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Sterling JP50, John Petrucci Signature. By Music Man®

Estaba pensando en el encabezado más adecuado como inicio de este banco de pruebas. En realidad lo resumiría en una frase: pedazo de guitarrón por cerca de 800€ (en la fecha en la que la probamos). Hacía tiempo que había perdido la fe en cuanto a encontrar una guitarra de precio moderado que lo tuviera todo. He encontrado instrumentos excelentes para unas cosas, ideales para otras, pero difícilmente uno que me resultara noble en todas y cada una de sus parcelas. Hacía mucho tiempo que no probaba una guitarra tan versátil y bien hecha por esta pasta. Me ha encantado. La quiero.

 

Sterling JP50 ISPmusica

A estas alturas, poco hay que añadir acerca del excitante y virtuoso guitarrista John Petrucci. Veinte años realizando asombrosos discos y poniendo al rojo cada escenario que pisa. Su potente banda, Dream Theater, es una de esas “místicas” para cualquier guitarrista cañero que se precie.

El modelo de guitarra que hoy abordamos, JP50 de Sterling, está basado en la JP6 de Music Man®; siguiendo cuidadosamente todas las indicaciones, circuitos y detalles con respecto al original y proporcionando un alto rendimiento. Imaginad lo exigente que puede llegar a ser un guitarrista como Petrucci. Ahora haceros a la idea de lo bien pensado que puede estar su instrumento.

Sobre las segundas marcas
Mi análisis ya cuenta con las estrategias comerciales de las compañías. No ofendo a nadie, pues es archiconocida por todos la magia “marketiniana”. Como es de suponer, la guitarra de John Petrucci es algo más sofisticada y “fina” que la que hoy abordamos. Pero esto no es negativo, ahora os explicaré el porqué.

En muchas ocasiones he probado segundas marcas. Veo la clara intención del fabricante de capturar los adeptos a la firma original, ofreciendo precios mucho más bajos, competitivos. Así se aprovecha el marketing de la “gran marca”, para vender “copias” fabricadas con otros materiales y sistemas de producción más baratos. Hasta aquí nada nuevo. Ya lo sabéis.

Alguna que otra vez esto me ha puesto de mal humor. Tanto en cuanto he probado una segunda marca, que imitaba a un instrumento custom (de alguien conocido) y he llegado a sentir que era una trampa. Realmente la copia no valía un pimiento.

En nuestro caso de hoy, la sensación es justo la opuesta. Ya tenía esta idea preconcebida en la cabeza. ¿La guitarra de John Petrucci, no? Mis sorpresas fueron encadenadas y abundantes. Al abrir la caja, al poner mis dedos en el mástil o al enchufarla y oírla. Y no estoy diciendo que me pareciera una copia digna. Voy más allá. Lo que digo es que es un guitarrón, incluso más potente que otras primeras marcas de conocidas compañías. ¿Y encima a un precio asequible? La verdad, cada día se consiguen fabricar cosas más potentes a precios más accesibles. Este es un claro ejemplo. No sólo es que me ha parecido algo digno, es que la encuentro como una excelente opción también para un guitarrista profesional.

Las razones de sus encantos
Nunca he sido un gran fan de Petrucci, aunque reconozca su talento. Con esto os quiero decir que no me impresionó nada que fuera una réplica de su guitarra. En realidad, me era completamente indiferente al inicio de la prueba.

Abro el estuche, primera sorpresa: diseño estilizado, ligera, cómoda y visualmente atractiva. Un look agresivo pero discreto. Me gusta. Acto seguido pongo el instrumento sobre mis piernas antes de enchufar, en lo que van calentando las válvulas del ampli. Vaya, buen tacto, suavecita, equilibrada y esa buena sensación que nos procura un instrumento bien acabado: seguridad.

Ya es hora de enchufar. Empiezo con limpios y me sorprende muy gratamente. Alto poder de graves pero muy definidos y con ataque, medios perfectos, flexibles, y agudos equilibrados que recorren desde lo estridente hasta “el rollo cristalino denso”. Pensaba que era una guitarra más bien cañera, pero se desenvuelve perfectamente en contextos claros y limpios.

Pasamos al crunch. Esa limpieza, definición y poderío de grave con ataque la hace también fantástica para ritmos rasgados y contextos bluseros. Vaya, vaya... como mola esto. Pues si está pensada (al ver su diseño lo parece) para la batalla, ¿qué pasará al saturarla de modo salvaje? En efecto, lo que esperabas leer: un cañón.

Materiales, electrónica y hardware
Nadie regala. Esto, como todo, es un negocio. Ofrecer una guitarra tan efectiva a ese precio tiene que tener truco. O, más que truco, una excelente optimización de recursos. De esta forma se consigue abaratar pero sin dejar de construir una pieza realmente competitiva. No estamos hablando de los materiales más exquisitos del mercado pero, ¿quién los necesita cuando el bicho suena tan fantástico? No queremos que sea más cara, la queremos así. Además sus pinceladas en arce le dan un punto elitista.

Por otra parte, su electrónica y hardware (como podéis ver en la ficha técnica) son cuidados y efectivos. Bien desarrollados e instalados. Eficientes y equilibrados.

Conclusión
Creo que escribí mi conclusión al inicio del texto. Y os aseguro que no son piropos gratuitos. Tiene una afinación muy estable, es rica en armónicos, su sonido es definido, con ataque, es de tacto bastante suave y todos sus componentes funcionan a la perfección. Cuesta 895 € aproximadamente. Os aseguro que he probado decenas de guitarras más caras que esta y son claramente de calidad inferior. El instrumento es versátil y roza lo profesional. Tal vez sea más afín a los fans de Ibanez®, Jacskson® y Fender®, y se aleje un poquito más del concepto Gibson®. En cualquiera de los casos es versátil y contundente en los diferentes contextos. Sinceramente me ha encantado. Ahora me pregunto, si esta es así ¿cómo será la original?

 

 

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