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Ampeg BA115HP. Combo. Escenario y local de ensayo.

ampeg-ba115H-ISPmusicaSus significativos éxitos se produjeron a partir de 1960, cuando Oliver Jesperson creó para esta Compañía su modelo “Portaflex”, el cual se convirtió en uno de los más demandados. Mediante un giro, la cabeza amplificadora quedaba introducida dentro de la caja que contenía el altavoz, quedando así más protegida para su transporte. Esa idea entusiasmó a muchos músicos.

 

En ese momento, estos amplificadores estaban diseñados para que tuvieran en su interior válvulas que daban una buena respuesta acústica, pero éstas resultaban muy problemáticas cuando se transportaban para “las galas”.

Por esta y otras causas, a finales de los 60 se rediseñaron, empleando transistores en lugar de aquellas válvulas, para lograr una más avanzada circuitería. De este modo, se solventó ese problema, y se consiguió con ellos una mayor potencia de salida. En años sucesivos, se volvieron a rediseñar electrónicamente a medida que los componentes electrónicos también se superaban.

Ya en los años 60 y también en los 70, mejoraron progresivamente sus modelos, como los conocidos como “fliptops”, aún muy cotizados en los mercados de segunda mano.

En los 60, también AMPEG incorporó como novedad en sus amplificadores, diversos sistemas de reverberación, incluso antes de que lo hicieran en algunos de los modelos que poco después sacarían también en sus amplificadores la compañía Fender®.

A lo largo de los siguientes años, AMPEG fue adquirida por diferentes compañías que se absorbieron unas a otras, hasta que en 2005 fue incorporada a la compañía norteamericana LOUD TECHNOLOGIES. Sin embargo, fue entonces cuando trasladó su producción a países asiáticos, siempre supervisada por los ingenieros de su industria central.
En algún momento, además de amplificadores, amplió la gama de su producción, construyendo también bajo esa marca guitarras y bajos, las cuales han sido muy demandadas.

Parece ser que fueron los primeros a quienes se les ocurrió lanzar un bajo eléctrico sin trastes (fretless) para el mercado mundial. Investigación y desarrollo suele llevar a productos avanzados.

El eterno dilema de los músicos sobre un escenario
Que el guitarrista o el bajista monte su propio amplificador sobre un escenario ha sido siempre un problema inacabado…Si es demasiado grande, suele molestar con su potencia a quien hace la mezcla en la mesa de la sala. Por otro lado, si se coloca detrás de nosotros, perjudicará los oídos al ajustarle su máxima potencia para que “suene equilibradamente en toda la sala”. De esta forma, ocurrirá que la gran mayoría del público no escuchará bien o incluso, les molestará el sonido estridente, como también pasará con los músicos que se encuentren sobre el escenario.

En mi propia experiencia al respecto, he comprobado que una solución más práctica, consiste en llevar sobre ese escenario nuestro “buen y propio monitor”, enganchado por línea a la mesa de mezclas general de la sala (que ya no controlaremos nosotros) y a cuyo técnico le pediremos que nos suministre una amplificación en “sus” correspondientes monitores situados sobre ese escenario.
De ese modo, estaremos escuchando el sonido del bajo, casi en un “estéreo” entre el sonido que salga por delante desde esos monitores, además del que oiremos por detrás, desde nuestro “propio monitor/ampli”, obteniendo una cómoda acústica que nos va a permitir una mejor ejecución.

Y para no castigar nuestros oídos de una “forma directa”, conviene que el sonido que salga de sus altavoces no vaya directamente hacia nuestros tímpanos, no sólo para evitar la molestia, sino también para evitar nuestra sordera permanente: sólo tenemos unos oídos para toda la vida y sus pérdidas acústicas no se regenerarán nunca más... Así que, hay que cuidarlos...

El volumen de “nuestro monitor/ampli” sí podremos controlarlo nosotros mismos a nuestro gusto, tratando de no molestar con ello a los demás, ya que la señal que le proporcionemos a “la mesa” desde nuestro propio amplificador, sólo será por línea.
A mi juicio, esto es mejor que poner un micrófono delante de su altavoz, puesto que nos ataría al usarlo cuando pretendamos realizar modificaciones sobre “nuestro propio monitor”.

Además, usando su conexión únicamente por línea es probable que se evite la presencia de zumbidos, especialmente de baja frecuencia. De esta forma, el técnico de la mesa no sentirá el descontrol, por lo que nosotros nos ahorraremos también alguna de sus broncas por desbaratar su trabajo…. :-o

Hace años, llevaba yo a los escenarios mi “amplificador de dos pisos” (una cabina montada sobre otra y encima el cabezal) y finalmente acabó por darme muchos problemas, no sólo sobre el escenario, sino también para transportar todo ese montaje una y otra vez.

Soluciones combo de AMPEG a estos problemas
Tras su larga experiencia y la de sus clientes en estos asuntos, AMPEG ofrece sus prácticos y potentes “combo” que, como ya sabrás, consisten en una sola caja, medianamente grande y que contiene unos buenos altavoces (recinto), y cuyo lanzamiento de sonido queda por debajo de la cintura del músico. Si quieres castigo directo a tus oídos, sólo tendrás que subirlo a un altillo, aunque no será preciso.

Asimismo y en la misma caja (mueble) queda contenido un buen previo y su correspondiente etapa, que va conectada directa e internamente a sus altavoces, formando una sola unidad Combo (combinado).

La compañía ofrece diferentes configuraciones de “combos” que principalmente muestran diferencias en su potencia, lo cual suele implicar al mismo tiempo un mayor o menor tamaño y peso general de cada modelo. Por otro lado, el modelo de nuestra elección será también determinado por otros factores tales como sus precios, la mayor o menor facilidad para su transportarle, la potencia para que cubra nuestras necesidades, si perjudican o no a nuestros compañeros o vecinos, si es que lo usáramos como elemento de ensayo, etc.

El modelo AMPEG BA115HP
El que hoy nos ocupa no es el modelo de combo más potente que ofrece AMPEG, pero sí es uno de los que parecen más adecuados para solucionar “los problemas” explicados anteriormente sobre un escenario. También como monitor en estudio o local de ensayo.

Personalmente, me parece un poco “pesado” (36 Kg) y difícil de ser transportado por una sola persona, al menos si tenemos que moverlo por algún tipo de escalera, momento en el que seguramente requeriremos la ayuda de otra persona.

De todos modos cuenta con sendas asas generosas y cómodas, situadas en los laterales, para sujetarlo adecuadamente. Además, dispone de cuatro potentes ruedas con giro que podremos adosar a las cuatro esquinas inferiores del mueble, lo que permitirá su fácil desplazamiento por superficies lisas, sin suponernos un gran esfuerzo.

Su aspecto en color negro es muy señorial, con cantoneras metálicas en las esquinas que le dan imagen de fortaleza y poder. Todos los potenciómetros y controles quedan a la vista en la tapa superior, todo de muy fácil acceso.

Su potencia RMS de salida es de 220 vatios, algo bastante razonable. Además, en su interior encontramos un gran altavoz de 15 pulgadas, de la marca Custom de AMPEG, así como una bocina para conseguir mejor definición en las frecuencias más agudas. Integra además, un sistema especial de compresión de sonido diseñado por esta compañía, que podremos controlar a nuestro gusto, mediante un gran potenciómetro que está situado detrás y debajo de la cabina o bafle.

Contiene también un preamplificador de estado sólido con un eficiente ecualizador de tres bandas, así como un generoso control de frecuencias (en 5 niveles muy diferentes) para ajustar a nuestro gusto los tonos medios.

Su señal de salida de línea del tipo XLR, balanceada, lo que facilitará una conexión más adecuada a la mesa de mezclas de la sala.

Una característica peculiar de este modelo es que lleva montado un afinador electrónico junto a todos los controles, el cual facilita la visión del “nombre” de cada nota que se esté ejecutando en el instrumento que tenemos conectado al combo. Cuenta también con indicaciones para lograr su definición de tono con mayor acierto (subiendo o bajando nuestra afinación). Junto a ese afinador, existe un conmutador denominado MUTE que, accionándolo, cortará el sonido de sus altavoces, para que podamos lograr, por ejemplo, una mejor afinación.

Asimismo, esto nos servirá para conectar-desconectar diferentes instrumentos al previo, sin producir esos molestos “chasquidos”, que sí ocurrirían de no tener ese MUTE.
También contiene una entrada de línea, por si quisiéramos introducir por ella la señal que pudiera provenir desde un CD u otro reproductor, permitiendo realizar mejor nuestros ensayos.
Igualmente, al usar su salida de auriculares, también cortará el sonido por su sistema de altavoces, trabajando así de una manera silenciosa respecto a nuestro entorno.
Sus dimensiones: 1346 x 1346 x 991 mm.
Existe un modelo parecido a este, pero con 300 vatios en lugar de los 220 vatios. Todo en él es más grande, incluyendo su peso total y por supuesto el precio.

AMPEG fabrica otras series de amplificadores, por ejemplo con su previo separado de la cabina que contiene su altavoz. También con más de una cabina/recinto si se deseara.
Incluso, hay modelos más pequeños que el que aquí presento, pero a mi juicio, este BA115HP será suficiente sobre un escenario, también para ensayos e incluso para estudios de grabación (donde quizá funcionaría mejor con su conexión por línea).

Echo en falta una buena caja-envase, por ejemplo de aluminio que nos permitiera su transporte sin sufrir daños externos. Imagino que, si eso se adjuntara de serie, aumentaría su precio “de salida”. Por supuesto, siempre lo podríamos comprar como accesorio, lo que a mi juicio debería tenerse en cuenta, salvo que el uso de este combo fuera destinado a un lugar más fijo (salón de actos, estudio de grabación, local de ensayo, etc.)

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