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Cort G290, G260 y KX-1Q, tres propuestas

*Oscar Garrigues, demo Cort KX-1Q

La evolución de los guitarristas, sus técnicas y necesidades, ha ido demandando cambios en la construcción de guitarras. Existe una parcela de músicos que empatizan con el vintage. Sin embargo, hay otros muchos que necesitan instrumentos más modernos, estilizados y con una electrónica más orientada a los nuevos sonidos y estilos. Nos adentramos hoy en tres instrumentos diferentes entre sí , pero que tienen en común ese interés en por ofrecer evolución.

Pruebas al modelo G-290
Aunque esta fue la última guitarra que probé de entre estas tres Cort, es sin duda la que más me llamó la atención. Como era la de precio más elevado, preferí dejarla para el final de las pruebas. Ya sabéis, es como los vinos. Si tomas primero el más elaborado, harás más difícil que otros menos sabrosos llamen tu atención después; ya que fijas en tu paladar y olfato los encantos del inicial, restando protagonismo a los siguientes.

Aún así, en mi cabeza no está fijada para nada la idea de “lo más caro es lo mejor”. Y por tanto, me dispuse a examinar detenidamente cada modelo.

Como comentaba al inicio del texto, me gusta la preocupación del fabricante por conseguir instrumentos estilizados, actuales y con una electrónica poderosa. Todo ello bajo precios competitivos. Veamos más despacio las razones que nos llevan a pensar esto.

Calidad de materiales y acabados
En este caso, estamos hablando de una guitarra con cuerpo sólido de fresno y tapa y mástil en arce. Parece sensato pensar que reúne unos materiales de construcción atractivos, y esto se nota en el sonido y ejecución.

Electrónica
Con relación a su electrónica, vamos a encontrar buenas dinámicas y flexibilidad. Pastillas EMG USA (89 y SA), combinando formato doble (humbucker) en puente con dos single en mástil y centro. Por si fuera poco, añade un conmutador de cambio de bobinado: de doble a simple. Este conjunto de herramientas electrónicas, manejado por un selector de pastillas de cinco posiciones, nos permite gran versatilidad. Podemos recorrer prácticamente cualquier escena sonora que se nos pase por la cabeza: brillo, ataque, sonidos espesos, graves, opacos, chirriantes, etc.

Sonido
Gracias a esta flexibilidad, disponemos de más que sobrados elementos para abordar ritmos agudos/finos, sonidos metálicos, “jazzeros” /gorditos, etc. Entrando en el campo de las distorsiones, esta versatilidad nos va a permitir configurar infinidad de colores tímbricos. Generando así la posibilidad de recorrer desde los extremos más chirriantes hasta los sonidos más metaleros, graves y aplastantes.

Tacto
Como siempre y sin ideas preconcebidas, al coger un instrumento de una gama ligeramente superior a los anteriores, se perciben cosas, tales como un tacto más suave, mayor comodidad de ejecución y una sensación general de mayor confiablidad (afinación, octavación, resultados en búsqueda de armónicos, etc.).

Conclusiones
Nos encontramos ante una atractiva opción, considerando que posee un precio bastante razonable para los materiales y acabados ofertados. Esta guitarra me ha sorprendido gratamente. En su sonido, por ofrecer desde poderosos ataques (al más puro estilo de otras conocidas marcas de prestigio) hasta colores modernos para saturaciones actuales. También por su comodidad de ejecución y calidad de hardware (sistema trémolo, clavijero y cejuela auto-bloqueante). En resumen, un instrumento a probar cuando buscamos alternativas de calidad, versátiles, estilizadas y actuales.

Pruebas al modelo G-260
En línea con la anterior en cuanto a filosofía. Cuerpo estilizado, moderno y de precio atractivo. Hablamos de una guitarra que ronda los 389 € y que presenta materiales de construcción llamativos en relación a su coste.

Materiales y acabados
Se ha empleado fresno (de poro abierto) para su cuerpo y arce extra-duro para el mástil. Sobre este último se acomoda un diapasón de arce claro con 22 trastes (2,4 x 1,0 mm).

Hardware y electrónica
Me gusta como cuida Cort estos aspectos. Tanto el clavijero como el puente tienen un concepto moderno y actual. Encontramos un curioso sistema auto-bloqueante en el clavijero, una cejuela de grafito negro Graph Tech autolubricada y un sistema de trémolo Wilkinson WS50II.

En referencia a la electrónica, y como la anterior, cuenta con un conmutador de bobinado (de doble a simple) que le confiere buena versatilidad. En esta ocasión, las pastillas elegidas son tres Might Mite. Simples en mástil y centro; doble en puente.

Sonido y tacto
Gracias a la presencia de pastillas dobles y simples, en suma al conmutador, obtenemos un abanico tímbrico bastante amplio. Se encuentran tonos cremosos cuando utilizamos la humbucker en graves. Al tiempo, obtendremos respuestas afiladas con las single. En general, la guitarra me ha parecido algo más estridente que la anterior (con agudos más cristalinos). Su tacto me ha resultado un poco más “seco” que en la G-290.

Conclusiones
Hablo de un tacto menos cómodo (para mi gusto) y tal vez de un sonido con menos poderío en ataque/grosor con respecto a la anterior. Debemos considerar que la G-260 cuesta algo menos de la mitad que la G-290. Atendiendo a esta diferencia en precio, he de confesar que la distancia no es tanta en cuanto a calidades. Aunque destaca la G-290 claramente ante mis oídos. G-260: en definitiva, un instrumento moderno, bien acabado y con una interesante artillería electrónica y hardware. Si buscas una guitarra estilizada, flexible, con sonidos afilados y de un precio bastante razonable, esta puede ser tu opción.

Pruebas al modelo KX-1Q
En la ficha técnica nos habla de una eléctrica rock con cuerpo sólido de dos cutaways y de mástil encolado. Escala 25 ½”. Veamos qué nos dicen los sentidos.

Materiales y acabado
Su mástil de caoba, encolado al cuerpo del mismo material (con tapa de arce jaspeado), tendrán mucho que ver en el resultado final del sonido. Hablaremos ahora de ello. Monta un diapasón de palisandro indio. Con 24 trastes (2,7 x 1,1 mm).

Resaltando la excelencia que supone la tapa de arce, el material elegido para cuerpo y mástil es el mismo que el que se emplea en muchos modelos de Gibson. Como por ejemplo en sus series Faded.

Presenta un acabado llamativo en el que su look tiene que ver con el sonido que emana el instrumento.

Electrónica y hardware
Unas potentes EMG-HZ son las responsables de la vida electrónica del instrumento. Nuevamente hallamos cuidado a la hora de montar los circuitos y atención a la versatilidad por parte de quien la diseñó. El conmutador Push-Pull de bobinado de simple a doble vuelve a proveernos de gran riqueza en el abanico tonal. Del grave, al agudo.

De su hardware, destaca su puente TonePros C-TPFP bloqueable, con cuerdas a través del cuerpo.

Sonido
Vistas las características de construcción (mástil encolado), los materiales de construcción (caoba) y sus pastillas EMG-HZ de doble bobina, era de esperar un resultado grueso, potente y más bien cañero. Con un apetecible sustain, perfecto para el manejo de las distorsiones pesadas.

Conclusiones
El instrumento me ha parecido sabroso, considerando sus 449 € de precio de venta recomendado. Es una opción que combate con valentía frente a otras marcas. Con intenciones parecidas, pero con precio más accesible. Y vistas las tres opciones, aquí termino con este modelo de precio intermedio ente las anteriores, versátil y moderno. Aunque más orientado, si cabe, a la caña espesa.

Tres alternativas para diferentes presupuestos. Tres caracteres. Elije el que más se adapta a lo que estás buscando y pruébalo, entre las opciones restantes, antes de comprar.

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