, hasta la fecha el más completo que he visualizado de todos los que han llegado a la redacción desde que esta revista existe, y doy fe que ya han caído unos cuantos, y de todas las marcas conocidas en el mercado.

Desembalando

La primera palabra que se nos viene cuando lo ponemos en la mesa de trabajo es: galáctico. Ése es el diseño. Su tamaño, inmenso. Frontal limpio, con las teclas justas para nuestra interpretación y todo bien diferenciado y a buena distancia, para no confundirnos o presionar teclas accidentalmente. Llama la atención la claridad de sus comandos; en todo momento sabremos qué tecla oprimir y cómo deshabilitar su resultado. ¿Qué por qué digo esto? Muy sencillo: es muy habitual para los no iniciados que, en su afán de “trastear” por los conmutadores y teclas de edición, habiliten opciones que no deseaban y que luego no saben anular. En el Tyros esto no sucederá por una razón de gran tamaño: su display central. Si me permitís, en lugar de display, vamos a llamarlo pantalla, porque las dimensiones son muy generosas y, sorpresa, es a todo color... Sí, sí, como una pantalla de PC portátil, pero no tan grande. Será nuestro tutor, nuestro guía... Se acabó dejarnos los ojos en el intento de visualizar nuestras operaciones en la búsqueda de un buen parámetro de nuestro sonido. En esta pantalla puedes seguir los cambios de sonido, como secuenciar todos los sonidos que utilices en una grabación MIDI con tu PC, o sin él, qué efectos, ecualizaciones, volúmenes, intensidades, etc. Por seguir, puedes seguir con una claridad excelente las letras de tus canciones preferidas, si lo que te gusta realmente es hacer tus pinitos en el Karaoke, o ver en pantalla la partitura de las canciones que, previamente, hayas descargado en su disquetera con formato MIDI.

Tenemos un teclado de 61 teclas con una respuesta al tacto formidable en su intensidad de pulsado y en su contrapesado, con una polifonía de hasta 128. Metiéndonos de lleno en sus apartados, tiene dos tipos de volumen (master y de entrada); controles para la señal de micrófono exterior (ya os dije que se podía practicar karaoke), donde lo podemos ecualizar y dar todo tipo de señal acústica para que no haya ningún tipo de desfase con la señal del propio teclado. El siguiente apartado nos lleva a los controles de la canción que hayamos seleccionado para hacer nuestros pinitos vocales, tales como loopings, grabaciones, reproducciones, etc. Con esto ya podemos ir tirando esos amplificadores salchicheros del todo a cien y las cintas del vídeo para karaoke. Si me apuráis, hasta podéis arrojar el reproductor de vídeo por la ventana. Siguiente paso. Ver las teclas de las canciones, agrupadas en 6 tipos para que no nos liemos y dispongamos de un poco de orden (se supone que estamos sacando de Internet una tonelada de midi-files para luego poderlos volcar en el Tyros, ¿no?).

El siguiente bloque nos va a dar una idea de la composición personal, si no queremos interpretar esos midi-files de nuestros artistas preferidos. Recordaréis esos órganos de cien kilos que hicieron furor en los setenta y siendo niños nos llamaban la atención sus palanquitas de colores vistosos, cada una asignada a un estilo musical. Bien, en el Tyros es mucho más atractiva la visión, y no por sus simples botones, sino por la visualización de su pequeña televisión (ya la vamos a llamar así, veréis como no exagero). Los ritmos de acompañamiento, hasta 300, encuadrados en: pop, rock, swing, jazz, latino, étnicos, baladas, R&B, dance (éstos son muy buenos), country, bandas sonoras, etc. Este sistema de acompañamiento está automatizado para permitirte una precisión y rapidez total a los cambios de acordes que hagas. Todo esto lo controlaremos con unos botones iluminados cuando actúan a nuestras órdenes y que nos darán paso (hasta 3 formas distintas), nos realizarán el cuerpo de la canción (4 variaciones a elegir), nos harán un “break” y nos facilitarán hasta tres tipos de final de canción. Hasta podemos habilitar una función muy buena que nos hará parar la sincronía de la “rueda” a nuestro antojo. Muy divertido y fácil de interpretar, os lo aseguro. Que nos perdemos, pues accionamos el metrónomo y listo; que no sabemos a qué tempo está, pues le damos a la tecla y nos sale gráficamente en pantalla para aumentarlo o disminuirlo a nuestro libre albedrío. Que queremos octavar por arriba o por abajo; ningún problema. Las posibilidades del Tyros son incontables, insisto en hacer hincapié en esto.

Es uno de esos clásicos de época “todo en uno” de primera calidad

Después de pasar por alto algunos controles de mezcla, la pantalla nos deja boquiabiertos durante unos segundos, pero tenemos que continuar. No nos compraríamos el Tyros para alucinar con su display, sino para componer, interpretar, arreglar, cantar y estudiar, entre otras cosas. Nos fijamos en el apartado Menú, donde podremos ver las maravillas que puede hacer el Tyros, las funciones del teclado, la creación de sonidos propios y la grabación digital si lo deseamos. Lo que llama poderosamente la atención es su menú de ayuda. Se acabó mirar el manual de usuario traducido en cinco idiomas, cuyo tamaño lo hacen de todo menos manejable. Cualquier duda que tengamos, basta con pulsar un botón y nos llevará de un modo gráfico a la solución del problema, y traducido a los cinco idiomas a los que nos referíamos.

Pasamos a las voces, con un total de 403 sonidos predefinidos, 10 registros de órganos espectaculares, 480 sonidos en formato XG exclusivos de Yamaha, 256 sonidos MIDI y MIDI 2, 31 kits de baterías (has leído bien) y 5 kits de SFX o efectos especiales. ¿Cómo se te ha quedado el cuerpo? Como dirían en los grandes almacenes Harrows de Londres: “si no encuentra un sonido específico de instrumento, es que no existe”.

El Tyros incorporaba una nueva tecnología en muchos de sus instrumentos que pasamos a relatar escuetamente. Tiene 10 sonidos que los llaman “Mega”, encuadrados en guitarras y bajos. Recrea el comportamiento del instrumento de tal forma que podrás oír todos los elementos como si fuera real. Ejemplo: el ruido de la cuerda al trastear o de la púa al golpear. La cuerda suena muda, con las notas muertas, con el efecto de hammering, slide, armónicos, y una gama de rasgueos y cuerpo. Es como un sampler, pero más fácil de usar. Posee otra tanda de sonidos llamados “Sweet” y “Live”, encuadrados en instrumentos de cuerda y viento, con una ingente paleta de sonidos acústicos y eléctricos amplificados. Samples de gran tamaño, en estéreo y multi-capa, necesarios para capturar la presencia natural, resonancia, expresión y vibrato de este tipo de instrumentos. ¡Una gozada para los oídos!

El Tyros posee un magno localizador musical en memoria donde podrás elegir entre más de 1.400 títulos o canciones y el teclado se ajustará con el estilo apropiado con una selección de cuatro registros. El número real de títulos será todo lo innumerable que tú quieras que sea con la opción antes mencionada de los midi-files que consigas por tus medios. Por cierto, las memorias de registro en el Tyros dejarán de ser un problema, porque viene con un número casi ilimitado de memorias.

Los controles de multi pads te permitirán dar calidad a tu ejecución con una paleta de 200 frases y sonidos que dispararás cuando quieras. Es más; estando en la canción que estés interpretando, podrás colocar marcadores de posición donde quieras para que no sólo te deje desplazarte por la canción con rapidez, sino que te permitirá loops de reproducción en la parte que quieras, ya sea estrofa, estribillo, parte cantada. De ahí que dijéramos que el Tyros también era una potente máquina de arreglos musicales a tiempo real. Además, viene provisto de centenares de estilos con arreglos profesionales para que experimentes a tus anchas, o crees diversos estilos, mezclándolos con nuevos acompañamientos. Si todo esto te parece complicado ejecutar, no hay problema. A la sazón, hay 10 teclas de operación disponibles para que simplemente introduzcas un número de ítem y el teclado lo seleccionará instantáneamente.

Más cosas

También dijimos que el Tyros es un secuenciador de 16 pistas, para que grabes tu pieza a tiempo real. Incluso te permite grabar los estilos de acompañamiento, la progresión de acorde exacta, las variaciones de patrón y las notas solistas que interpretes con solo pulsar el REC; así de sencillo. Pero, pásmate con lo que sigue, porque el Tyros tiene un completo taller de herramientas para editar y reparar la canción que, por error, has interpretado mal, aunque sólo fuese una nota. Imagínate el tiempo que ahorrarás no repitiendo la grabación una y otra vez hasta que quede bien.

Tienes además un buen control de efectos en las voces del teclado: reverberación (34 predefinidos + 3 de usuario), chorus (26 predefinidos + 3 de usuario), armonizador vocal (60 predefinidos + 10 de usuario), sustain, polifonías y DSP (183 predefinidas y 10 de usuario). El DSP es un procesador digital de señal para crear un ambiente de sonido más natural. Te permitirá simultanear efectos, una ecualización digital de cinco bandas e incluso efectos independientes para el micrófono exterior. Aparte, disponemos de un mezclador digital muy funcional para conseguir canciones con calidad CD. ¿Mesa de mezclas en el Tyros? ¡Ya lo ves!

Más cosas: la compatibilidad del Tyros es casi total con cualquier software musical. Lee archivos SFF, SMF, DOC, e incluye una aplicación File Converter para reproducir y convertir archivos de los teclados PSR 8000, 9000 y 9000 Pro. Si lo quieres hacer trabajar con un ordenador, tiene que cohabitar a través del puerto USB, y así podrás transferir datos del Tyros al disco duro del ordenador en un tiempo récord. Se incluye software para posibilitar un control absoluto de los parámetros de sonidos desde el ordenador. Desde ahí, si lo deseas, puedes repartir las labores de edición.

Recordamos que el Tyros proporciona cualquier tipo de partituras en canciones MIDI visualizadas en su “televisor”, incluyendo las de tus propias grabaciones. También pueden salir reflejadas las letras de las canciones (aquí sí deberías tener conectado el PC) para que entrene el vocalista o montes una fiesta brutal de Karaoke. Si sois muchos, podéis conectar un monitor de TV independiente a la salida de vídeo que trae consigo esta maravilla. Ya que estamos en plena vorágine karaoke, has de saber que dispones de una función que te indica la nota que debe ser reproducida después. La canción esperará a que metas la nota, proporcionando una manera intuitiva de aprender la estructura de la partitura. Y con el micro, podremos transformar la voz del cantante añadiendo armonías vocales con hasta tres partes adicionales de voz, además de aplicar efectos para retocar el género o el tono de dicha garganta. Por cierto, que la fiesta se desmadra y el cantante es un poco “pato”; no hay problema: accionamos el modo Cue-time vocal y nuestro amigo podrá cantar a su ritmo mientras el acompañamiento espera hasta que cante la siguiente nota. Se acabó hacer el ridículo, amigo.

Es obligado decir que la capacidad de expansión del Tyros es posible gracias a la inserción de un disco duro interno (éste opcional, claro).

Destaquemos su parte posterior con conexiones hasta para tres tipos de pedales controladores, dos grupos de MIDI IN y OUT, toma de vídeo y USB para PC, salida de línea principal y esclava (para poder sacarlo por monitores y/o a una cadena HI-FI). También podemos insertar una unidad de multi-efecto externa en sus jacks de envío/retorno, la consabida entrada para el micro, con su control de entrada a modo de potenciómetro y la obligada conexión a la red eléctrica, además de las conexiones para insertar altavoces subwoofer y estándar (otra opción para equipar aún más si cabe al Tyros).

En resumen, el Yamaha Tyros es una herramienta de más de 16 kilogramos de peso y 1,14 metros de largo x 40 cms. de ancho x 19 cms. de alto, ideal para el principiante, para el profesional del entretenimiento, para el músico de sesión, para el padre de familia, para los tontos, para los listos, para los que estudian, para los que trabajan, para... Es tan completo que la dirección de la revista nos tenía que haber cedido toda la publicación para explayarnos a gusto. Esperamos que el artículo haya resuelto algunas dudas o incógnitas, pero para satisfacer la curiosidad, nada mejor que probarlo detenidamente en el proveedor. Eso sí, id a primera hora porque, si no, no os dará tiempo de examinarlo a fondo. Aunque siempre podréis pedir un crédito al banco, porque el precio se sube un poco. Es normal; recordad que el Tilos es la más completa estación de trabajo que hay en el mercado, posiblemente. Súper compra maestra.

* Fotografía: Yamaha Tyros 5

 

 

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