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Amplidrive. Amplificadores coquetos, gran volumen y pocos euros

Las necesidades del guitarrista a la hora de elegir amplificación son bien distintas en función de varios parámetros. El punto de aprendizaje en el que se encuentra el músico, sus gustos y estilos, el lugar o contexto en el que vaya a utilizar la amplificación elegida y, por supuesto, el presupuesto.

La idea de que un buen amplificador de guitarra es exclusivamente uno de los muchos tipos necesarios es errónea. Para cada nivel, situación y presupuesto, existe una opción más interesante. Como dice el conocido refrán: “en la variedad está el gusto”.

Hoy ponemos a prueba tres propuestas. Situadas en escalones distintos: el concepto “baby a pilas” por menos de 50 €, el ampli “mini” de 15 W, por menos de 80 €, y un equipo a válvulas que ronda los 450 €. Tienen en común una característica que les une: todos ellos poseen una chicha, en volumen, muy peleona.

AmpliDrive, a prueba: Modelo LA-5
Comenzamos con el más pequeño de los tres. Hacía tiempo que no pasaba por mis manos un ampli de estas características. Un pequeñín que pesa poco más que un libro, y a pilas. Concepto “baby”. Amplificación portátil, ligera y operativa en cualquier lugar y circunstancia por su alimentación mediante batería de 9 V.

Amplificador portátil, ligero y autónomo
Es frecuente ver este tipo de amplificación tanto en aprendizaje, como acompañando a músicos que tocan en la calle. Su extrema ligereza y portabilidad lo convierten en un compañero ideal para llevar a cualquier parte. Ahora sumamos su independencia, al no requerir ser enchufado, y nos lo podremos llevar incluso de acampada junto a unos filetes rusos y una buena tortilla de patata.

Acabados
Una de las cosas que más me llamó la atención de este peleón pequeñín fue su coqueto acabado. Rojo cañero que acompaña bien a las posibilidades del mini ampli, puesto que grita de lo lindo cuando le das caña. El sistema está bien acabado y me resulta especialmente estético. Como un caprichito.

Panel frontal y sonido
Como es lógico, no voy a detenerme mucho en estas explicaciones. Un panel frontal sencillo compuesto por potenciómetro de volumen, ganancia, switch gain/clean, control de tono, entrada alimentación (para transformador si queremos enchufarlo a la red) y salida de cascos.

Es práctico y sencillo. En cuanto al sonido, lo que más sorprende es la cantidad de chicha que es capaz de entregar. Cuando subes a tope, tienes buena cañita. Al menos más de la que te esperas al ver una cosa tan pequeña. Los controles son básicos, algo rudos, pero hacen bien su función a la hora de moldear el grosor, brillo y cuerpo del sonido. A pesar de ser tan económico y menudito, recorre los sonidos limpios y las saturaciones.

Conclusiones
Las ventajas fundamentales están claras: precio, autonomía y portabilidad. Es un ampli con lógicas limitaciones que no podrá usarse en determinados contextos, pues lo reventaremos. Aún así, es ideal para otras muchas situaciones en las que deseemos practicar, o hacer oír nuestra guitarra a cualquiera que pase por delante, en cualquier sitio.

Por lo pequeño de su altavoz, los medios son algo artificiales y suenan un poco “nasales” (les pasa a todos los amplis de este tamaño). Aún así, os confieso que me quedé boquiabierto por las prestaciones de este diminuto aparato. En relación a su precio y competencia, está bien acabado, es coqueto, tiene buen volumen, es moldeable, y hasta te permite jugar con las saturaciones. Los limpios son más reales, pero junto a un buen pedal de distorsión (no imprescindible pues, como digo, cuenta con saturaciones), podrás hacer tus pinitos con tu guitarra eléctrica por menos de 50 euros. ¡Alucinante!

A prueba, AmpliDrive CD100
Se trata de una ampliación en tamaño, potencia y posibilidades con respecto al anterior. 15 W que superan en diez a la versión que comentábamos un poco más arriba. Con los mismos acabados y el mismo aire rojo coquetón de su hermano pequeño, nos topamos ahora con un frontal un poco más elaborado: potenciómetro de volumen, ganancia, switch gain/clean, volumen de ganancia, un completo ecualizador con control de agudos, medios, graves, también reverb y salida de cascos.

Estuve un ratillo probando las combinaciones entre los potenciómetros volumen, gain y volumen gain. Me llamó la atención que fueran tres, y me preguntaba acerca del efecto que tendría su manipulación en el sonido. Tras las pruebas obtuve respuestas. Con estos tres controles, vamos a flexibilizar las posibilidades del “color” de nuestra guitarra entre el sonido limpio, el crunch y el de alta saturación (con ayuda del switch).

Y, ¿dónde está lo sorprendente? Pues os cuento, considerando que se trata de un ampli de menos de 80 €, la verdad, sus juegos entre el limpio y el crunch son satisfactorios. A pesar de su tamaño, tiene bastantes graves, de tal modo que conseguimos un sonido con cuerpo. Jugando con la ganancia y el volumen de la ganancia, obtenemos un abanico bastante simpático en saturaciones.

Al incluir tres controles EQ y la reverb, obtenemos más versatilidad y control sobre el sonido con respecto al LA-5.

Conclusiones
Son aproximadamente 27 € más que el modelo anterior. Hablamos de poco dinero. Sin embargo el arcoíris de sonidos es significativamente más amplio. Por su ecualización más completa y por la incorporación de la reverb. Menos notable, pero a considerar también: algo más de potencia y sigue siendo un aparato muy manejable en cuanto a peso y dimensones.

Para lo que vale, sus sonidos limpios e incluso de media saturación son llamativos. Siempre puedes combinar las saturaciones peleonas con tus pedales para acercarte al máximo a lo que puedas buscar en el campo overdrive/distorsión; aunque el AmpliDrive CD10 dispone de su propia cartera de ganancias altas.

En resumen, si andas pillado de pasta, estas empezando, o quieres un ampli barato barato, pero con el que se puedan hacer cosas que suenen con dignidad, esta es una competitiva opción que te permitirá experimentar todos los caminos posibles de una eléctrica. En efecto, no es un válvulas de primer orden, pero cuesta creer lo que vale al escucharlo. Pruébalo.

A prueba, AmpliDrive a válvulas VA15
Vamos ahora con un producto situado unos escalones más arriba, con respecto a los anteriores. Comentaros que desembalé los tres amplis al tiempo, los puse juntos y decidí el orden de las pruebas antes de comenzar. Ya a primera vista se notaba que éste era el más poderoso de los tres.

Aspecto y acabados
Un ampli más pesado, más grande. Al tener el altavoz con más pulgadas, por narices tenía que tener un sonido más contundente que los anteriores. Está acabado en negro, de forma seria, estilo vintage. Al más actual aire boutique. Sus potenciometros, situados en la parte superior, van en la misma línea de diseño.

En cuanto a la parte posterior, se puede ver la electrónica pues la trasera es abierta. Las válvulas van recubiertas por tubos metálicos. No he encontrado marcas de los componentes a la vista.

El panel de control
Nos encontramos, sobre un frontal cromado. Desde él podemos controlar el volumen, el tono, el control del trémolo mediante potenciómetros intensidad y velocidad, el mando de la reverb y dos entradas para guitarra TRS ¼ (jack).

Potencia y sonido
Desde luego estos 15 W dan mucho de sí. Como elemento común con los anteriores modelos en análisis, encontramos un gran volumen y pegada del “bicho”. Sólo que ahora es de mayor calidad. Más gruesa y contundente. Más cálida y más auténtica, sobre todo en saturaciones.

Me encontraba ante un ampli ya un poco más alto de gama. Hay que invertir unos 450 para hacerse con él. Así que para conocer bien la forma en la que el sistema amplifica la señal del instrumento, utilicé tres guitarras bien diferentes en las pruebas. Una Fernandes Ravelle elite (de tono más bien oscuro y guerrero), una Encore tipo Strato® de pastillas simples y bastante aguda, y una Les Paul.

El amplificador tiene un sonido bastante denso, con sonidos limpios en volumenes bajos y de saturaciones moderadas en volumenes altos. En general es más bien “grueso”, bastante redondo. Su rollo vintage, más ese sonido compacto y grave, empastó muy bien, para mi gusto, con los sonidos de la guitarra de pastillas sencillas.

De todos modos le encontré el punto a este AmpliDrive con todas las guitrarras. Es claramente superior a los anteriores por las razones mencionadas, y su sonido justifica perfectamente el ascenso del precio con respecto al LA 5 y al CD100.

Conclusiones
Un amplificador con el que se pueden conseguir resultados bastante serios. Calidad muy aceptable, aún tratandose de un precio asequible. Sus puntos fuertes son el buen rendimiento de su potencia, su acercamiento real a un sonido vintage, la relación señal/ruido aceptable y una reverb + trémolo muy afines al sonido general que nos brinda. La parte que puede hacer entender su bajo coste, para ser un auténtico válvulas, podría ser por ejemplo la “rudeza” de sus controles. No son especialmente sensibles.

En general el amplificador me ha sorprendido para bien en limpios y ganancias medias. Desde luego si tu presupuesto ronda los 400 €, te apetece tener un válvulas de verdad, y te enrolla el sonido cásico de tubos con puntos crunch, esta es una fantástica alternativa. Añadiendo buenos pedales de overdrive y distorsión conseguimos también resultados peleones apetecibles. Mucha potencia y atractivo precio.

Todas las aquí expresadas son mis conclusiones, para sacar las tuyas propias acércate a tu tienda de confianza más próxima y pregunta por AmpliDrive.

Hasta la próxima.

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