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Fulltone a prueba: La calidad por encima de todo

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Fulltone

Pedales, pedales, pedales… ¡bufff! Cuántas opciones tenemos hoy en día, sólo tienes que ir a tu tienda y ver las estanterías repletas de ellos. En ocasiones así, hay que separar el grano de la paja para quedarnos con lo que realmente merece la pena, como es el caso de los productos que analizamos hoy. Hoy tenemos de visita seis pedales que no son cualquier cosa, ya que en ellos impera la calidad por encima de todo.

Pero, ¿quiénes son los individuos que nos acompañan hoy? Con el número uno tenemos al Fat Boost, un booster de los más conocidos del momento; el segundo es el Octafuzz, que consiste en un fuzz más un octavador; también está el Deja Vibe, que consiste en un vibrato/chorus; su primo Deja Vibe MDV 2, que es prácticamente como el Deja Vibe pero en formato wha, donde podemos elegir el tempo; y ya por último, los dos wha de la familia, que son Clyde Deluxe Wha y el Clyde Standard Wha.

Con respecto a la propia marca Fulltone, ya hemos hablado en algún momento de ella, pero para quien no leyese los anteriores artículos, aquí aportamos un pequeño resumen sobre la historia de la marca:

La empresa Fulltone surge a partir del guitarrista de sesión Michael Fuller, con la idea de fabricar pedales orientados a un sonido vintage, con referencias como Led Zepellin, Hendrix, etc. Una de las características principales es que la empresa posee sus propios potenciómetros custom hechos específicamente para ellos. Por supuesto, cada uno de los pedales fabricados por la empresa están construidos a mano, por lo que tienen la etiqueta de “boutique”. Por tanto, dejemos a un lado la prosa de la historia y pasemos a lo que importa, que es cómo suena y cómo están construidos.

Construcción
Una de las cosas con las que personalmente convivo es con la entropía dentro de mi equipo. Con el paso de los bolos, ensayos y grabaciones, vemos cómo empiezan a desaparecer los botones, a rozarse la carcasa de los pedales, las hembras de las conexiones empiezan a flaquear, etc. Por tanto, la construcción es algo a lo que sí que le doy mucha importancia. Esto también se debe tener en cuenta, sobre todo si tu hábito es de tocar mucho, o ensayar mucho, etc.

Todos los pedales que tenemos hoy entre manos, ni que decir tiene que están más que preparados para soportar el paso de los bolos y los maltratos que sufrirán. Todos los potenciómetros parecen completamente robustos y, en ocasiones, podemos incluso moverlos con el propio pie, en el caso de que necesites modificar algún parámetro en pleno uso. Y como si de un amplificador se tratase, los pedales utilizan un determinado tipo de potenciómetro que está hecho a medida sólo para Fulltone. Por tanto, pasemos a analizar uno por uno cada pedal:

Deja Vibe (o Mini Deja-Vibe)
El pedal, como todos, posee una entrada, in, y una salida del pedal, out, en formato jack. Por supuesto, ni que decir tiene que la sensación que te dan los potenciómetros son más que de alto nivel. Posee tres potenciómetros: uno de volumen del propio efecto, otro la intensidad (donde especifica cuánto de la señal original queremos utilizar y cuánto de la señal con el efecto) y un tercer potenciómetro gigante que nos servirá perfectamente para controlar el tempo del efecto. Al ser tan grande podríamos incluso controlarlo con el propio pie, sin necesidad de tirarnos al suelo en medio del concierto. Por otro lado, tenemos dos switcher que nos permiten elegir entre el chorus y el vibrato, y entre dos opciones “vintage” o “modern”. Hay también un led que nos indica el tempo del efecto. Éste control es muy importante, ya que nos permite saber a qué tempo está programado el efecto. Y por último, tenemos un control para activar o desactivar el propio sonido. En realidad, lo que podemos intuir simplemente viendo el pedal es que han tenido muy presente el modelo Univibe de los 60 que usaba Hendrix, (sólo escucha el tema “Machine Gun”). La corriente necesaria para poder usar el pedal es simplemente 9 V, como en cualquier pedalera que hoy en día podemos tener. Dentro del propio pedal se aumenta la corriente hasta los 18 V, como originalmente requería el Univibe. Por otro lado, debemos decir que la compañía fabrica sus propias fotocélulas, que son prácticamente réplicas de las originales del pedal Univibe.

Fat Boost (Model FB-3)
Este pedal es uno de los clásicos de la compañía. Junto con otros pedales como el Fulldrive o el Fat Boost, es otro claro ejemplo que se debe que tener en cuenta para formar parte en nuestra pedalera. Como otros casos de la misma empresa, ocurre que debido al éxito aparecen nuevas versiones. El Fat Boost, como indica el nombre, consiste en un boost, pero su principal arma es la calidad de sonido. Su formato de pedal es pequeño, eso hace que encaje perfectamente dentro de tus pedales sin que ocupe un espacio vital. Posee dos potenciómetros relativamente grandes, uno de volumen y otro de drive, donde su principal característica es que, en vez de ser potenciómetros estándares donde su recorrido es plano, en el boost tenemos un click por cada uno de los diez niveles que tienes en cada control. Eso hace que tengamos mucha más facilidad para recordar a qué nivel estaba cada control. Por otro lado, tenemos dos minicontroles para ajustar los agudos y los graves, y un led para comprobar si está activado o no el efecto. Por supuesto, el conmutador on/off y la entrada in del pedal, más su salida, así como la entrada de 9 V.

Deja Vibe MDV 2
Cuando cae en tus pedaleras un modelo así, no sabes cómo hacer para no meterlo en todas las partes del repertorio. En mi caso es casi imposible desactivar el pedal y, personalmente, no soy extremadamente fan de chorus y vibratos, pero he de reconocer que te cautiva. Digamos que consiste en otra versión del mismo Vibe Vintage de los 60, pero en un formato muy atractivo, ya que consiste en un tipo wha con varios potenciómetros añadidos en el costado izquierdo, como son la intensidad y el volumen, dos conmutadores: uno que te permite elegir entre el chorus y el vibrato y otro entre las opciones de vintage y modern, además de un led que indica por su iluminación el tempo elegido. Aquí es donde entra una de las principales características del propio pedal, que a modo de wha te permite elegir la velocidad del efecto. Por supuesto, tiene la entrada de jack así como la salida del mismo. Una de las mejores cosas del propio pedal consiste en que no necesitas hacer ningún click para activarlo, simplemente con bajarlo y subirlo lo activa o desactiva; por tanto te quita la psicosis cuando se está tocando de “¿habré dejado el whas puesto?”. Podemos pensar: “lo puedes oír perfectamente”, pero claro, si tu ampli está en un lado del escenario y te encuentras en el lado opuesto y lo que oyes es un poco de lo que te llega de la P.A., o simplemente tienes una mala noche, con un sonido horrible y tu Vibe digamos que no está asignado de una forma muy agresiva, no tienes muchas más opciones para intuir si está puesto o no, nada más allá de mirar si está abajo o arriba el pedal.

Clyde Standard 
Una vez más, la referencia que se tienen en cuenta es Hendrix. Cuando Jimi grabó el “Electric Layland”, utilizó un pedal de Vox, el “Clyde McCoy”, que es el sonido del Wha Hendrix por excelencia. En este caso, consiste en coger lo mejor de lo mejor del Vox y adaptarlo al siglo XXI. El talón de Aquiles de los wha consiste en el potenciómetro, eso hace que en muchas ocasiones se nos vea deteriorado el sonido debido al carraspeo que se produce al introducirse polvo; o simplemente nos gusta el sonido del wha pero no tiene el recorrido que queremos, o incluso es muy rápido. Para ello Fulltone ha fabricado sus propios potenciómetros, permitiéndote tener el control y adaptarlo a las necesidades de su propio pedal. Por lo demás, es un formato bastante estándar, como su nombre bien indica. Una entrada y una salida de jack, así como la entrada de 9 V y la activación, o no, del propio pedal, que es hacer click al final del recorrido.

Clyde Deluxe 
Como su predecesor, consiste en una versión más sofisticada de un wha, pero con la particularidad de que, además de permitirnos tener la versión estándar, nos da otras opciones más para poder elegir. En el costado derecho del wha tenemos dos potenciómetros que nos permiten elegir cuánto de entrada queremos sobre el pedal; además consiste en uno de esos nuevos potenciómetros que tienen diez posiciones, por tanto, podemos saber siempre a qué nivel exactamente lo teníamos en el último ensayo o bolo. Por otro lado, tenemos un potenciómetro por el cual podemos elegir entre tres posibilidades de sonido, así como el propio sonido Jimi del estándar, un sonido más grave con la opción Wacked y un sonido más funk y agudo como el Shaft. Y creo que lo más importante es que, además, nos proporciona un Led ¡para saber cuando está activado o no!

Octafuzz 
El pedal tiene un formato un pelín más grande de lo que es el boost, pero no llega a ser realmente inmenso. Posee dos potenciómetros, uno de volumen y otro de boost, para elegir cuánto de saturación quieres y, a su vez, un conmutador donde podemos elegir nada más que fuzz o el propio fuzz más el octavador. Por último, el conmutador on/off y un led que nos indica si está activado o no. Por supuesto, la entrada y salida de jack, así como la entrada de 9 V. Digamos que no deja de ser una reminiscencia del Octavia tan utilizado por Hendrix o SRV.

Sonido
En todas las pruebas de sonido que realicé al equipo intenté hacerlo sonar con el mayor número de guitarras y amplificadores. Para ello conté con una Fender Strato, una Fender Telecaster, Les Paul, 335 y una Gibson SG. Como amplificadores utilicé varios sonidos para ver cómo respondían; asimismo, usé un Koch StudioTone, un Koch Multitone, un Matchless Clubman y un Mesa Boogie más que rectificado. Para cada caso fue una experiencia completamente distinta, por tanto, he de decir que los pedales que tenemos hoy son extremadamente sensibles, por lo que respetarán en gran medida a vuestro equipo.

FAT BOOST
Comencemos por el que particularmente ya había tenido el privilegio de conocer en versiones anteriores, y puedo decir que, como en aquel momento no me decepcionó, ahora menos. Si quieres un boost que te engorde la señal y con el que consigas una saturación principalmente por las frecuencias más bajas, podemos decir que ésta es una gran opción. Rellena toda la parte baja del espectro y, además, tiñe con una cremosidad soberbia. He de decir que con el Marchless y la Les Paul era algo superlativo. Cuando tienes un ampli de menos potencia se puede quedar un poco pasado, ya que el pedal puede superar al amplificador. Por supuesto, mejor en recintos como de 4x12 que de combo. Empasta perfectamente con un fulltrive o un tube screamer.

OCTAFUZZ
El Octafuzz podemos decir que realmente me encantó, pero hay que tener cuidado, como con su predecesor el Octavia, es decir, tiene una gran cantidad de saturación, incluso bajando al mínimo el control de boost tienes algo de saturación. El octavador suena genial, pero he de decir que es bastante discreto, por tanto, perfecto para empastar con la banda en algunos solos, sobretodo cuando vas en formato trío. La mejor combinación me fue con la strato y el matchless. Combinarlo con otros pedales de overdrive o boost es tarea relativamente arriesgada, ya que posee suficiente saturación para dar y regalar.

CLYDE STANDARD
El propio nombre lo dice, es un sonido completamente estándar a nivel de wha. Digamos que si quieres el sonido Jimi Vox esta es un gran opción; con la particularidad de un recorrido un poco más grande que el de Vox. Personalmente, me cuadró perfectamente con la strato, la tele y el Koch Studiotone.

CLYDE DELUXE
Como su predecesor, suena increíble en la opción Jimi, en el Wacked suena genial para sonidos más saturados, ya que a veces tanto la estándar como la opción Jimi se nos pueden quedar un poco abajo. La opción Shaft puede ser un poco hiriente en altas frecuencias, muy funk. Personalmente, creo que va bien con todas las opciones que probé, aunque hay que tener cuidado con el uso de la opción shaft con una telecaster.

DEJA VIBE
Aquí voy a englobar a los dos Vibe, ya que el sonido es realmente el mismo. Pienso que suenan espectaculares, quizás es algo personal, ya que no me gustan los vibe demasiados pasados y presentes. Ambos te dan simplemente esa diferencia que hace que suenes realmente bien y empastes a la perfección. Las posibilidades preferidas que me atrajeron fueron la strato con el matchless, la SG con el Koch y el matchless, así como la 335 y el matchless. Además, si le pasas por el boost con muy poquito de ganancia, te da ese sonido cremoso que muchas veces buscamos.

Conclusión
¿Qué más podemos decir ya? Simplemente, mencionar una vez más la gran calidad de los mismos. Siempre teniendo en cuenta el sonido que se pretende, es decir, Hendrix, Clapton, Srv, etc. Si tu estilo es el Metal, difícil veo que puedas encajar con estos pedales; ahora bien, si quieres un sonido vintage pero con todos los factores positivos de una empresa actual, estos son grandes opciones. Hay que puntualizar el precio, ya que no son pedales precisamente muy baratos; de todos ellos quizás el que represente mejor la relación calidad-precio puede ser el Boost.

 

 

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