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Mark Bass F1, excelente amplificador para bajo

Txt: Martín Sequeros

En tan sólo unos seis años y desde Italia, han logrado encajar mundialmente un novedoso producto electrónico de la más alta categoría profesional, que está convenciendo a muchos músicos bajistas por su versatilidad de ecualizaciones, potencia y limpieza de sonidos.

¿Amplificador o monitor?
Esta joven compañía ofrece ahora una amplia gama de soluciones y modelos a elegir.
Para mí hay dos “pruebas de fuego” donde realmente se aprecian las virtudes de un buen amplificador: a) Sobre un escenario, ante mucho público y b) Al efectuar con él grabaciones de cualquier tipo en un estudio de sonido profesional.

Hasta mí llegan ahora dos piezas muy concretas de MARK BASS: Una cabeza F1 de 500 vatios a 4 ohmios, con precio de 1.050 €, y un bafle STANDARD 104-HF-4 Ohm con cuatro altavoces de 10” en 1.250 €, es decir, todo este conjunto de dos piezas inseparables por 2.300 €, IVA incluido.

Para el caso que he descrito como “a” lo consideraría como un extraordinario monitor, ya que le sobra muchísima potencia sin ninguna distorsión apreciable, sus altavoces quedan muy por debajo de nuestros oídos, con lo que evitará dañarlos cuando estemos emocionados ante una interpretación musical de “alta inspiración”. Y en todo caso, ese conjunto de amplificador y bafle lanza nuestro sonido sobre el escenario con mucha más potencia de la necesaria, así como con muy sobrada calidad, lo que, sin duda, nos ayudará a recrearnos con el propio sonido que saquemos de nuestra guitarra-bajo.

Otra cosa será lo que realmente llegue al resto del público situado fuera del escenario y a partir del sonido lanzado exclusivamente desde este “monitor”... Yo soy partidario de que merece la pena “repartir” el sonido enviado desde nuestro contrabajo hacia toda la sala, es decir, que además de tener nuestro buen monitor junto a nosotros, proporcionemos la mejor y más limpia señal posible hacia la mesa principal de la sala, donde, a su vez, los correspondientes técnicos la repartirán por el resto de los altavoces principales, generalmente situados a ambos lados del escenario. Hay músicos se empeñan en poner sobre el escenario amplificadores y bafles más grandes, para que a sus instrumentos “no les falte” potencia ante el público expectante; así finalmente lo que ocurre es que algunos los oyen en demasía mientras otros apenas se enteran. Por otra parte, tener tras nosotros altavoces que nos llegan tan “directamente a las orejas” incluso nos puede ocasionar daños a nuestro sistema auditivo, puede que hasta una sordera irreparable. Además, este tipo de blafles supone tener que mover un “mayor volumen de equipaje” y, en consecuencia, un mayor presupuesto dedicado a tan ineficaz fin.

Soy pues, en definitiva, partidario de usar tanto un BUEN AMPLIFICADOR sobre el escenario, pero sólo en calidad, como un BUEN MONITOR.

Para el caso que describo como “b”, en un Estudio, estas nuevas soluciones de MARK BASS además de prever, por supuesto, salidas directas desde sus cabezas amplificadoras hacia la mesa de mezclas, si colocamos algún micrófono delante de sus altavoces, los sonidos obtenidos también serán claros, no apreciándose el más mínimo ruido de fondo. Las formas de sonido entre las ecualizaciones que este amplificador nos entrega, son extraordinariamente versátiles; desde agudos muy impactantes, hacia graves muy envolventes y profundos, pasando por una amplísima gama de combinaciones que resultan muy fáciles de volver a localizar al mover sus potenciómetros. Estoy convencido de que muchos se sentirán seguros y sorprendidos por sus resultados.

En mi estudio de pruebas yo no he podido sobrepasar su volumen acústico, ni siquiera llegar a la mitad, porque le sobra potencia y, por supuesto, en ningún momento he podido apreciar alguna distorsión, incluso en mis más “salvajes pruebas”...

Vamos a detenernos un poco más en cada una de las dos piezas que aquí pruebo: la cabeza amplificadora y la cabina que contiene sus cuatro altavoces y que se unen mediante un solo cable.

Cabezal F-1
Parece que parte de su gran secreto para obtener sonidos con tan excelentes resultados reside en dos filtros muy especiales, diseñados en concreto para estos productos de MARK BASS, y a los que ellos denominan: VLE (Emulador de Altavoz de Ventaja) y VPF (Filtro Variable de Preshape), que son capaces de controlar y dar capacidad a una enorme cantidad y con gran calidad de sonidos cuando vamos girando sus potenciómetros.

Lo primero que sorprende de este cabezal es su poquísimo peso, de tan sólo 2,1 Kg, así como su reducido tamaño (276 x 44 x 255 mm), mientras apreciamos la enorme potencia que es capaz de entregar.

Su aspecto es de “pequeña robustez”, con un agradable acabado en metálico negro semi-mate y serigrafiado al frente, con un emblemático color amarillo con que esta compañía personaliza a sus productos y con cuyo aspecto, en efecto, logran una imagen muy impactante.

Al frente aparecen hasta ocho potenciómetros, con los que encontraremos infinidad de ajustes a nuestro gusto, según el tipo de temas musicales y las ocasiones que se nos presenten al usarlo junto a nuestra guitarra-bajo. Naturalmente que lo he probado de inmediato al sacarlo de sus cajas y: “ES UNA GOZADA”. Da la impresión de que admite una diversidad de matices sonoros muy por encima de lo que ocurre con la media de otros amplificadores en el mercado, de marcas mucho más antiguas y reconocidas que esta.

Los potenciómetros situados en ambos extremos están designados como “Gain” y “Master”.
“Gain” permite un exacto ajuste de impedancias desde nuestra guitarra-bajo (de posible distinto estilo y volumen entregado según si se tratara de una guitarra-bajo con circuito activo o pasivo). Con “Master”, regularemos la fuerza o potencia del volumen entregado desde este amplificador y hacia los altavoces a él conectado.

Su completo ecualizador mediante cuatro de esos potenciómetros, refinará nuestro deseado sonido según las frecuencias “graves, medias bajas, medias altas y agudas”. Su efectividad, te aseguro, es para mí muy notable. Pero cuando movemos los otros dos potenciómetros aún no mencionados (de entre los ocho antes anunciados) y que se corresponden con los filtros ya descritos como “VLE” y el de “VPF”, es como si apareciera una “magia de sonido” que, desde luego, no solemos encontrar en otros buenos tipos de amplificadores para guitarras-bajo, pues parece como si entraran en juego unos compresores o expansores complejos que “entuban” el sonido, o lo “engordan” magistralmente, dándole un profundo peso y una gran personalidad sin procesarlo con otros elementos externos. Pero si aún queremos “más guerra”, por supuesto que por la parte de atrás tiene previstos dos conectores hembras independientes, uno para enviar a procesar la señal hacia aparatos externos que se nos antojen, y otra para devolver al previo del F-1 esa señal ya procesada, para que entre en juego con el resto de los sonidos conseguidos mediante los circuitos propios del F-1.

También por detrás dispone de una salida XLR (tipo CANON) balanceada, con la que enviar la señal procesada hacia la mesa de mezclas de la sala sin problemas. Pero, además, también tiene ahí detrás otra salida no balanceada que puede realizar varias funciones, como por ejemplo conectarlo permanentemente a un afinador electrónico, hacia otro amplificador, algún otro tipo de pedales para efectos especiales, para ser grabado, etc.

Igualmente, ahí detrás incorpora un conmutador para ajustar la toma de tierra si en algún momento aparecieran, por ejemplo, zumbidos, como un problema al suministrarle la necesaria corriente eléctrica desde el exterior.

Para conectarlo hacia los altavoces hay dos salidas independientes (a dos posibles bafles) con las conexiones más profesionales y recomendables hoy día, del tipo “CLASS 2 WIRING o SPEAKON / 1/4”. Pero conectado a un solo bafle suena de maravilla y con sobrada potencia.

STANDARD 104-HF-4 Ohm
Esa es la denominación con que nombran al bafle, pantalla o cabina que contiene los cuatro altavoces de diez pulgadas y que me han acompañado como idónea para probar el anteriormente descrito cabezal amplificador F-1.

En el centro de esos cuatro altavoces va adosado también un motor para agudos de una pulgada y, tanto en la parte superior como en la inferior, existen unas salidas de aire al estilo reflex.

A cada lado o costados encontramos sendas asas grandes y potentes para levantar todo este elemento que, naturalmente, tiene un peso y unas dimensiones que difícilmente lo podría trasladar una sola persona, salvo poniendo bajo él algún artilugio con ruedas que, en principio, no lleva.

Pero la cuestión es que tiene un acabado sobrio, con encanto y aspecto de potente, sobre todo cuando lo he probado ya conectado con todo el sistema junto al F-1... “la repera”... ¡un tiro!...
Está claro que la calidad aún no se vende en cajitas de bolsillo, especialmente si esperamos ese sonido profundo y con casta que deseamos obtener desde nuestra interpretación musical. Y es verdad que “si te oyes bien”, te creces y mejoras esa interpretación... Por lo tanto algo hay que sacrificar para conseguirlo. Lo primero, quizá, lo de siempre... “las pelas”, y en eso este producto está aceptable, quizá no de los más baratos, pero tampoco creo que lo contrario. Mirado por la calidad del sonido que finalmente entrega... sí vale la pena el esfuerzo.
Otro sacrificio será el de contar casi siempre con alguien para moverlo, sobre todo si se trata de subirlo a escenarios. Pero otra gente lo requerirá para un estudio de trabajo o de grabación, donde se moverá en pocas ocasiones; en muchos de estos casos, si esa distancia no fuera mucha, hasta podría ser trasladado por una sola persona.

Fiabilidad de este producto
Es el lema que pregonan en voz muy alta sus fabricantes, asegurando que constantemente lo someten a las condiciones más extremas, como de temperatura, humedad, saturaciones de uso y hasta de golpes (dentro de un orden...) para asegurar ser líderes en el mundo ante tales fatalidades. Pienso que eso, desde luego, no lo opinarán sus competidores... pero sin duda se nota fiable, de mucha calidad y con un personal diseño de “mucha clase”.

Puede que estés dispuesto a otras opciones, pues hay muchísimas en nuestras tiendas, pero si de verdad puedes, trata de que te dejen probar con tu propio bajo este equipo, y luego decides lo que quieras... Espero que entonces ya no te sientas “mucho más confundido” al ver lo que te ofrece este producto...

 

25/02/2008

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