Uno de los problemas que cada vez afecta más a los clubes de fútbol europeos es qué hacer cuando sus estadios —las más de las veces construidos entre principios y mediados del siglo XX— han dejado de ser adecuados para las necesidades del aficionado moderno. Entre los primeros puestos de la lista de prioridades destaca la necesidad de un sistema de sonido de alta calidad, algo que han conseguido dos clubes alemanes de élite, con instalaciones que incorporan 120 amplificadores de potencia y un sistema de mezclas digital DME de Yamaha.
Recientemente, el Bayer Leverkusen y el Augsburg tuvieron que enfrentarse a la circunstancia de que sus estadios ya no satisfacían las expectativas de los aficionados, al menos en cuestión de sonido. Para solucionarlo, optaron por dos alternativas: el Leverkusen modificó radicalmente sus actuales instalaciones, en tanto que el Augsburg apostó por un edificio completamente nuevo.
En ambos casos, eran necesarios nuevos sistemas para ofrecer un sonido de la más alta calidad. Los amplificadores de potencia y los sistemas de mezclas digitales de Yamaha fueron la respuesta, integrados en redes de audio basadas en CobraNet, lo cual permitió cumplir todos los requisitos con una excelente relación calidad-precio.
El Stage Systems Unternehmensgruppe, empresa de Gelsenkirchen especializada en soluciones técnicas sofisticadas para una gran variedad de entornos, resultó adjudicatario del contrato de suministro de sistemas de audio para ambos proyectos.
En Leverkusen, el BayArena fue objeto de una radical remodelación, gracias a la cual su aforo casi se cuadruplicó, y hoy en día tiene capacidad para unos 30.000 aficionados. Utilizando una red CobraNet para la máxima flexibilidad, Stage Systems instaló 60 amplificadores PC4801N y doce PC9501N, con interfaces ACU16-C, que controlan los dieciséis módulos de sonido de matriz lineal HK colgados del techo del estadio.
El sistema, empleado para anuncios y para música de fondo, se integra perfectamente con un Bosch Praesideo de 100 V (para megafonía y evacuación) a través de un sistema de mezclas digital Yamaha DME64N y una mesa de mezclas 01V96VCM (en ambos casos con tarjetas de interfaz MY16-CII), además de un concentrador de red NHB32-C. Un sistema Crestron permite la ejecución integrada de una interfaz operativa común a todas las funciones.
En el novísimo Impuls Stadium de Augsburg, también con capacidad para más de 30.000 espectadores, se ha instalado un sistema de audio totalmente redundante formado con 48 amplificadores de potencia Yamaha, un escalón más en el ambicioso proyecto de este equipo de avanzar gradualmente hacia lo mejor.
El estadio ha sido diseñado para posibilitar la adición de 20.000 asientos cuando sea necesario, por lo que el sistema de audio debía ser altamente flexible y ampliable. Diseñado e instalado por Stage Systems, cuenta con un sistema basado en CobraNet para megafonía y música de fondo, que se combina con un sistema de emergencia y evacuación Variodyn de 100 V.
En este estadio, 28 amplificadores de potencia Yamaha PC2001N y otros 20 PC6501N, conectados a 144 altavoces Bose a través de interfaces ACU16-C, son controlados por un sistema de mezclas digital Yamaha DME64N y una consola digital 01V96VCM, equipada con tarjetas de interfaz MY16-CII a través de dos concentradores de red NHB32-C. Gracias a un enlace inteligente, es posible ajustar en cualquier momento el sistema de baja impedancia a través del sistema Variodyn.
“Los equipos Yamaha son esenciales para la fiabilidad de las instalaciones en ambos estadios. Y sabemos que, con su flexibilidad y potencia, cuando llegue el momento, ampliar los sistemas resultará muy sencillo”, explica Alexander Baron, uno de los dos socios de Stage Systems.
Aunque el éxito en la Liga y en la Copa sigue siendo el núcleo esencial de los intereses de todo club de fútbol del mundo, hoy en día la alta calidad fuera del terreno de juego es tan importante como dentro de él. Todos coinciden en que ambos estadios ya están demostrando ser todo un éxito. El nuevo BayArena es uno de los estadios más modernos de Alemania, y el Augsburg, a su vez, tiene ahora nuevas instalaciones que prestarán servicio durante muchas décadas.
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