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Etapa Peavey LA CS800H. Una elección acertada.

  • Publicado en Etapas de potencia

Elegir un tipo de amplificación en una empresa de alquiler resulta cada día más complicado, la diversidad de la oferta y la necesidad de una uniformidad en los sistemas nos obliga a plantearnos muy seriamente el tipo de etapas, no sólo por las características más evidentes como el precio, calidad o prestaciones, sino también por otras no tan obvias, pero que al cabo de los años puedan ser cruciales en el tipo de trabajo al que hayamos sometido nuestro material. La serie CS marca una distancia especial en la gama PEAVEY, presentando estas etapas como la opción potente y segura, sin llegar a precios astronómicos. Hay que considerar la asociación de PEAVEY con CREST, tanto por la aportación técnica de la más influyente marca de amplificación de los ochenta, como el espacio comercial que deben dejarse una compañía a otra buscando las aplicaciones más correctas para cada una de ellas.
Por esto voy a intentar encaminar el proceso de decisión en el cual esta etapa se encuentre entre las ideales, sobre todo buscando su uso más adecuado, y a su vez desaconsejando aquellas aplicaciones para las que no está dotada.


Nuestra primera decisión será elegir si el equipo que queremos ha de ser auto amplificado o no, lo que seguramente sea la cuestión más de moda a día de hoy en el mercado occidental, y aunque parezca una decisión fácil, no lo es en absoluto, planteando contrastes de precio más que discutibles, al poder aunar en un solo paquete proceso, amplificación y emisión, con lo que los problemas de ajuste están solucionados de fábrica.

Pero este no es el fin de los clásicos amplificadores, sino el principio desde el punto de vista del amante de la electrónica, puesto que la cuestión plantea nuevos retos y facilita las grandes ventajas de la composición de toda la vida. El uso de etapas nos favorece principalmente en la entrega de potencia de las mismas, en la posibilidad de elegir dentro de una oferta muy amplia, y en poder dimensionar los equipos con criterios propios solo dependientes del trabajo a realizar.

El coste económico de los sistemas clásicos sigue, a día de hoy, siendo menor que el de los sistemas autónomos, incluyendo costosísimos procesadores de señal y cableado de primera calidad, sin olvidar racks en suspensión y demás complementos. Los sistemas de cajas auto amplificadas concentran en menor volumen soluciones probadas, que no dependen de la pericia de los técnicos de montaje con lo que ahorran dinero en sueldos de personal especializado.
El resumen es simple, si sabes configurar el equipo, y tienes que enfrentarte a distintas configuraciones, entonces has de comprar etapas, si tus equipos son siempre el mismo no lo dudes, sabes que has de hacer.

Por fuera
La CS800H se presenta al mejor estilo del mercado, atendiendo demandas cada vez más actuales, incluye todos los controles que se pueden necesitar si exceptuamos el control vía ethernet y otras lindezas del mundo digital, de las que podemos disponer en otros productos de la marca. El frontal dispone de buenos atenuadores de gran tamaño y calidad palpable, medidores completos de leds al estilo de sus primas las CREST, tiradores y aletas para enracar, sin faltar leds específicos de protección y de temperatura y un buen interruptor de encendido.
El acabado del chasis es más que correcto y sin sumar excesivo peso a los ya dolorosos casi quince kilos de peso muerto propios de una etapa de esta potencia y alimentación convencional, con un toroidal de dimensiones respetables, las rejillas están bien acabadas así como tornillería y remates, dando un buen aspecto general.

Por detrás
Aquí es donde nos damos cuenta de que el producto de hoy está bastante cuidado, distinguiéndose el crossover por canal incluido de fábrica con selector de función (full range, pasa altos o sub) también la inclusión de serie de salidas SPEAKON y de bornas es de agradecer, dado que hay veces en las que uno ha de cortar algún cable. El acceso al fusible de corriente es correcto y ya casi un estándar y, por último, la disponibilidad de entradas balanceadas electrónicamente en XLR y de desbalanceadas nos quita cualquier pero a este respecto.

Funcionando
La renovación de producto en PEAVEY se nota y de qué manera en la CS 800H, a mí me ha creado una nueva impresión con respecto a aquellas etapas de primeros de los ochenta, que si bien ahora nos parecen auténticos hierros nos han aguantado hasta nuestros días y no deja de ser hora de renovación. La entrega de potencia es bastante rápida y sin ser brutal tiene empuje y un gran componente de sinceridad, llegando a sus límites de clip sin inmutarse y con bajos niveles de distorsión. El punto fuerte de este material está en la entrega en graves, impactante, y como decía anteriormente terriblemente sincera, flaqueando ligeramente en medios agudos, principalmente por un aumento no lineal de la distorsión en terrenos cercanos a sus límites.

El chorro de potencia es a su vez acústicamente muy agradable si trabajamos con música enlatada, que combinado con la dureza al trato extremo al que sometimos a la CS 800H puede convertir a esta serie de etapas en las princesas de los clubs, muy por encima de marcas más asentadas en el mercado español.
En el uso para directo nos encontraremos con dos dificultades básicas. La primera es el peso, donde chocamos frontalmente con el diseño de la alimentación como punto de partida, sobre todo al confrontarlo con sistemas más modernos (y más caros) de fuente conmutada, y el segundo es la calidad de la señal a partir de 2,8 Khz., donde un factor damping más elevado sería de agradecer. Con respecto a estos escollos lo primero en lo que deberíamos pensar es en el equilibrado coste de este equipo, al que podremos enfrentarnos sin una deuda difícil de pagar, y que por ejemplo podemos asumir en el caso de tener que sustituir (y es sólo un ejemplo) la amplificación de diez envíos de monitor. La segunda razón que nos puede empujar a la serie CS es la comodidad de plantearnos una solución de configuración sin necesidad de proceso previo de la señal, al disponer de divisor activo de fábrica, lo que nos proporciona un ahorro adicional a la hora de añadir una sección de subgraves o de amplificar de manera activa un equipo pasivo.
Estas últimas características nos si-túan a las PEAVEY CS en un sector medio-alto del mercado, con garantías de un funcionamiento limpio y duradero y una buena elasticidad de trabajo, que sabiéndose en una situación media en la línea de salida pueden dejar atrás a muchas competidoras de más rancio abolengo. El marchamo de "made in U.S.A." también adquiere cierta importancia en el mundo en el que nos movemos, aunque no nos engañemos, yo prefiero probar primero.

La serie completa dispone de DDT, un sistema de protección y limitación bastante bien solucionado, no cuadrando excesivamente la señal y con un aumento de distorsión bajo, resultando bastante útil a los "acelerones" de los DJ´S y disponiendo de su propio led en el frontal, a modo de clip, nos hace ver con facilidad que no hay más.

El trabajo a dos ohmnios se resuelve con suficiente elegancia, entrega más que correcta y, eso si, un aumento de su principal defecto, la distorsión a partir de los 2,5 Khz.

Las prestaciones por lo demás están un poco por encima de lo que nos relata su hoja técnica, hemos medido y "sentido" bastantes más vatios de los doscientos cincuenta prometidos por canal a ocho ohmnios, sensación y medida que no se incrementa tanto respecto a valores dados al descender la carga de salida o al montar el modo bridge, el cual cuenta con su propia salida en SPEAKON en la trasera.

El resultado más positivo lo encontramos a nuestro gusto amplificando un doble catorce de graves de JBL, de 500 RMS y con buena resolución, también el resultado fue más que correcto con dos monitores pasivos en los que situamos el pasa altos a 40 Khz., respondiendo de manera lineal y no demasiado sufrida, y por supuesto en una discoteca móvil con dos cajas SPA que zurraban de lo lindo.

Conclusión
La CS 800H es una compra muy acertada si tenemos en cuenta la correcta aplicación de sus posibilidades, mucho más amplias de lo que podría parecer a primera vista, con un buen acabado y cierta solemnidad en la historia de la compañía, ahora hermanada con CREST, sin olvidar sus prestaciones de proceso, sus dos unidades de tamaño y una resistencia a prueba de bombas. El gran paréntesis se nos plantea si queremos confeccionar toda una P.A. con ellas, en donde gamas de mucho mayor coste tienen su sitio, tanto de esta compañía como de su competencia.

El precio de la CS es justo, aunque hubiéramos esperado algo más de la fortaleza del euro frente al dólar, pero si analizamos profundamente el producto veremos que está en una línea lógica. Por lo demás no debe de envidiar a sus competidoras, ofreciendo novedades apetecibles y no muy habituales en su nivel.

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