Iniciamos aquí la última etapa de nuestro viaje. Un recorrido por nuestra tierra, nuestra cultura y nuestras gentes, un recorrido por el denominado viejo continente.
Hoy, visitaremos Europa.
Es impresionante la variedad de ritmos que podemos encontrar en el folklore musical europeo; sólo tenemos que asomarnos a su geografía para descubrir lo imponente de su variedad musical.
Es cierto que en Europa se forjó y se desarrolló la música clásica pero, al margen de este género culto, nacieron y florecieron estilos más arraigados en el seno de la tradición popular que, sin lugar a dudas, enriquecen la variada cultura de los pueblos de este territorio.
La música de los Balcanes, nuestro flamenco, la música celta, el fado, la polska, la música del Tirol o el canto tradicional de los sami, son sólo algunos de los ejemplos que en estas tierras conviven.
Los diversos estilos transcienden fronteras, y es difícil hacer una clasificación de ritmos en función de su localización o basándose solamente en la constitución geográfica de un continente.
Diferentes pueblos, diferentes músicas Las músicas de las culturas europeas son muy distintas entre sí, pero suelen compartir ciertas características generales. Su forma es relativamente sencilla y suele estructurarse en canciones de constitución estrófica. Aunque es más frecuente que se incluya alguna repetición, el tipo de estrofa más habitual es el de cuatro líneas o versos, a veces todos ellos diferentes.
En lo referido a la melodía de la música, son muy comunes las escalas de siete notas, las escalas pentatónicas, o las escalas más simples de sólo tres o cuatro notas utilizadas en las melodías infantiles o en las canciones de los rituales precristianos.
El ritmo se relaciona a veces con la estructura de textos poéticos, mientras que las melodías de acompañamiento suelen encuadrarse en compases de 4/4, 6/8 ó 3/2. En Europa oriental, pueden encontrarse ritmos complejos, como los de 2+2+2+3 tiempos, así como compases de cinco, siete, once o trece tiempos, sobre todo en los países balcánicos. La música tradicional instrumental de otros continentes tiende a ser repetitiva en sus ritmos, característica que también puede encontrarse en Europa central, donde se utilizan complejas estructuras, como la alternancia irregular de cuatro y tres tiempos de las danzas bávaras.
La mayor parte de este tipo de música es monofónica, es decir, son melodías sin acompañamiento. Sin embargo, si hacemos referencia a este último, podemos decir, instrumentalmente hablando, que se ciñe a acordes simples o, a menudo, un pedal.
Música tradicional nórdica Los minuetos, el halling, el springar o el gangar son algunos de los estilos más comunes de estas zonas pero, sin lugar a dudas, el más representativo es la polska, que no debe confundirse con la polca centroeuropea escrita en 2/4. Las características básicas de la polska son su ritmo mayormente ternario y la acentuación del primer y tercer tiempo. En algunos casos, la rítmica es de una extraordinaria complejidad, similar a la que se puede hallar en las danzas de los países balcánicos. Hay muchas versiones locales del ritmo polska y son muchas las diferentes danzas de este típico género. También existe la leyenda de la polska del diablo, la cual os relato a continuación:
Cuenta la leyenda que, tiempo atrás, en fechas señaladas o con motivo de alguna celebración, todos los jóvenes del pueblo se reunían para bailar las melodías que tocaba el violinista del lugar. En una ocasión, en medio del jaleo y las risas, la puerta se abrió y entró un extraño personaje vestido completamente de negro, pidió el violín y empezó a tocar una danza muy especial, una polska. La melodía y la forma de tocarla eran tan maravillosas que todos se pusieron a bailar sin parar, incluso después de ver las extrañas pezuñas de cabra del personaje y descubrir que era el mismísimo demonio disfrazado. El maldito individuo continuó tocando aquella hipnótica melodía durante horas, sin parar, hasta que todos los bailarines cayeron muertos al suelo. Sus cuerpos inertes siguieron bailando hasta que se convirtieron en esqueletos, y éstos cayeron rodando por la ladera de la montaña...
El instrumento más utilizado, como bien destaca la leyenda, es el violín. En la mayoría de los casos, se utilizan violines normales. Sin embargo, hay excepciones, como el hardingfele, utilizado en algunas partes de Noruega, que tiene un conjunto de cuerdas simpáticas, además de las cuatro cuerdas normales. Otro instrumento único es el nyckelharpa (violín clave). Probablemente, en algún momento de la Historia, existieron en una gran parte de Europa, pero sólo en Suecia lograron sobrevivir hasta los tiempos modernos. Otros instrumentos que también se utilizan son los clarinetes y los acordeones.
Los sami La música de los sami es consecuencia de un clima muy adverso y de su larga historia. Los sami han sido un pueblo nómada desde hace miles de años, y esto supone viajar con sólo lo indispensable, lo que hace que apenas tengan instrumentos, pero sí una gran tradición oral. Los únicos instrumentos tradicionales son la flauta fadno y los tambores. La música puramente instrumental es desconocida.
El joik es el canto tradicional sami pero también es algo más; el joik es un modo de recordar e invocar a personas, animales y cosas. Los cantos son mayormente improvisados, no suelen rimar y no tienen estructura definida.
En muchos de los casos, son una seña de identidad cultural con la que el pueblo sami se ha reencontrando a sí mismo tras siglos de colonización noruega, sueca, finlandesa y rusa.
Algunos intérpretes y grupos de este género son Angelit, Wimme Saari, Ánde Somby, Sofía Jannok o Mari Boine. Otros artistas no sami también han utilizado esta tradición en su música, como es el caso de Rinneradio, Xymox o Jan Garbarek.
Los celtas Se denomina música celta a la música tradicional de la Isla de Man, Galicia, Cornualles, Asturias, Bretaña francesa, Escocia, Gales e Irlanda; regiones donde pervivió el legado de un antiguo pueblo que fue determinante para el desarrollo cultural, social y espiritual de la Europa precristiana: los celtas.
Es difícil saber cómo sonaba de verdad la música de los antiguos celtas. Lo que se conoce en nuestro tiempo como música celta es, en realidad, la música tradicional desarrollada en varias regiones y países de la Europa atlántica que fueron habitadas por tribus celtas hace 2.000 años. Esta herencia común, además de siglos de comercio e interacción, ha creado lazos fuertes entre los pueblos atlánticos europeos.
Si bien cada país celta ha alcanzado su propio sonido personal y reconocible, todos tienden a compartir ciertas características: un amor apasionado por la música de bailes tradicionales, una marcada preferencia por las estructuras al unísono y unas afinaciones modales que otorgan un matiz de melancolía. El compás más utilizado en este género, aunque no por norma, es el de subdivisión ternaria. También poseen un tipo de canción recubierta de un inquietante aire lento y realizada por un cantante único a capella o en diversas combinaciones instrumentales. La mayoría de las canciones tienden a ser sobre el amor, la bebida, el patriotismo o una combinación de los tres.
Los instrumentos básicos empleados son la gaita, el bodhran, el violín, la flauta, el arpa, la zanfona, los bouzoukis y los tambores tradicionales.
Algunos de los grupos más representativos del género son Milladoiro, Clannad, The Chieftains, Dervish, Gwendal , Felpeyu, Tejedor, Filska, Llan de cubel, Luar Na Lubre, Tanahill Weavers o La Bandina.
Entre los solistas más destacados, encontramos a Tomy Peoples, Alan Stivell, Liz Carrol, Alasdair Fracer, Kepa Junkera, Hevia, Carlos Núñez, Michael Flatley o Patrick Street, entre otros.
Música balcánica La música del sureste de Europa, también llamada música de los Balcanes, es un tipo de género distinto de los del resto del continente. Los Balcanes son una región que vivió sumida en guerra desde tiempos inmemorables. Marcada siempre por un destino duro, que la situó en la cruda intersección donde se entrelazan Oriente y Occidente, estas tierras han sido el epicentro de conflictos étnicos a lo largo de casi toda su historia. Esta zona de nuestro continente es un crisol de gentes y de culturas milenarias. Nadie mejor que Goran Gregovic para explicarlo:
Mi país es como un gran Frankestein, compuesto por muchos elementos distintos que nunca han acabado de encajar bien. Y en la música de la antigua Yugoslavia ocurre lo mismo, está hecha a trozos... Siempre he estado rodeado de tradiciones muy ricas y antiguas: griegos, italianos, búlgaros, rumanos, y yo nací en un sitio que quedaba justo en mitad de todo eso, Sarajevo, el centro donde confluyen todas esas culturas... música de boda, de entierro...
Podríamos decir que la música se caracteriza por sus ritmos complejos y sus melodías enrevesadas. Las formas melódicas, las modales y los singulares arreglos son muy específicos y diferentes en cada región. Hay una riqueza musical muy grande, los instrumentos musicales son muy antiguos y aun así siguen en activo, muy arraigados a su gente. Las bases rítmicas son muy especiales, es una zona muy rica en ritmos, desde el 2x4, con sus variantes en acentuación y síncopa, hasta las combinaciones de ritmos irregulares más complejas, como 7x16, 11, 15, combinaciones de 5 con 9 que son inclusive asimétricas en cuanto a número de compases en una misma canción. Hay que saber que esta música no fue compuesta sobre un papel por músicos de formación académica sino por pastores mientras cuidaban sus cabras en el medio del monte, y estos no se paraban a pensar en qué compás, qué tono o qué arreglo... La polifonía vocal e instrumental natural, sin arreglos musicales previos, es otra característica atípica de estas regiones. Los pastores pueden cantar a veces hasta en polifonía de cinco voces perfectas.
Existen muchos tipos de instrumentos en este género, tradicionales y no tradicionales: cuernos, trompetas, laúdes, salterios, tambores, címbalos, gaitas, diple, zurla, kaval, ocarina, sargija, lyra, tamburitza y gusle.
Entre los artistas y grupos influyentes, cabe a destacar a Fanfare Ciocarlia, Maleshevski Melos, Boban Markovic Orkestar, Taraf de Haïdouks, Goran Bregović, Vlado Kremlin, Kočani orkestar, Gothart o Esma Red?epova.
Nuestro flamenco ¿Que puedo decir del flamenco en el punto en que se halla este arte ahora mismo? Nunca antes el flamenco fue tan adorado, querido, reconocido, venerado e imitado. Es, sin lugar a dudas, el género más internacional de este país, y le debemos mucho por la gran labor difusora de nuestra cultura.
Quién no conoce a Morente, a Paco, al mismísimo Camarón, a los Sordera y a los Habichuela, a Manolo Caracol, la Paquera de Jerez, el Niño Ricardo, Vicente Amigo, Los Agujetas, Gerardo Nuñez, Carmen Linares y un sinfín de viejos, nuevos y emergentes artistas de este fabuloso arte.
Sabemos que existe un gran número de palos en esta forma musical. Puedo nombraros una buena cantidad de ellos: romances, corridos, carretillas, tonás, martinetes, carceleras, deblas, siguiriyas, liviana, serrana, soleares, alboreás, polo, caña, peteneras, bulerías, romances, tangos, tientos, tanguillos, mariana, cantiñas, alegrías, caracoles, romeras, cantiñas, rondeña, jabera, verdiales, fandangos, malagueñas, granaína, taranto, cartagenera, minera, sevillanas, saetas, campanilleros, villancicos, bamberas, pregones, farrucas, garrotín, guajiras, milongas, colombianas, rumbas.
Cada uno de estos estilos o formas musicales tiene su historia, su forma de ejecución, su planteamiento y su patrimonio en algún rincón del sur de España.
Necesitaría un artículo para explicaros cada palo del flamenco, y eso, desgraciadamente, no es posible. Quisiera decir que una gran parte de ellos suelen estar escritos en compases de subdivisión ternaria, como la famosa bulería, la suigiriya, sevillanas, fandangos o alegrías. Otros, como el tango, garrotín, tientos o tarantos son de constitución binaria. También existen otros muchos de forma libre, donde el intérprete no se guía por un tempo o patrón claramente definido.
La guitarra española y el cante son los pilares fundamentales de esta música, aunque se han incorporado en los últimos años todo tipo de instrumentos, fusionando así estilos, movimientos y culturas de esta forma de expresión que es la enriquecedora música.
Espero que esta serie de artículos os haya resultado interesante y amena. Confío, además, en que todos hayamos aprendido un poco más sobre las culturas y formas de entender la vida que nos rodean.
Cuando no me ve nadie, como ahora, gusto de imaginar a veces si no será la música la única respuesta posible para algunas preguntas. Antonio Buero Vallejo
Un abrazo y hasta la próxima.
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