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Yamaha AES 620. Armada y peligrosa.

Yamaha AES 620

* El modelo en negro es más afin esteticamente a la contundencia que emana.

Poco hay que decir sobre Yamaha. Todos conocemos desde hace tiempo su implantación en el mercado, como una organización fiable que desarrolla una enorme variedad de instrumentos musicales, recorriendo baterías, teclados, multiefectos, guitarras, bajos etc... En otras ocasiones había probado instrumentos de la casa, aunque una de las veces que más me sorprendí, junto a la experiencia de este banco, fue el día que tuve ocasión de disfrutar de la presentación del último disco de Javier Vargas, quien interpreto todas sus piezas con una Yamaha Pacífica y realmente el instrumento se dejaba llevar por Javier a la perfección.

Decía junto a la experiencia de este banco, pues el instrumento ha despertado gran interés en mí tras las primeras pruebas y realmente tiene poderosos encantos que os describiré a continuación.

El cuerpo, construcción y acabados
En cuanto a la estética, como podéis ver, mezcla elementos clásicos derivados de la Les Paul, pero añade toques personales que aportan su propia personalidad. Así, por ejemplo, la forma del cuerpo en la parte frontal, con ese biselado rodeando el perímetro, la forma en la que las cuerdas son fijadas tras el puente o sus potenciómetros cromados y hundidos en el propio cuerpo. No están por encima, el cuerpo esta trabajado de tal forma que los controles de volumen y tono están "sumergidos".

La vista general de la guitarra es agresiva. Estos toques que os comentaba, los acabados en plateado y la vista de la poderosa artillería en pastillas seguramente abre visualmente el apetito de los más cañeros.
Caoba y arce en cuerpo y mástil. Maderas nobles que le van perfecta a la AES 620. Sus poderosas pastillas, de las que hablaremos después, están perfectamente acompañadas con la concepción de este cuerpo sólido en una excelente madera. ¿ Por que ? sencillo, la resonancia y sustain de las notas es muy buena, especialmente para pases cañeros y distorsionados.

Finalizando este apartado, concluyo en que los materiales de construcción son buenos, el acabado satisfactorio y su aspecto con ciertos toques personales pero sin perder el hilo clásico.

Hardware y pastillas
Una Seymor Duncan y una Humbucker Custom Alnico son responsables del "armamento" de esta Yamaha. Dos pastillas de doble bobina sumamente poderosas. Ya hemos hablado en otras ocasiones de las características de este tipo de pastillas y, en este caso el "color humbucker" es total en esta guitarra. Lo veremos en el sonido.

Todo el hardware es plateado, incluyendo el puente original Yamaha, las placas donde van sujetas las cuerdas , los potenciómetros (curiosos como describíamos antes) y su clavijero Crover. Hablando del clavijero aprovecho para comentar que me ha gustado, y la razón es que siempre busco en las clavijas ese tacto intermedio (ni muy duras, ni muy flojuchas), una sensibilidad que me ayude a afinar cada cuerda con precisión. Ya puestos en afinación, creo que la guitarra ya venía probada (es una impresión, más que nada por el estado de las cuerdas, bueno, pero con señales de uso anterior) y esta cuestión me ha ayudado a comprobar que incluso con un juego de cuerdas algo usado, la afinación y octavación es bastante buena.

Otra cosa curiosa son los "pivotes" para enganchar la correa. Lo normal es que la guitarra presente dos, uno junto al mástil y otro cerca del puente (en los laterales obviamente), pues bien, esta guitarra trae tres: uno arriba, cerca del mástil y dos abajo.

El sonido
Lo confieso, la guitarra me ha ido seduciendo según realizaba las pruebas. La tenía preparada, entre otras guitarras, para realizar banco de pruebas y bueno, inicialmente no era una de mis candidatas favoritas pero cuando la enchufé, su energía fue tomando mis venas para hacerse una de mis preferidas de entre las desconocidas que venían a presentarse.

Nada más verla y conectar el jack, añadí una potente distorsión para comenzar. "Buf..." ¡¡¡madre mía que caña tiene esto !!! . La guitarra subió mi ritmo cardiaco, y lo que comenzó como una prueba para contaros la experiencia, se convirtió en un subidón de adrenalina que me hizo disfrutar de lo lindo. El sonido en distorsión es total, manifiesta ese poder rotundo de las humbucker; un sonido grueso, opaco, rico en graves y "extracañero". A la vez, las más superficiales intenciones se veían arropadas por armónicos que iban saliendo por todas partes; me estoy acordando de ese momento, y os prometo que mi corazón vuelve a acelerarse.

Concluyendo la parte de los sonidos distorsionados, subrayar que la guitarra me parece perfecta para la guerra absoluta, sonidos oscuros tipo Bryan May o Gary Moore, entre otros muchos.

Pensaba, en este momento de la prueba, que la guitarra tendría "problemas" en sonidos más limpios pero, para mi sorpresa, también suena bien en esta parcela. Me dejé la misma base que estaba utilizando para hacer solos con distorsión y cambié de efectos, para dejar un sonido mucho más limpio, con algo de saturación y reverb. El sonido me resultaba una chispa opaco de más (para mi gusto, claro), así que sin abandonar la posición más grave del selector (pues es la que me proporcionaba ese cuerpo tan rotundo) ajuste la ecualización, subiendo un poco los medios y los agudos. Nuevamente la guitarra sincronizó conmigo a la perfección, entregando una buena gama de sonidos con buen ataque, definición y "brío".

Conclusiones
Pienso que la relación calidad/precio de este instrumento es muy buena. He probado otras guitarras de precios similares y esta AES 620 (en ambientes guerreros) le da caña a muchas de ellas. Desde mi punto de vista, es difícil conseguir un equilibrio entre el aspecto, la electrónica, el sonido y una buena afinación. Muchas guitarras consiguen sobresalir en alguno de estos aspectos pero bajan su nivel considerablemente en otros. En el caso de la Yamaha 620, creo sinceramente que el equilibrio es muy bueno, cubriendo todas las expectativas con holgura.

Aunque parece que la guitarra ha sido concebida para los más rockeros, creo que tiene versatilidad suficiente como para ser empleada en diferentes estilos. A veces me encuentro con guitarras que supuestamente están diseñadas para "gente cañera" y a la hora de la verdad esto queda en un diseño "vacilón"; esta AES 620 no tiene filigranas excesivas en el diseño pero se hace sentir, y mucho, cuando la tocas. Mi enhorabuena a los futuros propietarios, la guitarra es un cañon.

 

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